Basado en una novela exitosa de Ken Follet, Eye of the needle (alguna vez traducida en español como La isla de las tormentas) fue llevada a la pantalla bajo la dirección de Richard Marquand, con un guión de Stanley Mann, fotografía de Alan Hume y una correcta partitura del clásico Miklós Rózsa.
Nos narra la historia de un espía alemán infiltrado en la administración inglesa y la acción transcurre en los días previos al desembarco de Normandía.
La situación de este hombre se irá complicando al ser descubierto y emprender una frenética huida con la policía pisándole los talones, hasta las costas de Escocia donde un submarino alemán deberá recogerle. La trama se complica con una historia amorosa entre el protagonista y la mujer del matrimonio que habita en la Isla de las Tormentas.
Las interpretaciones de Donald Sutherland y Kate Nelligan, rayan a gran altura. Del primero nada voy a descubir que no sepamos y para ella supuso el lanzamiento de una carrera que la llevaría hasta Hollywood.
Aunque sabemos por anticipado cómo va a acabar todo, la peli logra mantener la intriga y como añadidura nos ofrece unos cuantos detalles, en cuanto al perfil de los personajes protagonistas, muy interesantes: La lucha entre enamoramiento (que no amor) y deber de ella y algunos aspectos de la personalidad del personaje de Sutherland, como son su pulcritud en los asesinatos, el cuidado por no dejar pistas y su animadversión a las armas de fuego.
Técnicamente, tiene alguna cosilla que chirría un poco, pero, por contra, muy buena la ambientación y la reconstrucción del ambiente de la época.
Una buena película de espionaje bélico, muy entretenida, con un buen ritmo, en general y unos personajes bastante creíbles y, por así decirlo, normales, alejados del estereotipo del superagente.
Es de esos libros que leí hace un millón de años y apenas recuerdo, aunque sí que no era de mis preferidas de Follet, que entonces estaba por todas partes...la peli no la he visto, pero los actores son buenos.
ResponderEliminarLa peli se toma muchas licencias con respecto a la novela que, para algunos, resulta un tanto almibarada. En la película no hay nada de eso.
ResponderEliminarEn una de estas cosas que le dan a uno, me puse hace unos meses a "estudiar" al maestro Miklos Rozsa, maestro de la banda sonora clásica, su música me entusiasmó desde crio. Uno de los grandes. Y vi de nuevo esta peli, que Trecce trae hoy al recuerdo.
ResponderEliminarUn clásico de la música de cine el maestro húngaro.
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