Sue McKinley (Alice Patten), es una joven británica que sueña desde hace tiempo con poder llevar a la pantalla una historia basada en el diario que su abuelo, director de una prisión en la India colonial, dejó escrito. En él narra la valentía con la que afrontaron las torturas y la muerte en la horca, un grupo de activistas por la independencia.
Tras algunas discusiones en la agencia para la que trabaja sobre el presupuesto con el que puede contar, Sue se traslada a la India, donde la recibe su amiga Sonia (Soha Ali Khan), el primer objetivo es seleccionar el casting del film, para lo que hacen pruebas a varios estudiantes de la universidad de Delhi, con resultados desalentadores.
Una noche, Sonia la lleva a un lugar de las afueras de la ciudad, donde un grupo de jóvenes amigos suyos, se reunen para divertirse, allí conoce a DJ (Aamir Khan), y a su pandilla, Karan (Siddhart), Sukhi (Sharman Joshi) y Aslam (Kunal Kapoor), desencantados universitarios que piensan que nada se puede hacer en su país, un lugar que se liberó de los ingleses para caer en manos de políticos corruptos. En ellos encontrará Sue a los intérpretes que estaba buscando para su película.
Para los chicos aquello supone un divertimento, una más de sus gamberradas juveniles que les sacará de la atonía en la que viven, pero poco a poco se va convirtiendo en un acicate para el despertar de sus conciencias al darse cuenta de cómo eran y lo que sentían aquellos jóvenes luchadores a los que interpretan.
El guión arranca de un poema del autor hindú Dushyant Kumar y se plantea la historia de una manera muy original. Lo que en principio nos parece que es una peli a medio camino entre lo cutre y el viodeclip, en realidad no hace sino representar la despreocupación de unos jóvenes descreídos y totalmente desencantados, imbuídos de la estética y el pensamiento occidental, alejados de toda preocupación política y social en el convencimiento de que la corrupción del país es incorregible.
Sin embargo, cuando se deciden a ayudar a Sue interpretando a aquella gente que cien años antes dio su vida por la independencia de la India, sus conciencias descubren un mundo nuevo, en el que el compromiso social sustituye a la apatía en la que vivían.
Con una fotografía colorista y unos interludios musicales que a algunos, seguramente, les resultarán extemporáneos, pero que a mí no me desagradaron, muy típicos del cine de Bollywood, Rang de Basanti es una película distinta, una propuesta refrescante para el tipo de cine que estamos acostumbrados a ver que, aún en sus tramos menos interesantes, notas que te atrapa por la originalidad con la que está planteado el mensaje que nos acerca.
Quizá hubiera suprimido la última parte del film, en la que nos narra los hechos que se desencadenan con la muerte de un joven piloto de la fuerzas aéreas indias, en un accidente que las autoridades tratan de tapar, aquí el film se vuelve maniqueo y lo que hasta ese momento se nos había narrado de una manera sencilla y original, se vuelve artificioso y hasta cierto punto manipulador e interesado y pierde frescura.
El título hace referencia a una frase hindú, "Main rang de basanti", que se occidentalizó por "píntate de amarillo", que viene a ser lo que hace alguien que está dispuesto a dar su vida por sus ideales.
La película pretende transmitir un mensaje de alegría, la juventud es así y no puede perder ese sello aún en las circunstancias más trágicas, de hecho, cuando alguno de los protagonistas está en situación desesperada, los rostros sonrientes, incluso las bromas entre ellos, tratan de resaltar ese mensaje de optimismo ante la adversidad.
No la he visto Trecce, pero gracias como siempre por mostrar muchas de estas películas que algunos desconocemos.
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que no llegó a estrenarse en España (no lo sé seguro), a pesar de que estuvo nominada a los premios de la Academia Británica como mejor película de habla no inglesa.
Eliminar