Nacido en el seno de una familia hebrea, Moisés (Charlton Heston) fue puesto en un cestillo a merced de las aguas del Nilo para salvarle del decreto del faraón que ordenaba la muerte inmmediata de todos los recién nacidos judios, en atención a una profecía que auguraba el nacimiento del libertador del pueblo judío por aquellos días.
Recogido por Bithiah (Nina Foch), hermana del faraón, en presencia de su esclava Memmet (Judith Anderson), le cría en la corte, hasta que se convierte en el favorito de su tío, incluso por encima de su hijo Ramsés (Yul Brynner).
Puesto al corriente de su origen judío y pese a la oposición de su madre adoptiva y de su enamorada Nefretiri (Anne Baxter), Moisés opta por unirse a su pueblo que comienza a mirarle como el libertador. Desterrado al desierto por Ramsés, cuando está a punto de morir de sed, llega al oasis de Midian (o Madian en otra acepción), donde un jefe beduino le acoge y le emplea como pastor. Moisés se desposará con la mayor de sus siete hijas, Sephora (Yvonne De Carlo).
Un día en que se encuentra pastoreando los rebaños de su suegro, se la aparece Dios en forma de zarza que arde sin consumirse y le encomienda la misión sagrada de liberar al pueblo hebreo.
Superproducción donde las haya, en la que su mentor, productor, director y alma mater del proyecto, el mítico Cecil B. DeMille, puso toda la carne en el asador, sin reparar en medios, ni en presupuesto, para alumbrar un film de casi cuatro horas de duración que, no obstante, no obtuvo todo el éxito esperado en su momento, aunque yo creo que el transcurso de los años, ha ido poniéndolo en lugar que se merece.
Basada en algunos textos de autores clásicos y de la propia Biblia, como nos advierte DeMille en su speech inicial, sin embargo, el guión inventa toda una historia para llenar esa laguna de 30 que los textos sagrados dejan en la biografía de Moisés. Desde su rescate de las aguas del Nilo, hasta su deambular por el desierto antes de recalar con el beduino Jetro, la historia que se nos relata es una reconstrucción imaginaria de la vida del libertador y de lo que pudieron ser las condiciones de vida de los judíos esclavizados, por un lado y de la corte del faraón, por otro.
La historia es apasionante, hasta el punto de que, a pesar de que todos conocemos lo que va a suceder, sus casi cuatro horas de metraje no se hacen pesadas, manteniendo el interés del espectador y el vigor de la narración, salpicada tanto de momentos épicos, como de concesiones sensibleras e interesadas que exaltan las virtudes de los judíos frente al despotismo egipcio y el carácter heroico de Moisés ante la depravación moral y la crueldad del faraón y quienes para él trabajan, hasta tal punto que, en algunos pasajes de la peli, Moisés parece un reformador social antes que un caudillo libertador, pues ya antes de saber que es judío, se nos presenta como un tipo que mira por los derechos de los trabajadores esclavos, saqueando los graneros del templo para darles de comer y concediéndoles un día de descanso para así obtener más rendimiento de su trabajo. Vamos, todo un lider sindical.
El plantel de actores es magnífico, aunque deja que desear bastante el Sr. DeMille a la hora de dirigirles. Un Charlton Heston que resulta más convincente gracias a la caracterización que a su propia actuación, rodeado por un impresionante Yul Brynner, una magnífica Anne Baxter, la guapísima y comedida Yvonne De Carlo, el a veces un tanto desbocado John Derek como Josué y Edward G. Robinson en un papel, el del judio Dathan, vendido a los egipcios a cambio de su medro personal, que fue creado especialmente para él.
Unos efectos especiales maravillosos para la época, con escenas míticas, como la separación de las aguas del Mar Rojo, que han pasado a la historia del cine.
Película de impecable factura técnica que, a pesar de su innegable trasfondo religioso, resulta muy entretenida e interesante, incluso para el espectador descreído, pues en muchos momentos es un puro film de aventuras, con una puesta en escena grandiosa.
Son de esas películas que no te cansas de verlas. Gran plantel de actores y escenarios espectaculares. Buena crítica.
ResponderEliminarEs cierto, Paloma, no se cansa uno de verla.
EliminarGenial. Me encanta este tipo de películas y siempre Charlton Heston... En versión original., por favor.
ResponderEliminarUna gozada.
Eliminar¡4 horas! Se tarda menos en el leer el libro del Éxodo.
ResponderEliminarTenía un poco de "miedo" precisamente por la duración, pero he de decir que el único problema es encontrar el tiempo, porque el film no se hace pesado.
EliminarLa he visto varias veces, y me parece muy buena. Sobre todo, tiene escenas muy espectaculares.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Los efectos especiales todo un espectáculo para la época en la que está rodada.
EliminarLa mejor versión de los 10 mandamientos indiscutiblemente...
ResponderEliminarUna película mítica.
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