Sally Adams (Ethel Merman) es una rica viuda, famosa por las fiestas que celebra en Washington. Amiga del presidente, será enviada como embajadora al Gran Ducado de Lichtenburg, el país más pequeño de Europa y del que no sabe prácticamente nada, ni siquiera es capaz de situarlo en el mapa. En Lichtenburg, el duque y la duquesa están negociando un matrimonio político para su sobrina, la princesa María (Vera-Ellen), a cambio de una dote sustancial. Sin embargo, el país está desesperado por obtener fondos y recurre a la inexperta embajadora para que su país les proporcione el préstamo que tanto necesitan. Pero Sally se niega a hablar de dinero, al menos hasta que conoce al atractivo general Cosmo Constantine (George Sanders). Mientras tanto, el agregado de prensa de Sally, Kenneth Gibson (Donald O'Connor), se enamora perdidamente de la princesa María.
El guión se basa en el musical del mismo título de Howard Lindsay y Russel Crouse, con música y canciones de Irving Berlin.
Aunque Lichtenburg es un país ficticio, el personaje de Sally Adams se inspira en Perle Mesta, muy conocida en Washington, D.C. como anfitriona de fiestas y que colaboraba asiduamente con el Partido Demócrata en la recaudación de fondos, por lo que en 1949 fue nombrada embajadora en Luxemburgo por el presidente Harry S. Truman.
El realizador del film es Walter Lang y el director musical es nada menos que Alfred Newman, que se llevó un Oscar por este trabajo; además, Ethel Merman, que había representado a su personaje en el teatro hasta en 644 funciones, ganando el Tony en 1951, se llevó un Globo de Oro por su papel en este film.
Con dos vertientes, como buen musical que se precie, por un lado está la historia y, por otro, la parte artística. Como fondo tenemos dos relatos románticos paralelos, el del joven periodista y la princesa y el de los maduritos, la embajadora y el general.
La historia tiene momentos muy divertidos, sobre todo de la mano del personaje de Sally Adams, una especie de sátira sobre la política exterior norteamericana, que hace burla de la inclinación de Estados Unidos en la posguerra a prestar miles de millones de dólares a los países cuya economía había quedado arruinada. También se refleja ese provincianismo infantil de muchos norteamericanos cuando vienen al viejo continente que tanta gracia nos hace a los europeos.
La parte musical propiamente dicha está bastante conseguida, no en vano venía de una obra de gran éxito en Broadway. Adams lo hace fenomenal y George Sanders es un gran actor que además, aquí hace gala de una voz poderosa, algo que yo desconocía.
En cuanto a la pareja que conforman O'Connor y Vera-Ellen, están fantásticos en sus números de baile. O'Connor, en el solo en que está borracho, es un portento de técnica y físico y Vera-Ellen, se marca un baile en feria de Lichtenburg que nos muestra su formación clásica (muchas horas de barra debe haber tras su depurada técnica) y su magnífico estado de forma.
Tienen un par de números en pareja (en la bodega del palacio ducal y en los jardines del mismo), que son el centro de las coreografía del film, Vera-Hellen con sus maravillosos vestidos diseñados por la gran Irene Sharaff, con faldas de vuelo y capas y capas de tejido vaporoso. Creanme que no exagero si los pongo a la altura de cualquier pareja de baile del momento, no en vano Vera-Hellen estaba considerada como una de las mejores bailarinas de Hollywood y resulta un verdadero placer verles en sendos bailes líricos y románticos a un tiempo, en constante movimiento, deslizándose con una entrañable dulzura.
Hollywood estaba cambiando rápidamente debido al declive de los estudios y el auge de la televisión y, esta historia puede parecer añeja, pero tiene todo el encanto de los musicales de gran presupuesto de principios de los 50, posiblemente los mejores que se habían hecho y que se fueron para no volver jamás.
Pese a la ambientación un tanto fantasiosa de los musicales de la época dorada de Hollywood, éste es bastante realista en un detalle: el no saber situar en el mapa otro país que no sea al suyo.
ResponderEliminarTiene más detalles de esos, que resultan divertidos precisamente porque son reales.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarLa tengo algo olvidada, la vi hace mucho tiempo en una copia bastante mala. Tomo buena nota.
Saludos!
A mi me resultó divertida y los números musicales son de gran nivel.
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