Una vez por semana, Héctor, un solitario y maduro profesor de piano, se reúne con la misteriosa y joven Blanca, y juntos van inventando y escenificando todas las ceremonias que el deseo les sugiere. Héctor escribe algunas notas sobre Chopin y su estancia en Valldemosa con George Sand, imagina cómo pudo ser su vida allí, se recrea, mientras prepara un recital en el que los Nocturnos del maestro polaco conformarán el programa.
Héctor imagina situaciones que su libido convierte en reales y en la que a veces participan personas de carne y hueso, como Elisa, la aplicada alumna que, poco a poco, va cediendo a las insinuaciones de su maestro. Pero una trivial consulta a una psiquiatra va a trastornar el mundo de Héctor, tan elaboradamente satisfactorio. Y sobre el desorden de las pasiones, del que ya empieza a cansarse, planea el enigmático silencio de Blanca.
Silencio de Blanca es una novela erótica, de hecho ganó el "XVIII Premio La sonrisa vertical" en enero de 1996, pero no es una novela erótica al uso, sino propicia a la reflexión y con un lugar para la sorpresa.
Somoza es un reputado autor de novelas de misterio y este tiene su lugar, y muy importante, en el texto. El personaje protagonista está armado de tal forma que llena de dudas al lector que no sabe bien si lo que le están contando forma parte de la realidad o es fruto de la imaginación de Héctor, hasta llegar al inesperado final, totalmente revelador de todas cuantas dudas se nos han ido planteando a lo largo del texto.
A pesar del erotismo que desprenden ciertos pasajes del libro, está claro que lo que mueve principalmente al autor es el análisis de la psicología del protagonista. Los personajes no resultan del todo creíbles y la estructura de la novela resulta complicada, quizás demasiado ambiciosa, incluso esas partes relativas a Chopin, me han parecido poco conseguidas, todo esto queda compensado por el dominio del lenguaje y la soltura a la hora de hacer avanzar la trama.
Los rituales en los que, a modo de capítulos, divide la novela, están cargados de morbo y el final está muy conseguido.
Conozco alguna otra obra,de de este novelista cubano, La Caja de Marfil y Zig Zag, pero no he leído Silencio de Blanca. Pero, por lo que indicas,es muy interesante. Habrá que hacerse con ella y leerla
ResponderEliminarCreo que es un buen entretenimiento y está bien escrita.
EliminarCon el boom de las sombras de Grey podría haber un repunte del género erótico, que se planteen que vuelva aquel premio.
ResponderEliminarCreo que el Premio La Sonrisa Vertical, cumplió su ciclo. Por cada novela pasable que lo ganaba, había un montón de bodrios que no daban la talla.
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