Wyatt Earp (Burt Lancaster), el sheriff de Dodge City, viaja hasta la ciudad de Tombstone (Arizona) para ayudar al marshall de la misma, su hermano Virgil (John Hudson), que le ha solicitado su presencia para tratar de pacificar la situación provocada por la banda de los Clanton, una poderosa familia que tiene atemorizado a todo el pueblo. Hasta allí ha cabalgado con John "Doc" Holliday (Kirk Douglas), un jugador borracho y tuberculoso a quien salvó la vida en una ocasión que le ayudará en su enfrentamiento con los Clanton.
El guión, de León Uris, desarrolla un artículo escrito por George Scullin sobre este hecho real que tuvo lugar el 26 de octubre de 1881 en un lugar conocido como O.K. Corral, un tiroteo que duró treinta segundos, con el resultado de tres hombres muertos después de un intercambio de treinta y cuatro balas.
El relato que vemos en el film se toma bastantes licencias con respecto a la verdadera historia pues, por lo que parece, aunque es cierto que los Clanton capitaneaban una banda de atracadores de bancos y salteadores de trenes, no parece que los hermanos Earp fueran precisamente unas hermanitas de la caridad, ni los íntegros servidores de la ley que aquí se nos pintan, sino que tenían establecido una especie de coto privado en Tombstone donde imponían sus normas, no siempre tan imparciales como pudiera parecer.
Pero el planteamiento que hace el film es el de un enfrentamiento entre buenos y malos y adapta la situación a sus pretensiones.
Estamos ante un clásico del western, una historia que, con más o menos variantes, ha sido llevada unas cuantas veces a la pantalla. No voy a decir que esta sea la mejor versión, porque está aquello de los gustos y, lo cierto es que hay alguna otra de bastante nivel, pero la de John Sturges es mítica, entre otras cosas por ese maravilloso duelo interpretativo entre dos grandes monstruos de la pantalla y el elenco de maravillosos secundarios.
El vestuario, de la no menos mítica Edith Head, alcanza sus diseños más llamativos en los modelos que lucen las dos principales intérpretes femeninas. Y tampoco podemos olvidar el apartado musical, a cargo de otro clásico del cine, Dimitri Tiomkin, que incluye la canción "Gunfight At The OK Corral", interpretada por Frankie Laine, de tonos épicos y muy pegadiza.
Me quedo con la versión de John Ford, "Pasión de los fuertes", claro que es una obra maestra. En cualquier caso, Duelo de titanes es una muy buena película, con interpretaciones a la altura del mítico duelo.
ResponderEliminarLo cierto es que en ambos casos estamos hablando de cine de gran nivel.
EliminarCómo bien dices, hay mejores versiones, pero a mí me encanta esta y me trae muy buenos recuerdos.
ResponderEliminarFeliz jueves.
Esta es de las mejores, sin duda.
EliminarUno de aquellos casos en los que el título ha acabado siendo más célebre que la propia película.
ResponderEliminarEs que tener esos dos nombres encabezando el cartel, pesa mucho.
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