Alexia (Agathe Rousselle) sufre un accidente de tráfico cuando viaja en automóvil con su padre, que le provoca una terrible lesión en el cráneo y le colocan una placa de titanio en la cabeza. Al salir del hospital, rechaza a sus padres y abraza apasionadamente el auto que casi la mata. Los próximos años tiene problemas con su sexualidad y conoce a Vincent (Vincent Lindon), un hombre torturado que trata de conservar su fuerza inyectándose esteroides en su cuerpo envejecido.
Controvertida y provocadora película de la francesa Julia Ducournau, que se llevó la Palma de Oro en el último festival de Cannes, no sin polémica.
Toma cosas de varios géneros y podemos ver claramente su componente de ciencia ficción, aunque también reflexiona sobre la identidad de género o el amor y no únicamente el referido a la atracción sexual, sino a la afectividad, con un padre que busca a su hijo desaparecido hace diez años y al que no le importa descubrir que a quien ha tomado por tal, Alexia, no lo es y no solo eso, sino que es una mujer, él está deseoso de entregar amor y ella necesita recibirlo, pero ha rechazado hasta ese momento, y de forma violenta, cualquier acercamiento hacia otras personas.
Algunas críticas hacen hincapié en los momentos gore del film y lo desagradable que ha resultado para algunos espectadores, a mí me parece que no muestra nada que no hayamos visto en otras ocasiones.
Lo que sí opino es que centra mucho su forma de narrar en la provocación y que su estética llamativa y por momentos violenta, puede resultar excesiva para muchos. De cualquier modo, Ducournau ha manifestado en alguna ocasión su idea de que su trabajo no consiste en explicar su arte, sino que busca que sea el espectador quien le de su propio significado, así que si lo que sugiere la película a cualquiera de Vds. difiere de lo que explican otros, incluídos los críticos profesionales o las páginas especializadas, no crean que son más tontos o más listos que ellos, solo están respondiendo a lo que busca la autora. Y si les ocurre lo que a algunos, que cuando acaben de ver el film se preguntan qué es exactamente lo que han estado viendo, incluso si no les gusta, sepan que no son los únicos a los que les ocurre esto.
Dicen que más pueden dos tetas que dos carretas, pero un buen golpe puede hacer cambiar los gustos de uno.
ResponderEliminarSin duda.
EliminarDe esta directora ya me impactó su anterior película, "Crudo" (2016). Aunque también es cierto lo que dices más arriba: ¿queda algo que no hayamos visto ya en una pantalla?
ResponderEliminarA veces tratan de sorprendernos con secuencias llamativas, pero no siempre se consigue ese efecto.
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