Evelyn Couch (Kathy Bates) vive una existencia gris. Es una mujer de mediana edad, acomplejada y totalmente frustrada con todo lo que la rodea. Sin embargo, la manera de ver el mundo que tiene una persona puede cambiar cuando menos se lo espera. En una visita al asilo donde reside la tía de su marido, Evelyn conoce a la anciana Ninny Threadgoode (Jessica Tandy), que le empieza a explicar cosas de un pequeño pueblo llamado Whistle Stop, cuya vida giró un tiempo en torno a un café. De pronto, a Evelyn se le abre una luminosa ventana al pasado por la que entra un aire de una frescura desconocida para ella. Remontándose a finales de la década de 1920, Ninny explica historias cuyas protagonistas son Idgie Threadgoode (Mary Stuart Masterson) y Ruth Jamison (Mary-Louise Parker), dos espíritus sensibles, alegres y llenos de una admirable energía vital, que saben sobreponerse a las dificultades y saborear el gusto por la vida. Ambas eran entrañables amigas y cuando Ruth se casa, Idgie va a visitarla y descubre que su marido la maltrata físicamente, hasta que Ruth se cansa y decide abandonar a su esposo, para irse a vivir con Idgie, junto a la cual abrirá un café en Whistle Stop.
Sin embargo, el marido de Ruth no se conformará así como así y menos cuando nace el hijo de ambos. Tras algunas amenazas, una noche en que Idgie y Rurh están en la función benéfica de la parroquia, se presenta ante el café, con la pretensión de llevarse al bebé.
A pesar de abordar temas tan difíciles como los malos tratos, el racismo, el lesbianismo, la miseria, el alcoholismo o el envejecimiento, es una película optimista, en la que, como por arte de magia, todo encaja a la perfección y acaba cautivando al espectador. Lejos del dramón en el que fácilmente podía haber caído la historia, la elegancia, los pequeños toques de humor y el espíritu optimista de los personajes, hacen del film una de esas películas inolvidables que siempre resultan gratas de volver a ver.
En la novela de Fannie Flagg están presentes todos esos detalles y las suculentas historias que nos trae el film, que ha de hacer un inmenso trabajo de compresión para que quepa en él todo lo que Flagg había desarrollado en su libro, incluída la relación entre Idgie y Ruth, un amor que queda más explicito en la novela, pero siempre sugerido, algo que recoge muy bien la película, conservando la ambigüedad con que es trasladada al espectador.
El film es una historia de mujeres fuertes en una sociedad totalmente machista y un tanto retrógrada, pero ellas, con el encanto que destilan, saben encontrar aliados que no buscan, sino que van hacia ellas de manera espontánea seducidos por su forma de ser y de tratar a quienes las rodean sin importarles si son fuertes o débiles, blancos o negros.
Una película imperecedera por su forma de tratar asuntos que igualmente lo son, con esa intriga que añade interés al film, envuelto en una excelente fotografía y con un trabajo de actores inmenso.
Una gran película, para una gran historia.
Está visto que los malos tratos, el racismo y el machismo es de todas las épocas. Y la escritora norteamericana, Fannie Flagg, lo plasma muy bien en su novela, y la película no se queda atrás.
ResponderEliminarLa novela de Fannie Flagg es magnífica.
EliminarCuenta cosas muy tremendas en clave de humor.
ResponderEliminarMuy buena, aunque las actrices Tandy y Bates para mí lo mejor.
Bates venía de ganar un Oscar con "Misery" y a Tandy siempre es una delicia verla.
Eliminar