Amali es considerado por los pescadores de perlas de Ceilán como su rey.
Aunque este es un título honorífico que le convierte en rey sin reino, él desciende de una dinastía de reyes que, en su día, fueron desposeidos del trono. Ahora está empeñado en saldar la deuda de sangre que tiene con el maharajá y pretende matar a toda su familia excepto a su hermana, la bella Mysora a la que ha capturado y la mantiene retenida, primero en su barco, el Bangalore y más tarde en su refugio-palacio.
La historia es bastante predecible y tampoco es que esté demasiado bien contada. Pero eso ocurre con buena parte de la literatura de Salgari, unas lecturas que de niño las vemos de una manera y de adultos nos decepcionan un tanto.
Eso sí, aquí hay mucha acción, aunque sea llena de tópicos de buenos y malos, venganzas, odios, amores, batallas, animales terribles... En fin, todas esas cosas que de niños nos encandilaban y nos hacían estas lecturas donde no hay mucho que pensar, muy amenas y entretenidas.
Es que las leíamos durante la hora obligatoria de la siesta veraniega para poder aplicar a los juegos de la tarde (guerra de piedras, combates con palos, peleas a puñetazos,...vamos, todo muy pacífico)
ResponderEliminarLa verdad es que nos hacía imaginar aquellas situaciones imposibles, paises exóticos, príncipes, princesas y osados aventureros.
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