Aun recuerdo el revuelo que produjo la novela cuando apareció, allá en el ya lejano 1981, una brisa de aire fresco recorrió la literatura en castellano del momento, como si alguien hubiera abierto una ventana oculta y se hubiera renovado el aire que la poblaba.
Belver Yin es una novela de amor entre dos hermanos gemelos Belver Yin y Nitya Yang, ambientada en la China de la primera mitad del siglo pasado. Todo en ella resulta atractivo para el lector, desde la misma narración en sí, hasta sus personajes o los lugares entre decadentes y mágicos en que se desarrolla.
La novela está poblada de opuestos que, al tiempo, son complementarios; los dos protagonistas, cuyos nombres no están elegidos al azar, pero también lo masculino y lo femenino, el mando y la sumisión, lo transparente y lo opaco, la inocencia y la corrupción, el afecto y el desdén, lo bueno y lo malo.
Quizá las nuevas generaciones, lean con mucha más naturalidad, debido a la moral más abierta que predomina ahora, esta novela en la que el autor ni enjuicia, ni justifica a sus personajes, tratando de conseguir la complicidad del lector para que ponga algo de su parte y se implique de algún modo en el relato. Quienes sienten esa complicidad, a veces fría y distante, se verán enganchados por la lectura de un libro magníficamente conformado y compuesto, sin amaneramientos, que consigue engarzar (de nuevo la dualidad), la sencillez con lo culto, resultando a un tiempo ágil y profundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario