César (Erick Elias) es un chef exitoso, dueño de un restaurante italo-mexicano junto con su gran amigo Paolo (Adal Ramones), un hombre alegre y optimista. César está felizmente casado con Amelia (Ximena Gonzalez-Rubio), con quien tiene un hijo de diez años llamado Enrique (Ricardo Zertuche). Poco antes de cumplir cuarenta años, descubre repentinamente que su esposa le ha ocultado algo importante durante mucho tiempo. Deprimido y derrotado, César siente que se le cae el mundo encima. Pero justo en el momento de crisis, César tiene que ir con Paolo a Cancún, a concursar en un certamen para los mejores pequeños restaurantes de México. El chef recupera confianza en sí mismo gracias a Naomi (Gaby Espino), una mujer irónica y fuerte, que conoce en el hotel de playa, y que le enseña a lidiar de manera equilibrada con las sorpresas desagradables que se presentan en la vida.
Película de Netflix que, al parecer, conforme he leído en algún sitio, ha tenido cierto éxito en Hispanoamérica, lo cual no me consta, tampoco lo contrario.
Si no queremos meternos en profundidades, ni empezar a masacrar el film, habremos de conformarnos con decir que es una película sencillita, tirando a simplona.
Tener al bellezón de Gaby Espino luciendo palmito y paseándose en bikini por el film, aunque alegre la vista, no sirve para salvar la película que tiene un argumento ligero y, si hay algún asunto del que pudiera sacar algo más, no lo hace, quedándose en la superficie, como si no quisiera ofender a nadie y, claro, con esto, lo que a veces consigues, es que tampoco acabas de convencer a ninguno. Ni el asunto del niño que no es hijo del protagonista, sino de una relación anterior de su esposa, que se la ha ocultado después de diez años de matrimonio; ni el de los concursos estos de gastronomía, que tanto proliferan últimamente y que pudieran dar para mucho; ni el personaje de Naomi, una mujer de su tiempo, liberada, independiente, que no quiere compromisos, pero que no renuncia a darse un respiro satisfactorio por el hecho de ser mujer, son más que meras excusas para sacar alguna sonrisilla a los menos exigentes y, como digo, el guión no quiere bucear en esos asuntos y se queda en la superficie, cuando no en la misma orilla, vamos, que no se moja.
Por lo que cuentas, no parece que vaya a ganar el Óscar a mejor película.
ResponderEliminarCon los Oscar nunca se sabe, pero no creo.
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