Tras el golpe militar de julio del 36, visto que aquello iba durar más de lo previsto (al final fue bastante más), una de las primeras medidas a tomar fue el reclutamiento y movilización de tropas, los frentes abiertos eran varios y se necesitaban hombres para combatir.
En el llamado bando nacional, una de las milicias que más prestigio adquirió, sobre todo en el frente del norte, fue la de los Requetés, voluntarios carlistas, de los que, por ejemplo, se dice que en los primeros días, se movilizarón unos 20.000, solamente en Navarra.
A veces hablamos de tropas de otros paises y de la fama de temibles que tienen o tuvieron para el enemigo, pero no hace falta ir tan lejos. Sabido es que las autoridades del llamado gobierno vasco, consideraban poco menos que inexpugnable el bautizado como Cinturón de Hierro, que protegía los alrededores de Bilbao. A pesar de ello, no las debían tener todas consigo, pues en un documento emitido por dichas autoridades y encontrado en las posiciones del Bizkargui, en el frente de Vizcaya, se podía leer lo siguiente: "Los Requetés son hombres como los demás, y no hay razón alguna para pensar que no pueden ser rechazados. El que deliberadamente o por descuido diga que no se puede resistir un ataque de los Requetés debe ser tratado como un agente enemigo"
Era temido el empuje de estas unidades, hasta el punto de que entre las tropas nacionales, circulaba una frase para expresar el peligro o el arrojo de alguien: "Eres peor que un requeté confesado"
Un buen número de aquellos voluntarios, jóvenes y no tan jóvenes, dieron su vida en defensa de la Fe de Cristo y su Patria, cubiertos con la boina roja carlista ya que, muchas veces, se empeñaban en combatir con su boina roja bien visible, en lugar del casco de acero. Decían: ¡Si no llevamos la boina, no sabrán que somos requetés!
Otros, más prudentes, la llevaban bajo el casco.
Indudablemente los requetés era una fuerza de élite que no se arredraban ante nada ni ante nadie. No eran de los que corrían cuando aparecía el enemigo, como hacían los italianos que estaban en el bando llamado nacional.
ResponderEliminarIncluso las brigadas internacionales del otro bando, mucha propaganda, pero al lado de los de la boina roja, nada de nada.
Saludos cordiales
Desde luego, a Franco le hicieron un buen servicio, no siempre bien reconocido.
ResponderEliminarMe puedo llegar a imaginar lo que tuvo que ser para un pobre soldado reclutado en un frente y no en el otro simplemente por mera cuestión geografica el tener que verselas con ellos.
ResponderEliminarNunca nos quitarán,
nuestras flores de lis,
¡Dios, Patria y Rey,
hasta vencer o morir!
Y lo pensaban en serio!!!
Todo a aquél que está dispuesto hasta a dar su vida por sus ideales merece gran admiración y respeto. Los requetés ya mostraron su raza durante la guerra carlista. Era un cuerpo leal y muy disciplinado. Joder lo que me ha llamado la atención es el soldado de la foto con la cruz acuestas: "Eso es fe". Saludos Trecce.
ResponderEliminarLucharemos todos juntos, todos juntos en unión, defendiendo la bandera de la Santa Tradición....
ResponderEliminarEl enemigo común dispone curiosos compañeros de combate en casi todas las guerras, y la Civil del 36 no fue una excepción.
Saludos.
Navegante: Claro que lo decían en serio y tan en serio, como que estaban dispuestos a morir por su ideal.
ResponderEliminarRafa: Realmente algunas fotos de las que nos han llegado de aquella época son impresionantes y demuestran la dureza de aquellos hombres, de todos, que en esto si que no había diferencia de bandos.
ResponderEliminarMaribel: Supieron aparcar sus diferencias por lo que consideraron un bien superior, la defensa de una patria unida y cristiana.
ResponderEliminarHistóricamente fue así. Buen texto
ResponderEliminarSaludos blogueros.
Así fue, más o menos, José Antonio.
ResponderEliminarLos requetés no eran tan valientes ni mucho menos como decís u os han hecho creer. Los tercios más castigados (por ejemplo, Lácar) no alcanzan cotas de mortalidad de más de un 12 % por año de guerra.
ResponderEliminarDe defensores de la fe, nada de nada, el buen Dios no necesita que Pedro le defienda con la espada. Y de cruzada cero patatero que matar sacerdotes del otro bando no le da el cielo a nadie. Los requetés fueron unos desgraciados engañados por la oligarquía
ResponderEliminarEn todas las guerras, la gran mayoría de los combatientes, son desgraciados engañados por las oligarquías, que acabado el conflicto, habrán aumentado su poder, al tiempo de deshacerse de sus enemigos, mientras los que ha combatido, o han muerto, o retornan a la vida de obediencia que llevaban antes.
EliminarTodo comentario de admiración a cualquiera de los que componían el denominado Bando Nacional siempre hace aparecer la voz discrepante, ¡no hay blog, web o foro que se escape de ello! Qué bien debe pagar el sistema a sus palmeros.
ResponderEliminarFdo. José Antonio (falangista de nombre y afiliación).
Es cierto, parece que algunas opiniones resultan demasiado molestas.
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