En su momento, algunos críticos apuntaron que este guión era antiguo y se notaba. Estoy de acuerdo a medias.
Es cierto que el guión, al parecer, dormía el sueño de los justos desde los años 70, que Woody lo había escrito pensando en un protagonista concreto, Zero Mostel, al que recordamos de "La tapadera", peli en la que coincidió con Allen, un actorazo cómico de gran éxito en Broadway, muy reconocido en EE.UU. Pero Mostel falleció repentinamente y el guión quedó para mejor ocasión.
Digo que coincido a medias con quienes hablan de guión antiguo, pues es evidente que Allen lo sometió a una profunda revisión, con el trabajo que eso debe dar, leer cosas de uno mismo para reescribirlas no es muy divertido, pero lo hizo y lo actualizó.
Por otro lado, el que sea de hace años, explica unas cuantas cosas que son más que evidentes. Por ejemplo que Allen recupera buena parte de la acidez que habían perdido sus mensajes en los últimos años y eso, al parecer y para decepción de más de uno (yo el primero), no se debe a que haya recapacitado sobre sus últimas obras, sino a esto, a que se recupera a sí mismo con el espíritu de hace 30 años.
Es cierto que el guión, al parecer, dormía el sueño de los justos desde los años 70, que Woody lo había escrito pensando en un protagonista concreto, Zero Mostel, al que recordamos de "La tapadera", peli en la que coincidió con Allen, un actorazo cómico de gran éxito en Broadway, muy reconocido en EE.UU. Pero Mostel falleció repentinamente y el guión quedó para mejor ocasión.
Digo que coincido a medias con quienes hablan de guión antiguo, pues es evidente que Allen lo sometió a una profunda revisión, con el trabajo que eso debe dar, leer cosas de uno mismo para reescribirlas no es muy divertido, pero lo hizo y lo actualizó.
Por otro lado, el que sea de hace años, explica unas cuantas cosas que son más que evidentes. Por ejemplo que Allen recupera buena parte de la acidez que habían perdido sus mensajes en los últimos años y eso, al parecer y para decepción de más de uno (yo el primero), no se debe a que haya recapacitado sobre sus últimas obras, sino a esto, a que se recupera a sí mismo con el espíritu de hace 30 años.
En cualquier caso, bienvenido sea, porque muchas de las cosas que échabamos de menos, regresan en esta película, cinismo y crítica inteligente hacia algunos de los males de la sociedad moderna, concretados en ese Nueva York que recupera tras su periplo europeo que, a lo que vemos, retomará posteriormente.
Allen da, en esta ocasión, con los actores adecuados para sus personajes, yo creo que todos ellos lo hacen bastante bien, incluso de manera brillante por momentos.
De nuevo se nota su gran dominio de la técnica narrativa, haciendo aparecer nuevas situaciones y nuevos personajes en los momentos en los que el ritmo del film lo requiere para mantener su dinamismo, es un genio en esto, sabe dar la vuelta de tuerca en el momento preciso.
Aquí quiero hacer una mención especial a dos personajes, los de los padres de la protagonista. La madre, cuyo cambio vital nos depara algunos de los mejores momentos del film, interpretada de manera más que eficaz por Patricia Clarkson, con la que había trabajado en su anterior film.
Y el padre, Ed Begley Jr., cuya historia opino que está desaprovechada, quizá resulta demasiado previsible después de las sorpresas que nos ha dado su exmujer.
Una comedia que a mí me ha resultado muy divertida, con diálogos muy ingeniosos y con la que te ríes de vez en cuando.
No es poco para cómo están los tiempos.
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