jueves, 4 de febrero de 2021

CAMINO A LA ESCUELA

 


Película que narra la historia real y extraordinaria de cuatro niños, Jackson (Kenia), Carlitos (Argentina), Zahira (Marruecos) y Samuel (India), que deben enfrentarse diariamente a numerosas dificultades y peligros para llegar a la escuela. Los niños viven en cuatro zonas muy alejadas entre sí, pero comparten las mismas ganas de aprender y saben perfectamente que sólo la educación les abrirá las puertas de un futuro mejor.


Relata Pascal Plisson, realizador del documental, que cuando estaba rodando en el Lago Salado de Magadi (Kenia), vio a cinco jóvenes que llevaban una bolsa extraña en el cinturón. “Cuando les pregunté qué era, uno de ellos se adelantó y con mucho orgullo sacó una flamante pluma, pizarra y una tiza. Jadeante, me dijo que estaba de camino a la escuela. Hacía dos horas que había dejado el pueblo y corría hacia la escuela bajo el sofocante calor”. 
Ese encuentro fue lo que le determinó a colaborar con la ONG “Ayuda en Acción”, para solicitar relatos que le ayudaran a emprender la tarea de filmación. Recibieron sesenta, a cual más conmovedor. Estos cuatro, que fueron elegidos entre todos, conforman la película, cuya edición se prolongó durante dos años.


Presentada como un documental, en realidad no es tal, hay un guión, aunque sea mínimo, pero se ve que los chicos siguen pautas que les han sido requeridas, sobre todo en los diálogos que, eso sí, reflejan la realidad de su dura vida. 
Otro tanto ocurre con las secuencias y, sobre todo, con determinados planos que, claramente, están planificados para realzar la parte artística y, en casi todos los casos, sacar partido plástico y visual de los paisajes impresionante por los que transcurren los respectivos trayectos de los niños. Más allá de toda esa planificación, la película es el retrato de unos seres que luchan por un sueño en condiciones desfavorables, una llamada más a las aletargadas conciencias occidentales. Un mundo, el nuestro, en que la pereza y la indolencia se han instalado y en situaciones bastante más cómodas y menos exigentes renunciamos al más mínimo esfuerzo para conseguir los que a estos niños les supone incluso arriesgar la vida: Ir a la escuela. Algo que no debería ser un sacrificio, sino todo un honor. 
La película de Plisson trata de dejar de lado, en la medida de lo posible, la condescendencia y la sensiblería, algo que sería sencillo dado el asunto tratado y las historias contadas, para reflejar la realidad, si bien esta se halla un tanto edulcorada, como si fuera un cuento de Disney (que por cierto estuvo implicada en la producción) y como si la pobreza y el esfuerzo de los niños tuviera un trasfondo de situación feliz. Pienso que podría haber dado bastante más si se hubiera enfocado de otra manera, profundizando un poco más en la vida de estos niños y en su entorno, pero bueno, es una opinión personal. 
Las historias se van entremezclando y observamos atisbos de la vida familiar y de la sociedad en que se desarrolla el existir diario de estos jóvenes y también de algunos de los peligros y sacrificios que deben enfrentar. Eso sí, ya he dicho que con un envoltorio de felicidad asumida que tiene algo de cuento didáctico.




8 comentarios:

  1. Hola Trecce, como estas?
    Muy bueno el resumen de esta pelicula; una historia que perfectamente podria filmarse en el interior de Argentina y muchos paises que presentan esta problematica social.
    Me llamo la atencion de la presencia de un niño argentino 😊.
    Un placer leer tu reseña, que tratare de verla.
    Un fuerte abrazo!!

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    1. Los argentinos son Carlos y su hermana Micaela ("Mica") Yáñez. Viven en la Patagonia y todos los días recorren 18 Km. a caballo para ir a la escuela. Se levantan a las 6 de la mañana y hasta las cinco de la tarde no están de nuevo en casa.
      Todos los niños que salen en el film, son pequeños héroes que se esfuerzan de manera increíble por adquirir una cultura que les ayude a mejorar su vida.
      Es muy interesante.

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  2. Una película tan sencilla como notable. La proyectaron en un cine de la comarca y tuvo un éxito enorme, duró semanas en cartel (eso es muy poco común fuera de la capital).

    Saludos.

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    1. Muy ilustrativa de una realidad que no está tan lejos como pudiéramos pensar.

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  3. Y pensar que aquí hay alumnos que se saltan las clases... Pese a ese tono edulcorado que mencionas, la película da cumplido testimonio de lo que, por desgracia, es una realidad en buena parte del planeta.

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    1. Ese es, quizá, el principal mensaje del film: Mientras aquí hay alumnos a los que les cuesta trabajo ir a la escuela por pura vagancia, hay niños que se juegan la vida, literalmente, por ir cada día al colegio.

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  4. Hola Trecce!
    Ese detalle que mencionas sobre la bolsa, la tiza y la pizarra es muy revelador. Este tipo de películas debería despertar conciencias, supongo que es de las que te dejan medio ko cuando acabas de verla.
    Saludos!

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    1. Más que dejarte KO, te hace reflexionar, pero como está hecha con cierto tono amable, no es de las que pone triste, más bien abre una puerta al optimismo.

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