Jimmy (Andy Garcia) es un gángster retirado apodado "El Santo" porque nunca mató a un hombre; las palabras y la elegancia eran sus armas. Jimmy vive una existencia tranquila en la ciudad de Denver, su negocio ahora es grabar en vídeo a los enfermos terminales, para que estén presentes y puedan dar "consejos sobre la vida futura" a sus supervivientes. Últimamente no le ha ido muy bien y ha tenido que recurrir a usureros para tratar de seguir con su negocio en quiebra, así como con sus costosos gustos personales. Hasta que un buen día su antiguo jefe, que es el dueño de su deuda, le manda llamar y exige algo a cambio. Éste, apodado "El hombre con un plan", le propone un último trabajo: dar un susto a un chico que mantiene relaciones con la ex-novia de su hijo. Para llevar a cabo su tarea, Jimmy reúne a sus viejos compinches. Pero uno de ellos, pierde los nervios y la cosa acaba mal.
Seguramente lo más destacado de la película sea el reparto, no solo por la presencia de Andy Garcia en un papel que le va muy bien, sino por el elenco de secundarios, nombres y rostros reconocibles para los aficionados y que arropan de maravilla al protagonista.
Una historia que repite algunos clichés del género (historia de amor paralela, integrantes de la banda que van muriendo uno a uno por venganza...), con una historia que, dependiendo de los gustos y exigencias de cada cual, unos alabarán por lo que pueden considerar originalidad e ingenio del guionista (el norteamericano Scott Rosenberg) y otros que pensarán que echa manos de trucos y habilidad de veterano experto, para conducirnos a un final con el que ganarse a ese público al que no le gusta que muera el protagonista, llevándonos a una especie de valhalla de los gánsters.
Vamos, que el Santo dejó de ser santo. Santificación mediante el plomo.
ResponderEliminarÉl exactamente, no, pero igualmente pagó las consecuencias.
EliminarUna estimulante muestra de cine negro.
ResponderEliminarTiene algún toque diferente.
Eliminar