Johnny Kovak (Sylvester Stallone) es un honrado y diligente empleado que trata de alcanzar el sueño americano. Después de sufrir durante años injusticias y condiciones inhumanas de trabajo, asume la responsabilidad de dirigir una campaña para sindicar a los empleados de la fábrica. Cuando la compañía responde con amenazas, intimidación y asesinatos, Johnny se ve obligado a renunciar a sus principios y aliarse con gentes del crimen organizado. Pero a medida que va sacrificando sus ideales, Johnny comprenderá que el triunfo de la causa le exigirá algo más.
Aunque en los créditos figura como coguionista, al parecer, Stallone solamente realizó algunos pequeños retoques en un guión que se basa líbremente en la figura de Jimmy Hoffa, el conocido líder sindical de los transportistas norteamericanos.
La película plantea el crecimiento de un ficticio sindicato de camioneros y el difícil equilibrio entre lo moralmente correcto y lo reprobable.
El protagonista y su amigo Abe Belkin (David Huffmann), tratan de lograr mejoras en la empresa en la que trabajan, pero son engañados y despedidos y entran en la Federación Interestatal de Transporte con el fin de captar afiliados. Promueven una huelga en la empresa Consolidated, que acaba mal, pues los empresarios hacen intervenir a los matones que tienen contratados para reventar la huelga, con la consecuencia de que hay muertos y heridos. Kovak llega a la conclusión de que hay que emplear los mismos métodos sucios y se pone en contacto con un mafioso al que conoce desde la infancia, cuyos hombres les ayudan empleando pistolas y explosivos, pero la mafia querrá cobrarse estos favores.
El sindicato se hará potente, con miles de afiliados, un gran edificio como sede central y la aparición de trepas y aprovechados. Este mundo de las convenciones de delegados en hoteles de lujo y demás, también queda reflejado en la película, así como el manejo que hacen de sus afiliados para obligarles a dejar de lado protestas que no interesan a la cúpula.
El film pretende mostrar las luces y las sombras alrededor del sindicalismo, en el que los idealistas y los pragmáticos acaban enfrentados por la diferente visión que tienen de la lucha sindical y de los métodos empleados para conseguir sus fines.
¡Qué interesante! Aunque no me gusta que Stallone se atribuya méritos ajenos, arreglar ago no es ser coguionista.
ResponderEliminarMuy feliz día y gracias por la info.
Bueno, eso es lo que se dice, vete a saber si cambió mucho o poco.
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