En realidad, este proyecto del que vamos a hablar, no lo rodó en España, ni en ningún otro lugar, fue una de las muchas películas que el maestro de Maine jamás llegó a rodar a pesar de haberlas tenido en mente, algunas nunca fueron llevadas a la pantalla, otras, como La reina de África o El espía de dos cabezas, finalmente fueron encargadas a otros realizadores.
La película frustrada a la que nos referimos fue "La compañía blanca" ("The white company"), basada en una novela homónima de Sir Arthur Conan Doyle, de hecho, en palabras del autor escocés, era su novela favorita. En ella, los tres amigos protagonistas Alleyne Edricson, un joven monje del monasterio de Beaulieu que se marcha para conocer mundo; Juan de Hordle, un gigantesco hombretón expulsado de dicho monasterio; y Samkin Aylward, un experto arquero se encuentran en el camino de la vida y deciden sumarse a la tropa de la Compañía Blanca, comandada por Sir Nigel Loring. Con ésta recorrerán Europa, desde los bosques de Bucklershard a los valles de Pamplona, haciendo la guerra por su cuenta.
En el proyecto de Ford, un joven va a luchar a Francia durante la Guerra de los Cien Años. Se había pensado contar con John Wayne, Laurence Olivier, Alec Guinness y Susan Hampshire. Durante cerca de diez años se llevaron negociaciones y el rodaje estuvo a un paso de haberse iniciado en España, con la producción de Samuel Bronston. Pero los herederos de Doyle pedían una suma desorbitada por los derechos: Primero 100.000 dólares más el 25% de los beneficios del productor y más tarde, pidieron 200.000 dólares.
Así como algunas otras películas, cuyos proyectos no llegaron a buen término, fueron pronto descartadas y olvidadas por Ford, en esta tenía mucho interés, era un proyecto largamente acariciado por el realizador y en los años setenta del pasado siglo, aún hablaba de rodarla. En su momento, Ford viajó a Madrid para hablar con Bronston del proyecto y afirmaba que el libro de Conan Doyle, lo había leído año tras año desde que tenía ocho.
¿Qué hubiera hecho Ford con este argumento? Nunca lo sabremos y es una lástima. Tag Gallagher, en su libro sobre Ford, afirma que, en sus manos, se hubiera parecido al episodio sobre la Guerra Civil de La conquista del Oeste: Las luminosas esperanzas de la juventud marchan a la guerra sólo para encontrar desilusión y una sabiduría no buscada.
¡Qué tronco de película hubiese sido!...Los herederos de Doyle deben estar todavía lamentando su avaricia (aunque creo que ya los derechos están liberados)
ResponderEliminarEsta anácdota tan interesante la desconocía totalmente. Gracias por ilustrarnos.
Gracias a ti por tu amable visita y tus comentarios.
EliminarLa historia del cine está llena de proyectos que acabaron en agua de borrajas. Ni siquiera uno de los grandes, como Ford, se libró de semejante maldición. Por cierto: esta noche están pasando "El hombre tranquilo" por La 2.
ResponderEliminarUno de los films que nunca me canso de ver.
EliminarTantos proyectos que nunca llegaron a buen término. Tantos como los que sí llegaron, no me refiero a Ford, sino en general. Con respecto a la película, no me imagino cómo acabaría, dado el carácter de ambos, de Ford y de Bronston. De todas formas, las películas históricas no eran el género fuerte del maestro, aunque si le gustaba tanto la novela, nunca se sabe...
ResponderEliminarEfectivamente, nunca lo sabremos.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarLa dimensión de Ford no deja de asombrarme. Algo había leído sobre sus proyectos que se quedaron por el camino. Sin lugar a dudas uno de los pilares del 7º arte.
Saludos!
Este tipo de personas, con tanta creatividad, es imposible que lleve a efecto todo lo que pasa por su cabeza.
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