jueves, 10 de marzo de 2011

INTERIORES

Para saber que Woody Allen no es Ingmar Bergman, no hacía falta que yo lo dijera, como tampoco la admiración que el neoyorkino siente por el de Uppsala, pero si alguien alberga alguna duda, que se siente ante la pantalla a ver este film.
Sin reparo alguno, Allen remeda (en el mejor de los sentidos) al director sueco para crear una maravillosa película en la que desnuda el interior de una familia que se ha desenvuelto, hasta entonces, a base de guardar las formas y que a partir de la decisión de separarse que toma el padre, hace aflorar todos los desencuentros y los rencores guardados a lo largo de los años.
En este film inesperado, que pilla por sorpresa a todo el mundo, empezando por la crítica y acabando por los espectadores, Woody Allen abandona lo que para muchos son sus señas de identidad, el humor, los diálogos encadenados e imparables, la sucesión de chistes y frases ingeniosas y vuelve totalmente la oración por pasiva, empezando por que él mismo se coloca únicamente detrás de la cámara y deja el protagonismo a otros rostros.


Ni un solo chiste, reflexiones profundas sobre la muerte, la familia, las relaciones de pareja y silencio, mucho silencio, sin música, silencio desnudo o apenas acompañado con el rugido del mar, para acompañar primeros planos de los actores y esos paisajes y decorados perfectos que busca para dar esa sensación de un mundo en el que todo está en su sitio, el mundo que ha perdido la madre y que la ha llevado a la enfermedad.


Si el trabajo de los actores es encomiable y en muchos momentos la peli es tal que una obra de teatro, el de Geraldine Page es de esos que convierten a un buen actor en un gran actor. Qué dominio de la gestualidad en un rol de esos que si te salen bien te encumbran y la Page lo hace perfecto. Es curioso porque, en algún momento de la peli, en vez de ver el perfil de Geraldine Page, parece que estaba viendo el de Liv Ullman, salvando las distancias. ¿Otro homenaje de Allen a Bergman?


Con este film, Woody Allen deja en entredicho a quienes sostienen que siempre hace la misma película y sobre el mismo tema, aquí demuestra lo gran director que es, el dominio que tiene del lenguaje visual, la magnífica definición del carácter de los personajes.
Entre la gran cantidad de buenos planos de todo tipo (detalles de las casas, de los muebles, composiciones de grupo, paisajes...), me llamaron la atención dos, el encadenado de distintos rincones de la casa de la playa con que comienza la peli y el conocidísimo y estremecedor plano final con los rostros de las tres hermanas.
Una maravilla de película que, sin renunciar a cierta crudeza, está llena de delicadeza y sensibilidad.




2 comentarios:

  1. Esta peli, tubo historia de critica y aunque no la vi, si ví traylers y leí criticas. Ese giro a su carrera de la comedia al melodrama, aunque hubo muy buenas criticas y sorprendió a más de uno. Una pelicula que hasta el cambio vino de que el no salia en pantalla, vamos la primera pelicula que direge pero no actua. Aun así fue nominada para 5 oscar, señal de una gran obra de un gran actor y director en este caso como director de la pelicula de "interiores" con muy buenos actores que dierón más valor a la pelicula.Sin olvidar que fue el también el guionista todo un maestro en la gran pantalla.
    Saludos cordiales Trece.

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  2. En efecto, una gran película, de caracter muy intimista, aunque ya sabes que cada cual tiene sus gustos y habrá quien diga lo contrario.

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