Rick Magruder (Kenneth Branagh) es un abogado de éxito, divorciado y con dos hijos pequeños, que vive en la ciudad sureña de Savannah. En su vida aparece Mallory Doss (Embeth Davidtz), una joven camarera de una empresa de catering que es acosada por su padre. Magruder consigue que arresten a Dixon (Robert Duvall), el enajenado padre de la chica y, tras citar al ex exmarido de Mallory, Pete (Tom Berenger), para que testifique contra Dixon en la corte, este es enviado a un sanatorio para ser sometido a examen, pero se escapa de allí y la vida de muchas personas corre peligro.
A pesar de que Altman se esfuerza en mantener la intriga y de los buenos intérpretes con que cuenta la película, ésta naufraga en varios sentidos, no siendo el menor la forma de comportarse del protagonista, resultando poco verosímil que un abogado con experiencia tome las decisiones que toma, de manera que su actitud es una especie de burla al espectador. La película es un thriller de misterio, al estilo del cine negro, con reveses, giros, sorpresas y algún que otro estallido de violencia, ambientada de forma conveniente y efectista cuando un huracán azota la ciudad.
Robert Altman consigue mantener cierto interés por saber cómo será el final, pero el film no logra remontar el vuelo, convirtiéndose en una película no demasiado atractiva.
Pues vaya: si ni siquiera la dirección de Robert Altman es capaz de suscitar interés, apaga y vámonos.
ResponderEliminarAltman es un viejo zorro y echa mano de los trucos del género, pero ni aún así.
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