Esta es una película "rara" en la filmografía de Hitchcock. No por nada en especial, a mí me parece que tiene un ritmo desigual y una estructura un tanto peculiar. En fin, son apreciaciones.
En su momento fue contestada, no sin cierta dureza, y precísamente por aquellos que habían contribuído a dotar de prestigio a Hitchcock, son estos, ciertos sectores de la intelectualidad europea y entre ellos, de forma significativa, el grupo de Cahiers du cinema.
Supongo que la crítica hacia el régimen castrista, pero, sobre todo, poner en solfa la actitud francesa de aquel momento, no estaba bien visto en ciertos círculos de la progresía.
Algunas partes del guión no se pueden entender bien, o al menos no se les saca todo el sentido que tienen, si no se tiene cierta cultura de los vaivenes políticos de la época.
En aquellos años, Francia había abandonado la estructura militar de la OTAN, quería jugar un cierto papel de neutralidad y situarse, con matices, claro, en situación de equidistancia entre la URSS y los EE.UU. Todos estos movimientos estratégicos, levantaron los recelos propios entre los aliados y particularmente en la opinión pública norteamerica, que los veía con resquemor. Fue la época en la que el cuartel general de la OTAN se traslado desde suelo francés a Bruselas.
De cualquier modo, Hitchcock suavizó todo esto, a lo que no se hace ni siquiera mención, mientras en la novela de León Uris, en la que está basada, el varapalo a los franceses y particularmente a De Gaulle, es notorio. Así que no acaban de entenderse del todo bien tantas prevenciones hacia el film.
En su momento fue contestada, no sin cierta dureza, y precísamente por aquellos que habían contribuído a dotar de prestigio a Hitchcock, son estos, ciertos sectores de la intelectualidad europea y entre ellos, de forma significativa, el grupo de Cahiers du cinema.
Supongo que la crítica hacia el régimen castrista, pero, sobre todo, poner en solfa la actitud francesa de aquel momento, no estaba bien visto en ciertos círculos de la progresía.
Algunas partes del guión no se pueden entender bien, o al menos no se les saca todo el sentido que tienen, si no se tiene cierta cultura de los vaivenes políticos de la época.
En aquellos años, Francia había abandonado la estructura militar de la OTAN, quería jugar un cierto papel de neutralidad y situarse, con matices, claro, en situación de equidistancia entre la URSS y los EE.UU. Todos estos movimientos estratégicos, levantaron los recelos propios entre los aliados y particularmente en la opinión pública norteamerica, que los veía con resquemor. Fue la época en la que el cuartel general de la OTAN se traslado desde suelo francés a Bruselas.
De cualquier modo, Hitchcock suavizó todo esto, a lo que no se hace ni siquiera mención, mientras en la novela de León Uris, en la que está basada, el varapalo a los franceses y particularmente a De Gaulle, es notorio. Así que no acaban de entenderse del todo bien tantas prevenciones hacia el film.
La película, que ha sido arrinconada durante años, está siendo reivindicada ahora y, yo creo, que con el paso de los años y la cicatrización de heridas que están empezando a cerrarse, se verá como lo que es.
Sí, un documento cinematográfico de la situación política que llevó a la llamada "Crisis de los misiles", pero también una buena película de espionaje.
Tiene algunas escenas de suspense dignas del mejor Hitchcock. Todo lo relacionado con la copia de los documentos secretos durante la visita de la delegación cubana a la ONU, es una buena prueba de ello. Igual que las escenas del principio, cuando la familia del diplomático ruso pretende huír, seguida de cerca por los agentes de su embajada y narrada sin palabras y sin música. Un magnífico principio para atrapar nuestra atención.
El film nos obsequia con algunos de los mejores planos de la filmografía del director británico.
Es mítico el de la muerte de Juanita de Córdoba, interpretada por Karin Dor, en el que vemos, desde una magnífica toma desde arriba, como su vestido va cayendo al suelo cual pétalos de flor color violeta. Plásticamente sin igual.
A mí, sin embargo, me encanta el de la despedida de André Devereaux (Frederic Stafford) de su esposa, cuando marcha a Cuba. Es un momento de alta tensión dramática, ya que la esposa sabe que, además de las circunstancias de su trabajo, él va a ver a una mujer. La escena se resuelve con el plano de la escalera tomada desde abajo y la sombra de ella reflejada en la pared, desapareciendo. Maravillosa.
No puedo dejar de mencionar la buena partitura de Maurice Jarre, creo que está a un buen nivel, algo esperado del compositor de bandas sonoras tan conocidas como Doctor Zhivago o ¿Arde París?, por citar algunas de las muchas que se deben a su batuta.
Esta es, quizá, la única peli que Hitch empezó a rodar sin tener el guión acabado y entre las muchas incidencias que la rodearon, citar los problemas que tuvo con el final. El que vemos, es el tercero que se rodó y hubo de hacerlo en plan chapucero, ya que necesitaba de nuevo a Michel Piccoli, para rodar las nuevas escenas, pero este ya estaba embarcado en otro proyecto. Una cosa un tanto rocambolesca.
A mí me parece que Topaz es una buena peli de espionaje, como ya he dicho y creo que su principal problema es que el clímax lo alcanza mucho antes del final, cuando acaba la parte de la visita del protagonista a Cuba, quizá porque la historia de amor entre Deveraux y Juanita de Córdoba y la escena de la muerte de esta, tienen tanta fuerza que eclipsan todo lo que viene después.
Desigual película de Hitch, algo falta de ritmo y con un protagonista demasiado frío, o soso, o las dos cosas. Sin embargo tiene escenas tan buenas como las que has señalado, en especial esos planos cenitales.
ResponderEliminarSaludos!
Es como un puzle en el que alguna pieza no encaja y el conjunto queda afectado.
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