Nuestros atareados gobernantes, tras arduas sesiones de trabajo, después de consultar a los miles de asesores y expertos que les "ayudan" en sus complicadas tareas y que, dicho sea de paso, pagamos entre todos, han tomado una serie de brillantes y originales medidas para sacarnos de la crisis. Meter la tijera en las obras públicas, bajar el sueldo de los funcionarios, poner a 0ºC las pensiones de los jubilados, subir los impuestos... Originales medidas que antes que ellos ya tomaron otros desde que el mundo es mundo. Leed cualquier manual de historia económica y mirad lo que hacían los reyes, los tiranos, los señores feudales y otros jefes y jefecillos cada vez que se quedaban sin pasta: Subir los impuestos.
Pero tranquilos, sus mentes siguen trabajando, esto no ha hecho más que empezar y nos seguirán sorprendiendo.
Pero tranquilos, sus mentes siguen trabajando, esto no ha hecho más que empezar y nos seguirán sorprendiendo.
La desobediencia fiscal podría ser el germen de una revolución incruenta. Pero debería ser única e infalible. Hay medios, historicamente inimaginables anteriormente para ponerla en marcha.
ResponderEliminarEn cuanto a la novela Extraños en un tren, de acuerdo, supeior a la versión cinemt. Un saludo
A mí lo que me parece mal de todo este asunto, es que, como de costumbre, unos van a pagar más (los que tienen menos) que otros (los que ya sabemos).
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