Inspirada en el libro con el mismo título de Antonio Salas, cuenta como Antonio (Nancho Novo), periodista conocido por sus reportajes de actualidad y de denuncia social, movido por aspiraciones profesionales se infiltra en los ámbitos de la prostitución de lujo en los que menudean famosillas y personajes mediáticos. Para conseguirlo cuenta con la ayuda de una presentadora de televisión, Noelia (Raquel Meroño), con la que tuvo una relación sentimental ya hace tiempo, y con Juan (Antonio Dechent), un ex policía amigo suyo que ahora es responsable de una agencia de seguridad. El amigo, que cree que Salas se está traicionando con este reportaje, le lleva a un club de alterne para que vea de cerca otra cara de la prostitución mucho más denunciable; un mundo en el que mujeres que han sido reclutadas con engaños en su país de origen, son prostituidas, y explotadas, y que sufren todo tipo de vejaciones y malos tratos. Las reflexiones de su amigo hacen dudar a Antonio y decide compaginar el reportaje que ya está haciendo con una aproximación a este mundo de mafias, extorsiones y chantajes. Pero poco a poco, la conciencia de lo que está descubriendo y la atracción que siente hacia una de las prostitutas, Susy (Jennifer Rope), le hacen entregarse cada vez con más firmeza a este submundo, sin ser muy consciente que se está metiendo en la boca del lobo y que su vida y la de todos los que le ayudan corren auténtico peligro de muerte.
Ya en Diario de Skin, la anterior película basada en un libro de Antonio Salas, había quedado apuntado el asunto de la trata de blancas, que retoma esta nueva entrega producida por Antena 3 TV y destinada a su exhibición por televisión y DVD.
La historia comienza centrada en el ambiente de la llamada prostitución de alto standing que ejercen algunas famosillas, actrices, presentadoras y azafatas de TV y otras mujeres cercanas a este mundo y del que son víctimas/clientes personajes del mundo de la farándula, toreros, futbolistas y nuevos ricos, sobre todo, a los que en ocasiones graban y posteriormente extorsionan o simplemente sirven para medro profesional de las implicadas.
De ahí va derivando a la prostitución que podríamos llamar clásica, ejercida en locales de alterne por mujeres casi siempre extranjeras, hispanas, de los países del este Europa y del África Subsahariana primordialmente, traídas a España mediante engaño, con promesas de trabajo a cambio de fuertes sumas de dinero que ellas no tienen y que irán pagando con su trabajo que las sume en la esclavitud.
El film es bastante flojo, pero nos da una idea de las ramificaciones que tiene este submundo en el que las mafias dominan un tinglado que mueve mucho dinero y en el que están implicadas personas de todo tipo al servicio de personajes sin escrúpulos para quienes la vida o la muerte no tiene más valor que el dinero.
Es cierto que se queda a medio camino en muchas cosas, que el relato no profundiza demasiado y que técnica y artísticamente deja bastante que desear, pero como denuncia de los manejos a los que se ven sometidas las chicas que caen en las redes de estas mafias, no deja de tener un alto valor testimonial.
Un mundo muy oscuro este de la prostitución, en el que la mayoría de las mujeres se ve ejerciéndolo a la fuerza. Y cuando son prostitutas de alto entandar todavía lo tienen mucho más difícil si pretenden denunciar los abusos a los que se ven sometidas, porque detrás de estas mafias, se encuentra gente muy influyente y con mucho poder. A varias les ha costado la vida, cuando han pretendido sacar los pies del tiesto. Aquí en este país tenemos a gente muy gorda,implicada en estos delitos de prostitución de lujo, pero quizás no salgan nunca a la luz. Y hay gente que por supuesto lo sabe, pero hay que callar, porque de lo contrario lo puede visitar la parca.
ResponderEliminarSalud Trecce y buen fin de semana.
Es que con este asunto, te juegas la vida, así de simple y así de trágico y peligroso.
EliminarEs un asunto en el que hasta que no se dé verdaderamente caña al cliente, poco se va a solucionar.
ResponderEliminarY además hay tanta hipocresía como dinero en el asunto.
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