Mary Beard, catedrática de Clásicas en el Newham College de Cambridge, miembro de prestigiosas instituciones académicas y Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2016, nos acerca con esta obra sus conocimientos sobre el mundo de la Roma antigua adquiridos a lo largo de cincuenta años dedicados al estudio e investigación sobre esos romanos del primer milenio.
¿Por qué una pequeña aldea del centro de Italia, fundada según sus propias tradiciones en el 753 a.C., se expandió de un modo tan espectacular? Esa es quizá la pregunta que planea sobre todo el texto del libro y a la que la autora trata de dar una respuesta coherente. Roma es algo más que el morbo que suscitan algunos de los actos de sus mandatarios, la admiración por sus éxitos militares o por sus brillantes obras públicas, al cabo de dos mil años sigue siendo la base de nuestra cultura y nuestra política, de cómo vemos el mundo y nuestro lugar en él. Las academias militares siguen estudiando las campañas de César, en los foros, Cicerón sigue siendo un ejemplo de elocuencia y no hay plan de estudios de derecho que se precie que no reserve una asignatura para el estudio en exclusiva del derecho romano.
Es un libro serio en su planteamiento y hecho con rigurosidad académica, pero se lee como una novela, pero no una novela aburrida, en palabras de Luis Alberto de Cuenca, Mary Beard no escribre como Faulkner o Proust, escritores tan aburridos y pesados de leer, sino que hay que pensar en novelistas chispeantes como Stevenson, para dar una idea del placer que proporciona la lectura de esta obra.
El trabajo de Beard ha sido arduo y resulta de lo más interesante, pues se dedica a una época de la que disponemos de poca información de primera mano, pues si de los últimos años de la República y primeros de gobiernos unipersonales, hay abundantes testimonios, la cosa se complica cuando buceamos en los tiempos más remotos (el libro se detiene en el año 212 d.C., cuando el emperador Caracalla adoptó la medida de convertir en ciudadanos romanos de pleno derecho a todos los habitantes libres del Imperio).
De cualquier modo, SPQR no es una obra de simple admiración y la autora se dedica a desmontar algunos de los mitos que han llegado hasta nosotros, tratando de hacernos ver, a través de los datos recabados, que los romanos no tenían un grandioso plan para conquistar el mundo, pero tampoco se dedicaron a aplastar brutalmente a pueblos pacíficos que se ocupaban de sus propios asuntos. Ni héroes, ni demonios.
Seguramente, como explica la propia autora, no debe exagerarse el hecho de que tengamos que aprender directamente de los romanos, ni siquiera de los antiguos griegos, la cultura occidental tiene una herencia muy variada, pero de lo que no cabe duda es de que muchos de nuestros supuestos actuales, sobre el poder, la ciudadanía, la responsabilidad, la violencia política o el lujo y la belleza, se han configurado y puesto a prueba en diálogo con los romanos y sus textos.
Un libro sobre un mundo fascinante que tan de cerca nos toca, recomendable por igual a los aficionados a la historia, tanto como a quienes, víctimas de este sistema educativo, quieran escapar de su discutible plan de conocimientos y ahondar de forma rigurosa, ingeniosa y amena en esta historia de romanos.
Mucho nos enseñaron y mucho tenemos que aprender, aunque por supuesto la antigua Roma, también tuviera épocas de auténtico barbarismo.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Como digo en la entrada, ni héroes, ni demonios.
EliminarIgnoro cual es la causa del porqué Roma creo una organización administrativa que aún perdura en Europa (municipios, provincias, concejalías, etc.), un sistema jurídico que usamos la mitad del mundo desde hace dos mil años, y un ejército (Las Legiones) que todavía copian los grandes ejércitos actuales.
ResponderEliminarIncluso hay ciudades que están donde están, porque los romanos decidieron construírlas allí. Un ejemplo claro es el de Londres.
EliminarHe leído tu post porque lo compré el otro día y con este asunto no hay spoiler que temer. Lo he ojeado y parece de lo más interesante.
ResponderEliminarDe lo más recomendable.
Creo que es un estupendo trabajo y que además está muy bien escrito.
EliminarA pesar de los años pasados, seguimos bebiendo todavía en la vieja Roma Clásica y, para comprender esa vieja cultura, nada mejor que leer a la académica inglesa Mary Beard, que te introduce en aquellos hechos sin aburrirte lo más mínimo
ResponderEliminarEs nuestro propio pasado y, como dices, la escritura de Mary Beard, resulta muy amena.
Eliminar