El azar y el aliciente de los 200 dólares que ofrece el dueño de la diligencia que fue asaltada, obliga a un sencillo ranchero, Dan Evans (Van Heflin), a sustituir al sheriff para escoltar a Ben Wade (Glenn Ford), un peligroso delincuente, que es, además el jefe de una banda de temibles forajidos. Tras cometer un asesinato, Ben es apresado y escoltado hasta un pueblo, por donde pasa el tren que debe llevarlo a Yuma (Arizona) para ser juzgado. Mientras tanto, su banda prepara su rescate.
El guión adapta un relato de Elmore Leonard que suele publicarse acompañado de otros relatos de frontera. Aunque inicialmente Leonard tuvo dificultades para publicar sus relatos por ser demasiado «crudos», Hollywood no tardó en interesarse por ellos y en
1957 llevó al cine este que nos ocupa, que contó con una nueva versión en 2007 protagonizada por Russell Crowe y Christian Bale. La historia narra los riesgos que ha de afrontar el ayudante de alguacil Paul Scallen, al que encomiendan la misión de trasladar al peligroso forajido Jim Kidd desde Fort Huachuca a la ciudad de Contention, donde deberá tomar un tren con destino a la prisión de Yuma.
Ambientación de western para este retrato psicológico de personajes en el que queda patente la envidia de cada uno de los dos protagonistas por lo que el otro tiene.
Evans, un simple ranchero, casado y con dos hijos, trabajador de una tierra dura y poco agradecida, se enfrenta a una terrible y prolongada sequía que pone en peligro la supervivencia de su ganado. Además se siente frustrado por no poder dar a su familia el confort que desearía, así que no es extraño que la oferta de dinero que le hace el bandido al que custodia, le haga dudar, con él podría solucionar todos sus males.
Wade se siente subyugado por los breves instantes que pasa en el hogar de los Evans. La armonía familiar, la admiración de los hijos por su padre, la entrega de la esposa que conserva rasgos de sus encantos de juventud, la comida sencilla y apetitosa, le llevan a sentir la añoranza por un modo de vivir alejado de su turbia existencia.
Tensión bien llevada y unas interpretaciones muy conseguidas. Lástima de final, nada imaginativo y que estropea lo que hasta ese momento era un magnífico y más que interesante film.
Hola Trecce!
ResponderEliminarLa tengo muy fresca pues la vi hace apenas un mes. Se me hace raro lo de Glenn Ford haciendo de malo (aunque es un malo de los que caen bien...), en todo caso coincido con tu análisis. La versión del 2007 me pareció interesante, no estaba nada mal.
Saludos!
Es un malo que cae bien.
EliminarEl hecho de que las películas se fabricasen en serie ocasionaba finales anodinos como el de esta película: gajes de rodar conforme a una fórmula prestablecida.
ResponderEliminarLo del final atropellado y sin imaginación, es una verdadera lástima.
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