Aunque en algunas secuencias se nos muestra la ciudad y realmente hay buenas tomas entre ellas, las historias estas podrían ser de cualquier parte, me refiero a que Nueva York, como tal, no forma parte del elenco de del film, al contrario de lo que ocurre en algunas películas en donde los escenarios llegan a tener su papel, en ocasiones incluso destacado. Aquí no, así que las historias de Nueva York, podrían serlo de Londres, de París, o de muchos otros lugares.
Así que vamos por partes. Primera parte, Martin Scorsese, su historia "Apuntes al natural". Una historia circular en la que un artista juega a pigmalion con una lolita, algo crecida, eso sí, y de la que lo que menos le interesa es cómo pinta, vamos que busca sexo. Que si me voy de casa (ella), que si qué voy a hacer yo si me abandonas (él), que si ya estoy harta (ella), que yo te amo (él) y al final, cuando ella liga con otro y se va, él encuentra a otra y, suponemos, que el círculo se cierra para volver a rodar.
La historia es lo de menos, pero el papel que hace Nick Nolte, vale por toda la película, ¡qué tío!, eso de que se sale de la pantalla es casi literal en esta ocasión, una actuación memorable, con la adecuada réplica de Rosanna Arquette que, al menos, no desmerece, porque lo que se dice estar a la altura de Nolte, es muy complicado. Y una banda sonora magnífica con el "Whiter shade of pale", de Procul Harum, sonando a todo volumen, mientras Nolte llena la imagen. De verdad que a mí me puso los pelos de punta. Una gozada.
Segunda parte, "Vida sin Zoe", de Francis Ford Coppola. La ipresión que da es que está hecho por y para pijos, así de sencillo. No sé qué parte tiene la entonces dieciochoañera Sofia en el guión, pero por las formas, parece que todo o casi todo es de ella. Bastante insulsa, salvo algunos momentos brillantes cuando se producen los diálogos entre Zoe y su madre.
Una lástima que no se explotara más ese aspecto que queda apenas apuntado y que podría haber dado un film bastante más potable, en el que la niña superinteligente hubiera dado lecciones a los adultos y, con el peligro de quedar algo acaramelada, al menos hubiera resultado interesante. Así ha quedado en un sucedaneo de "El collar de la reina", aunque en este caso era un pendiente. Poco o nada interesante.
Tercera parte, "Edipo reprimido", de Woody Allen. Una gamberrada de Woody que, imagino, se lo tuvo que pasar a lo grande haciendo su parte del film. Es curioso cómo este tipo es capaz de contarnos en 40 minutos una historia en la que están algunas de las constantes de su cine. Lo bien que traslada sus chistes a la pantalla. Hilarante, entretenida, original, con buena música (de jazz, off course) y una estupenda actuación de Mae Questel, en el papel de la madre del protagonista, interpretado por el propio Allen.
Resumen: Desigual. Buen nivel el de Allen, dentro de lo que esperamos suyo. Al menos no decepciona. Gran fuerza en la historia de Scorsese. Pinchazo, con algún destello que ya hemos comentado y pitos, para Coppola. Ustedes mismos.
A mi me decepcionó.
ResponderEliminarMe recordó a aquellos carteles taurinos con tres figuras máximas y que al final acaba en bostezo.Ya lo dice el refrán taurino al respecto:tarde de expectación,tarde de decepción.
De las tres historias sólo salvo la de Scorsese y no por que el guión sea brillante -ni siquiera la historia lo es -, pero si la interpretación de Nick Nolte que es absolutamente magistral.
La peli no es una joya que digamos.
ResponderEliminarTienen golpes los tres muy interesantes, aunque en conjunto resulta algo pesada. Allen aquí no brilló como otras veces.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Tiene más de fetiche por ver a los tres directores en el mismo film, que de calidad.
ResponderEliminar