jueves, 6 de enero de 2011

LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA

Casi sin querer, uno no puede por menos que acordarse, cuando ve esta peli, de aquellas pelis españolas de la época del destape, casi todas ellas bastantes rentables en la taquilla, pero sensiblemente mejorables en el resto.
Alguna concomitancia existe, no en vano en el momento del rodaje de "La tentación vive arriba", la censura norteamericana estaba levantando la mano y eso se notó en las pelis de la época que empezaron a enseñar carne y a dotar a sus diálogos de frases más atrevidas.
Pero comparar este film con los de Pajares y Esteso, o con otros muchos que se rodaron en la España de las postrimerías del franquismo y primeros años de la democracia y pretender que el nivel es parecido y que si se hubiera rodado aquí estaría olvidada como lo están las pelis del "landismo", me parece un tanto exagerado.


Sin ser, ni mucho menos, una de las mejores pelis de Wilder, creo que está algún peldaño por encima que todas esas, aunque sólo sea por medios, pero también por otras cosas, pues hay algunos diálogos realmente originales y divertidos.
Y pretender que ha alcanzado la fama que tiene únicamente por ser norteamericana, también me parece excesivo. En una industria como aquella, en la que cada año se rodaban cientos de películas, hay muchas, pero muchísimas, que han quedado totalmente sepultadas, así que algo habrá cuando sigue siendo recordada, bien es verdad que, muchas veces como film de culto para los admiradores del director y guionista.


La historia es bastante endeble y hay muchos momentos en los que el tipo de humor que se nos hace llegar es un tanto chusco, con pasajes, como aquellos en los que nos cuenta los sueños e imaginaciones del protagonista, que dejan bastante que desear.
A mí la actuación de Tom Ewell, que era también el protagonista de la obra de teatro en la que está basada, no me parece mal, aunque por ahí he leído y oido opiniones para todos los gustos, algunas bastante duras. Yo creo que lo hace bien y que da el tipo. Sólo me queda la curiosidad de lo que habría conseguido con ese papel la persona en la que Wilder había pensado, un por entonces desconocido Walter Matthau.


En fin, una peli entretenida y, por momentos, divertida, nada del otro mundo, pero que pasará a la historia como el film que encumbró a Marilyn Monroe como icono del cine con sus faldas levantadas sobre el respiradero del metro. Una verdadera tentación, sin duda.




4 comentarios:

  1. Es una película menor de Wilder, aunque tiene su encanto y momentos imborrables en nuestra memorai y que hicieron de la Monroe un sex-symbol.
    Dicen que Wilder (en su entevista con Hellmuth Karasek) que no estaba contento con la película y que si hubiera podido eliminarla de su filmografía lo habría hecho sin dudarlo.

    Saludos.


    Coda:
    Tom Ewell está memorable en "La costilla de adán" con Tracy y K.Hepburn.

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  2. Yo creo, amigo Trece, que hay una diferencia enorme entre las películas norteamericanas y las españolas, me atrevería a decir que de cualquier época. Pudo haber alguna con muy bien taquillaje, por el ansía que tenía gtodo mundo de ver carne. Pero hasta para enseñar, hace falta tener arte.
    Saludos cordiales

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  3. Wilder no estaba especialmente orgulloso se este film, efectivamente, Natalia.

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  4. Es que pretender que una peli triunfa en el tiempo únicamente por ser de un sitio u otro, no tiene pies ni cabeza.
    Puede tener un triunfo momentáneo debido a la publicidad, pero cuando las obras siguen siendo recordadas una vez pasan los años, es que hay algo más que marketing.

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