Jess Aarons (Josh Hutcherson), un chico que se siente extraño tanto en el colegio como en su propia casa, se ha entrenado durante todo el verano para participar en una carrera, pero llega al colegio Leslie Burke (AnnaSophia Robb) y le gana. A pesar de ello, pronto se hacen amigos. Leslie, aficionada a contar fantásticas y mágicas historias, le abre a Jess las puertas de un mundo dominado por la imaginación. A Jess le gusta dibujar, pero nunca había compartido esa afición con nadie. Los dos crean el reino secreto de Terabithia, un lugar mágico cuya entrada sólo ellos conocen. Allí reinan, luchan contra el Maestro Oscuro y sus criaturas y trazan planes para vengarse de los compañeros prepotentes del colegio.
Es una historia de dos niños que entran en un territorio donde no sólo tienen poderes, sino que pueden abordar los retos de su vida y poner en perspectiva el mundo real. Leslie y Jess son niños que se sienten marginados, tanto en el colegio como por sus padres, no llegan a sentir que conectan. Sus problemas particulares difieren, los padres de Jess están ocupados tratando de hacer que el dinero llegue hasta fin de mes, los padres de Leslie son más intelectuales y están consumidos por su propia creatividad. Aunque ambos padres quieren mucho a sus hijos, Jess y Leslie no reciben el tipo de atención que reclaman. De modo que crean su propio mundo y forjan una gran amistad. Crean su propio espacio dentro del bosque y sus experiencias en la vida real se manifiestan en sus propias creaciones.
Basado en el libro del mismo título de Katherine Paterson, publicado en 1977.
Los parecidos entre el libro y la película son muchos, hasta algunas conversaciones son literales. Sin embargo, en la novela no tenemos descripciones de ese mágico mundo, ni siquiera aparecen los malos. En cambio, en la película nos encontramos con criaturas fantásticas y hasta podemos ver el mundo, lleno de árboles, con un río largo y caudaloso que lo atraviesa. Personajes y zonas que solo con la imaginación se pueden ver y sentir.
Asimismo, el protagonismo de algunos secundarios varía, como es el caso de la hermana pequeña de Jess, May Belle (Bailee Madison), un personaje clave en la película.
Uno de los aspectos que se criticó a este film, fue el de promocionarse como una película de fantasía al estilo, por ejemplo, de Las crónicas de Narnia, y es que estamos ante una película que no responde exactamente a este tipo de historias, al menos de la forma en que, con tanto éxito por otra parte, se nos han venido contando últimamente en el cine.
Un puente hacia Terabithia es una reflexión sobre el paso de la adolescencia al mundo adulto y en la narración siempre queda claro que el mundo que imaginan los protagonistas no existe en la realidad, sino que es una especie de tabla de salvación a la que se agarran para superar sus dificultades diarias y para afianzar su amistad, porque las cosas que se comparten, son las que después se recuerdan y las que sobreviven al paso del tiempo.
Una película muy emotiva, con un final que le da mucha fuerza y un toque de distinción respecto a otros relatos similares y que resulta duro, como lo es muchas veces el proceso de madurez de las personas, al tiempo que aleccionador, con un realista mensaje de esperanza. Muchos no podrán reprimir una lágrima y acabar con el corazón encogido, pero con la sensación de haber visto una película bien hecha en base a un guión muy bien construído y unas interpretaciones entrañables.
Como te digo en otras ocasiones, no la he visto, pero si tú la recomiendas, habrá que verla cuando tercie. Aunque con la edad, cada vez tiene uno la lágrima más fácil ver películas con toques dramáticos.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Precisamente ese toque es lo que la hace diferente. Por lo demás es muy entrañable.
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