Harry Potter (Daniel Radcliffe) crece en la casa de sus tíos, los Dursley, quienes le ocultan su verdadera historia familiar; al cumplir once años de edad, empiezan a llegarle cartas de remitente desconocido, que van aumentando en número a medida que sus tíos no dejan que las abra. Las mismas traen la noticia de que el niño ha sido admitido en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ya que, al igual que sus padres, tiene poderes mágicos.
Se descubre entonces que los Potter no murieron en un accidente de coche como se le había dicho a Harry, sino que habían sido asesinados en la noche de Halloween por un hechicero tenebroso conocido como lord Voldemort, quien había aterrorizado a la comunidad mágica británica años atrás. Sin embargo, algo ocurrió esa noche: Voldemort consiguió matar al matrimonio Potter pero no pudo asesinar al bebé, perdió su cuerpo y le dejó al niño una cicatriz permanente en forma de rayo en su frente.
Rubeus Hagrid (Robbie Coltrane) aparece para llevarse a Harry una noche, cuando los Dursley intentan impedir que parta rumbo al colegio. Más tarde, el hombre ayuda a Harry a comprar sus materiales escolares en el Callejón Diagon y allí éste descubre que es famoso entre los magos por haber sobrevivido al intento de homicidio. Posteriormente, el muchacho toma el tren que lo lleva a Hogwarts y allí conoce a Ronald Weasley (Rupert Grint), un chico pelirrojo hijo de magos y a Hermione Granger (Emma Watson), una jovencita de origen muggle con altas aspiraciones académicas. Los tres se hacen amigos y más tarde, durante su año escolar, se ven envueltos en una serie de episodios relacionados con un objeto escondido en las profundidades del edificio: la piedra filosofal, un mineral con el poder de producir el elixir de la vida eterna. Diferentes hechos les hacen suponer que uno de sus profesores, Severus Snape (Alan Rickman), desea conseguir la piedra para entregársela a Voldemort, con quien el docente estaría confabulado.
El guión se basa en la novela homónima de la británica J. K. Rowling, de la que la editorial Bloomsbury publicó en 1997 una edición de apenas 500 ejemplares, muchos de ellos repartidos por bibliotecas y que se convirtió en uno de los mayores éxitos editoriales del pasado siglo.
Aún recuerdo las expectativas con que empecé a leer, años ha, el primer libro de Harry Potter. En mis manos había caído un cromo de alguna de estas colecciones de cereales, supongo, en el que, bajo la viñeta o la foto, aparecía un pequeño texto de la novela. En el que yo vi, había una lechuza y en el texto, se reproducía la dirección a que iba dirigida la carta que portaba el ave:
SeñorHarry Potter.
4 de Privet Drive,
Alacena debajo de la escalera.
Me pareció tan original que un niño, al que sus tíos habían adoptado a la fuerza, estuviera viviendo en la alacena debajo de la escalera, que quienes le enviaban las cartas conocieran esa circunstancia y la hicieran constar en la dirección y que las cartas se las llevara una lechuza, que todo aquello despertó mi curiosidad. Así que cuando el maestro de mi hijo me dijo que les había mandado comprar el libro, para ver si, tratándose de una novela tan de moda, incentivaba la afición a lectura de los niños, me faltó tiempo, en cuanto el libro estuvo en casa, para leérmelo.
Ya entonces, mi primera impresión fue muy positiva, me pareció muy original, escrito con cierta destreza y atractivo en sus planteamientos y desarrollo. Leí los dos siguientes y, confieso que ahí me cansé, porque me pareció que la señora Rowling, ya le estaba dando vueltas a lo mismo y la originalidad que me cautivó al principio, se había ido diluyendo.
La película está bien, con acertada dirección y unas interpretaciones aceptables, algunas de actores muy conocidos (Richard Harris, Maggie Smith, Alan Rickman...) y otras, las de los jovencitos, entonces desconocidos y alguno de ellos consagrado después, como es el caso de Emma Watson.
Respeta en líneas generales el relato original, dedicándose sobre todo a la presentación personajes y sus circunstancias y a la vida en el colegio y sabe mantener bastante bien la tensión en la aventura que ocupa la segunda parte del film.
Está acompañada de una acertada banda sonora que firma el maestro John Williams.
Un buen arranque para la saga que sabe mezclar aventura, humor y esa especie de ilusión que despiertan este tipo de historias.
La saga ahora mismo creo que ha llegado a 7 novelas y otros 3 o 4 libros anexos, con millones de seguidores (bastante frikis muchos de ellos) a nivel mundial. Se han rodado creo 4 o 5 películas, creo y la verdad que debo ser muy raro ya que aunque las han puesto en la tele, no he logrado ver ninguna al completo.
ResponderEliminarDe las novelas solamente he leído completa la primera, y fue para mí una gran decepción. Supongo que me pillo mayor y con bastantes otras lecturas de fantasía a mis espaldas, y siempre he considerado que no es para tanto bombo como le dan. Las siguientes ya me parecen auténticos pestiños, sumamente repetitivos solo aptos para convencidos y fans del tema.
Pese a todo se la he comprado a un par de sobrinas y a mi hija le he dado la primera novela, más que nada para estimularles en la lectura y sacarlos de los libros infantiles hacia horizontes mejores, pero creo que no deberían usarse para nada más. Son libros para leer en la segunda mitad de la primaria y abandonarlos al llegar a secundaria por obras con mayor entidad.
Si sirven para estimular la lectura, bienvenidos sean.
EliminarPor cierto el protagonista cuántos años tiene ya, porque el tiempo pasa muy deprisa.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Desde luego un niño ya no es, ha crecido haciendo las películas.
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