Cuando buscaba documentación sobre una entrada pasada, me encontré con este hombre, el capitán Ángel Rivero, nacido en Puerto Rico cuando era territorio español, hijo de padres canarios y cuya figura es poco conocida, sin duda alguna porque plantó cara a tirios y troyanos y ya se sabe que tener criterios propios, acaba por condenarte al olvido.
Por un lado, tuvo enemigos entre sus superiores, con algunos de ellos se reconcilió, todo por implicarse en asuntos políticos y de hecho llegó a estar arrestado en una prisión militar por orden del general Ortega.
A tal tiempo, tenía sus enfrentamientos con elementos partidarios del aperturismo y la independencia portorriqueña, con alguno de los cuales se batió en duelo.
Este militar que durante un tiempo fue profesor de física y química y de matemáticas en el Instituto Civil de Segunda Enseñanza de Puerto Rico, estuvo en condición de supernumerario (en reserva) sin sueldo y cuando estaba en prisión por el arresto a que hemos aludido, solicita licencia absoluta del ejército, pero debido a los acontecimientos que se avecinaban, el gobernador Macías lo indulta completamente y le pide que se haga cargo de la 3ª compañía del 12º batallón de Artillería con sede en el Castillo de San Cristóbal.
El 10 de mayo de 1898, a las 12:10 pm, bajo sus órdenes se hace el primer disparo de la Guerra Hispano Americana en Puerto Rico. Este es contra el Yale, barco que bloqueaba el puerto de San Juan.
Después del 15 de octubre queda nuevamente en condición de supernumerario, pero el general Ortega le solicita que se encargue de la entrega de todos los edificios militares de San Juan. Tras de estos acontecimientos, el gobierno americano le ofrece empleo como militar, cosa que rechaza. También el gobierno autonómico le solicita que se ocupe de la formación y de la jefatura de lo que pudiera haber sido la primera policía de Puerto Rico, pero sólo acepta encargarse de su formación y en esos menesteres estaba cuando fue disuelto el gobierno autonómico echando por tierra el proyecto. En 1898 el capitán Reed le ofrece empleo como jefe de la policía de Puerto Rico, que ahora está formandose por el gobierno militar, pero también rechaza esta oferta, al igual que la del ejército español para continuar en España su servicio. El 21 de abril de 1899 el ejercito español le da de baja oficialmente tras 20 años de servicio.
Resueltos todos sus asuntos militares y civiles funda la fábrica Polo Norte dedicada a la elaboración y envase de gaseosas, sodas (entre ellas la Kola Champagne que se hizo muy popular) y sifones. Como se puede ver en la foto de abajo, el edificio, aunque totalmente reformado en su interior, conserva su fachada.
Una última cosa, que fue lo que más me llamó la atención sobre este hombre. Cuenta el propio capitán Reed que cuando le ofreció el cargo de jefe de la policía, como argumento para rechazarlo, el capitán Rivero le contestó: Estas bombas (señalando las insignias del arma de artillería que llevaba en su uniforme), aún son bombas españolas.
Muy interesante Trecce, nos traes un personaje cuyo carácter no abunda, leal, íntegro... (Al menos con España)
ResponderEliminarMe encanta la observación "...ya se sabe que tener criterios propios, acaba por condenarte al olvido." Menos mal que hay "ratas de biblioteca" como tú y nos regalas estos amenos y reflexivos textos!
Un abrazo.
Un tipo interesante, sin duda y como digo, poco conocido.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Transi.