A mediados de los años 30, tres hombres escapan del penal en que cumplen condena para dedicarse a lo único que saben hacer: robar bancos. El más joven de los tres se enamora de una chica que conoció mientras estaban escondidos.
El guion adapta la novela "Thieves like us", del norteamericano Edward Anderson. El título hace referencia a los comentarios de los malhechores: “Los políticos son ladrones como nosotros, solo que tienen más cabeza y usan sus condenadas lenguas en lugar de la pistola” o “Los policías y los farmacéuticos son ladrones como nosotros” (ambos implicados años atrás en el negocio ilegal del alcohol), por no hablar de los bancos.
Antes de comenzar a robar bancos, atracarán una gasolinera, porque, como señala uno de ellos, es lo que tiene el capitalismo: para conseguir dinero, primero se necesita dinero.
La novela fue llevada al cine en dos ocasiones. La primera por Nicholas Ray en 1948 con el título “Los amantes de la noche” (“They live by night”), considerada hoy como un clásico del cine negro y la segunda, ésta, en 1973, a cargo de Robert Altman.
Caminos polvorientos, una representativa muestra de automóviles de época que van y vienen y que los delincuentes utilizan para sus fechorías, ciudades pequeñas con sus bancos que son como un apetitoso caramelo para los atracadores... Muchos de los estereotipos del género están aquí, aunque en esta ocasión vistos desde la perspectiva de los bandidos. De sobra intuímos cómo va acabar aquella aventura en la que las cosas parecen irles bien hasta que, por una desdichada casualidad, todo empieza a torcerse, sin embargo, el film resulta entretenido y con algunos mensajes sociológicos por debajo de la trama principal, aunque quizá en la película queden algo desvirtuados con respecto a la novela original.
Aunque reconozco el mérito de Robert Altman, para mí gusto la versión de Nicholas Ray resulta insuperable.
ResponderEliminarYo también lo creo.
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