miércoles, 7 de noviembre de 2018

CUNA DE HÉROES

La película está basada en la autobiografía de Martin "Marty" Maher (Tyrone Power), un inmigrante irlandés que se alistó en el ejército de los Estados Unidos en 1898, alcanzando el grado de sargento mayor.
A pesar de ello, casi toda la película es pura invención.
Marty llega a los EE.UU. desde una empobrecida Irlanda, con el billete cosido en su chaqueta.
Encuentra trabajo como camarero para servir a los cadetes en el comedor de la Academia Militar de West Point, sin embargo, no parece que Marty sea un tipo con demasiadas luces, no hace más que meterse en problemas, su trabajo deja bastante que desear y después de varios meses, aún no ha cobrado un solo dólar que poder envíar a su padre, pues todos sus ingresos le son descontados de la nómina para pagar los desperfectos que ocasiona y, aún así, no le alcanza para saldar la deuda.
Cuando se da cuenta de que a él le toca pagar las averías que ocasiona y los soldados despachan las mismas situaciones con unos días de calabozo, algo que a él no le importa, se alista en el ejército. El capitán Herman J. Kohler (Ward Bond), instructor jefe, le propone hacerse cargo de los entrenamientos de boxeo y, más adelante, aunque no sabe nadar, será el responsable de natación.
Cuando la nueva cocinera de los Kohler, Mary O'Donnell (Maureen O'Hara), una irlandesa de pelo rojo, llega a la Academia, Marty hará todo lo posible por atraer la atención de la muchacha.


La película nos muestra algunos aspectos de la vida interior de West Point al estilo de cómo retrata Ford los fuertes en sus películas sobre la caballería. Mundos sujetos a férreas normas y tradiciones, pero en los que también impera un especial espíritu de camaradería, un lugar en el que los amigos se consuelan y que ejerce sobre los que allí están una especie de fascinación, a pesar de la dureza, que hace que jamás olviden los años allí pasados. Como le ocurre a Marty que, por más propósito que hace de abandonar la institución, incluso lo pone en práctica en una ocasión, siempre acaba reenganchándose.
Si nos paramos a pensarlo, el asunto central de la película es el sentido de la vida, a través de los sentimientos del protagonista.
A pesar de los destellos que nos va dejando Ford a lo largo del film, con algunas secuencias maravillosas (la muerte de Mary, el emotivo desfile final...), a mí siempre me ha resultado una película algo pesada a la que le sobran bastantes minutos. Hay que reconocer, no obstante que el maestro es capaz de sacar más de lo razonable de argumentos que, en principio, parecen bastante pobres.




2 comentarios:

  1. Es una buena película, la he visto varias veces y siempre pienso lo mismo: hay un fallo de casting, o varios: Ward Bond de oficial en lugar de suboficial, y Tyrone Power al revés. No termino de creermelo, en cualquier caso la película está muy bien rodada y Ford sabe de lo que habla, me refiero a la ambientación y al régimen que hay en las academias militares, muy parecido al de nuestra Escuela Naval, por ejemplo.

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