Benjamin Barker (Johnny Depp) es un barbero de Londres que lleva una vida idílica junto a su mujer, Lucy (Laura Michelle Kelly), y la hija de ambos, por entonces un bebé.
Sin embargo, hay otro hombre interesado en la bella esposa de Barker, aunque sus intereses son bastante más turbios: el juez Turpin (Alan Rickman). Con tal de saciar su fijación, Turpin no duda en condenar al barbero por un delito que no ha cometido y envía a su fiel lacayo, el infame alguacil Bamford (Timothy Spall), a detenerle, quien ejerce su misión sin escatimar en brutalidad.
Quince años más tarde, Benjamin Barker regresa a Londres junto al marinero Anthony Hope (Jamie Campbell Bower), sin embargo, de aquel hombre feliz que se ganaba la vida honradamente queda bien poco, Barker es ahora un hombre consumido por el odio y la sed de venganza. Cuando regresa a la calle Fleet, donde vivía antaño, se encuentra con Nellie Lovett (Helena Bonham Carter), que le cuenta que la desgraciada Lucy, tras ser atraída con engaños por el juez Turpin, es violada por éste. Destrozada, Lucy se suicida con arsénico. La hija de Barker, Johanna (Jayne Wisener), vive recluída en la mansión del juez como su pupila.
Tras conocer estos hechos, Benjamin Barker está más decidido que nunca a dejarse llevar por su odio y todo su ser clama venganza. Desde ese momento, abandona su nombre real para convertirse en Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet.
Adaptación cinematográfica del musical homónimo compuesto por Stephen Sondheim, que a su vez estaba inspirado en la obra teatral de Christopher Bond. El musical original lo dirigió Harold Prince en 1979, protagonizado por Angela Lansbury y Len Cariou.
Ya en los años 80, Tim Burton había hablado con Stephen Sondheim de su interés por hacer una adaptación cinematográfica de su obra, que le había fascinado desde que vio por primera vez el musical, sin embargo, el proyecto quedó en el limbo durante años. Cuando lo retomó, Burton planeaba rodar ante una pantalla verde a base de efectos visuales (como hizo Robert Rodríguez con Sin City), tras pensarlo mejor se trasladó a los estudios Pinewood, en Londres.
Burton se rodea, una vez más, de algunos de los actores habituales en su filmografía, comenzando por el protagonista y siguiendo con Helena Bonham Carter, a la sazón su pareja. Con unos secundarios de auténtico lujo, entre los que se encuentran nombres muy conocidos del cine de los últimos años: Alan Rickman (conocido sobre todo por sus intervenciones en la la saga Harry Potter interpretando a Severus Snape) o Sacha Baron Cohen ("Borat", "Bruno"...).
El film, técnicamente es incluso brillante, con una ambientación tenebrosa acorde con lo atormentado de la historia que se narra, aunque el buscado exceso de escenas de corte de yugulares, con sangre a borbotones (literalmente), puede causar el repudio de los estómagos delicados.
Los números musicales son simples y aunque la orquestación tiene un cierto nivel, no hay ninguno que destaque por los excepcional o pegadizo.
Película que nos trae un lejano recuerdo de "Eduardo Manostijeras", por muchos motivos, desde el propio director, hasta el protagonista, pasando por una cierta similitud en la estética del mismo y en lo solitario del personaje y que, en su momento, obtuvo buenos resultados frente a la crítica y no así en lo relativo al público estadounidense, aunque, como ocurre a veces, Europa vino al rescate.
Me gusta las pelis que hace Burton. El binomio Burton - Depp es interesante. ¡Otra más para ver!
ResponderEliminarUn saludo.
Puede a uno gustarle o no, pero Burton es innovador de la última época del cine.
EliminarCreo que es bastante buena, pero lo que decimos siempre, para ello están los gustos.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Es de esas que, como se dice tirando de tópico, a te encanta o la aborreces.
EliminarSoy seguidor incondicional de Tim Burton. Su estilo en el cine contemporáneo es personal, a veces genial. La nueva versión de este diabólico barbero de la calle Fleet tiene su particular toque.
ResponderEliminarTim Burton tiene su propia página en el libro del cine moderno.
EliminarMe encanta esta película, la imagen predominante de tonos grises que sólo se rompe con el rojo rojísimo de la sangre es excepcional (recuerda un poco a la estética de Sin City en ese aspecto). Y Depp está espectacular!
ResponderEliminarYa sabía yo que te gustaba esta peli.
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