PREGUNTAS SIN RESPUESTA

Se han puesto de moda las llamadas ruedas de prensa sin preguntas, otro eufemismo de los tantos que nos rodean.
En realidad la esencia de la rueda de prensa son las preguntas de los periodistas, en teoría transmitiendo lo que la gente de la calle o, al menos, los lectores, oyentes o espectadores de sus programas preguntarían.
Quien no ha trabajado en un medio de comunicación, no sabe bien (aunque lo pueda imaginar) la de cosas que hay que tragar, muchas veces por la competencia feroz que te obliga a pasar por las horcas claudinas, pues tú puedes negarte a la componenda, pero si van otros te hallas fuera de juego y te queda la sensación de haber hurtado información a tus lectores o, desde el punto de vista crematístico, la posibilidad de perder clientela que se va a ir a otro medio.
Muy asiduos a esta modalidad, ahora que estamos en campaña, son los partidos políticos, sueltan el espiche y todo el mundo calla, no se admiten preguntas, eso molesta, no siendo que no sepan la respuesta o no interese darla.
Todo este asunto forma parte de la patraña en que vivimos, la tela de araña en la que nos tienen envueltos, solamente es noticia lo que ellos quieren que sea, lo demás son inventos desestabilizadores, cuentos de la oposición (la que ejerza de tal en cada momento), preguntas de infiltrados dirigidos por oscuras redes que quieren desalojarnos del poder a toda costa.
Y mientras tanto, la farsa sigue y ni tu pregunta, ni la mía, van a tener respuesta, en todo caso, si nos toca un político con tablas y cierta educación, hará una finta y se despachará con un brindis al sol, aunque en su fuero interno, le moleste que le incomodemos y se muerda la lengua para no darnos la respuesta que se le viene a la cabeza: Vete a la mierda.
¿Sabe lo que le digo?: Váyase Vd., todos ustedes, conmigo no cuenten.