Duke Anderson (Sean Connery) recién salido de la cárcel tras cumplir una condena de diez años, se reúne con su antigua novia Ingrid Everly (Dyan Cannon) en su elegante apartamento para preparar el robo de todo el edificio al enterarse de que en el mismo vive gente muy rica. Lo que ignora es que, aunque no es objeto de vigilancia policial, al cruzarse en medio de otro operativo que tienen montado, todos sus movimientos están siendo grabados.
El guion se basa en la novela The Anderson Tapes, publicada en 1970, primero de los libros escritos por el reconocido escritor estadounidense Lawrence Sanders.
Anderson ha estado tanto tiempo fuera de circulación que no es consciente de que en todos esos años, el mundo ha cambiado: La mafia, que le financia el golpe, lo hace por una especie de añoranza, por recordar los viejos tiempos, pues saben que sacan más del más cochambroso de sus garitos que lo que les va a proporcionar el atraco; la policía, que está investigando otro asunto en medio del cual se cruza el protagonista, le permite iniciar el asalto porque no les interesa, buscan peces más grandes y el asunto de la vigilancia, ha evolucionado de forma considerable. De hecho, ésta pasa por ser la primera película que aborda el asunto de la vigilancia moderna que, más tarde, sería explorado más a fondo en otras películas (véase, por ejemplo, el film de 1974, La conversación).
Sin ser una película fuera de serie, estamos ante una buena película de atracos, entretenida y con un buen elenco de intérpretes. Sidney Lumet sabe marcar el ritmo y hace avanzar adecuadamente la historia.
Curiosa la interpretación de Martin Balsam, dando vida a un personaje distinto a los que nos tiene acostumbrados, en esta ocasión un anticuario homosexual con mucha pluma y, lo cierto, es que lo hace muy bien.
Desde luego, la filmografía de Lumet parece inacabable.
ResponderEliminarInagotable, en efecto.
EliminarUn desface temporal en la delincuencia y en la policía que no es percibido porel personaje...me parece que es lo que trataste de decir
ResponderEliminarPrincipalmente en la forma de trabajar de la policía y los métodos de que disponen.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarPues a decir verdad creo que la desconocía, gracias por traerla, sin duda me la veré. Desde luego que ese 1974 fue una buena cosecha.
Saludos!
No fue mal año, no.
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