Otra de las pelis "olvidadas" de Hitchcock, y van... No me extraña, es que este tipo nos dejó tantas maravillas, que dentro de ese mosaico de grandes películas, algunas han sido dejadas como secundarias cuando son de primera.
Antes de entrar en más detalles, dejar constancia de que el maestro estaba bastante disconforme con esta película, al parecer pretendió darle una forma bastante más dramática, tanto a la historia, como al final de la misma, pero la productora no tragó, seguramente eso fue lo que le hizo quedar insatisfecho.
En el mundo anglosajón (léase básicamente EE.UU.), no tuvo una gran acogida, pero hay que ponerse en el lugar de ese público, de sus creencias religiosas, ya que el film está repleto de claves que los católicos entienden perfectamente, que están presentes en su vida, para bien o para mal y no así en las confesiones protestantes.
Hitch hace aquí un ejercicio alrededor del falso culpable, sí, pero la película es mucho más que eso, ya que toda la trama se desarrolla así y no de otra manera por mor del secreto de confesión. Pero las reflexiones alrededor de las creencias católicas no paran ahí, la indisolubidad del matrimonío, el celibato, el perdón..., todo ello está presente a lo largo del film.
En cuanto a la peli en si, de lo poco que entiendo, me ha llamado poderosamente la atención la fotografía de Robert Burks. Ya al comenzar la peli, mientras salen los títulos de crédito, nos muestra la casa rectoral donde vive el protagonista, con un cielo lleno de nubes que se mueven sobre ella, que es impresionante. Lo mismo que los planos de las torres de iglesia cuando la poli está buscando sospechosos, que sirven de elipsis para decirnos lo que están haciendo. Algunos de los primeros planos, son igualmente dignos de enmarcar. Muy bonita y técnicamente muy conseguida.
Otro tanto se puede decir de la música, bajo la inmejorable batuta de Dimitri Tiomkim, con adaptaciones de algunas piezas muy conocidas de música sacra, incluso utilizando el órgano en alguna de las melodías y que acompaña magníficamente a las imágenes.
Antes de entrar en más detalles, dejar constancia de que el maestro estaba bastante disconforme con esta película, al parecer pretendió darle una forma bastante más dramática, tanto a la historia, como al final de la misma, pero la productora no tragó, seguramente eso fue lo que le hizo quedar insatisfecho.
En el mundo anglosajón (léase básicamente EE.UU.), no tuvo una gran acogida, pero hay que ponerse en el lugar de ese público, de sus creencias religiosas, ya que el film está repleto de claves que los católicos entienden perfectamente, que están presentes en su vida, para bien o para mal y no así en las confesiones protestantes.
Hitch hace aquí un ejercicio alrededor del falso culpable, sí, pero la película es mucho más que eso, ya que toda la trama se desarrolla así y no de otra manera por mor del secreto de confesión. Pero las reflexiones alrededor de las creencias católicas no paran ahí, la indisolubidad del matrimonío, el celibato, el perdón..., todo ello está presente a lo largo del film.
En cuanto a la peli en si, de lo poco que entiendo, me ha llamado poderosamente la atención la fotografía de Robert Burks. Ya al comenzar la peli, mientras salen los títulos de crédito, nos muestra la casa rectoral donde vive el protagonista, con un cielo lleno de nubes que se mueven sobre ella, que es impresionante. Lo mismo que los planos de las torres de iglesia cuando la poli está buscando sospechosos, que sirven de elipsis para decirnos lo que están haciendo. Algunos de los primeros planos, son igualmente dignos de enmarcar. Muy bonita y técnicamente muy conseguida.
Otro tanto se puede decir de la música, bajo la inmejorable batuta de Dimitri Tiomkim, con adaptaciones de algunas piezas muy conocidas de música sacra, incluso utilizando el órgano en alguna de las melodías y que acompaña magníficamente a las imágenes.
Los actores están, en general, bastante bien, incluído el matrimonio alemán que trabaja en la rectoría, a pesar de que el papel de ella, es muy breve.
En cuanto a los más conocidos, Karl Malden, en su línea, muy bien transmitida la idea de que parece disfrutar con que sea un cura el posible culpable. Anne Baxter, muy bien. Pero todo queda eclipsado por la actuación de Montgomery Clift, a mí me ha cautivado. Está muy guapo, incluso la sotana (que es un elemento clave en la peli), le queda de maravilla, pero es que cuando descendemos a lo que es la interpretación en sí, está majestuoso, ni un aspaviento, ni un gesto de más, todo muy natural, excelente.
El planteamiento de la intriga que hace Hitchcock, es sencillísimo, nos muestra todas las cartas al principio y toda la tensión se mantendrá a base de saber si el sacerdote sabrá mantener la presión de guardar el secreto y también de la historia, que se nos va contando por medio de "flashbacks", de la relación amorosa entre los dos protagonistas, que él ha superado ayudado por sus fuertes convicciones, pero no ella que sigue enamorada.
Buena peli y magnífica actuación de Monty que se nos muestra en todo su esplendor.
Muy buena. Excelente la actuación de Monty, ideal para el papel por su fragilidad. Las pelis de Hitch son casi todas "limpias", es decir una maravilla técnicamente.
ResponderEliminarSaludos!
Ir contigo al cine debe ser una maravilla. Quedamos un día?, en Zamora o Alicante?
ResponderEliminarUno de mis preferidos en otros tiempos fue Hitchcock. Sería interesante verlas de nuevo para ver si me causan las mismas emociones.
Un abrazo.
-Es que de las pelis de Hitch se podría escribir sin parar, por eso yo también me quedo con la actuación de Monty, que es lo que hace "diferente" a esta.
ResponderEliminar-Hitchcock es uno de los más grandes. En cuanto a lo de ir al cine, no entiendo mucho, no te dejes llevar por las apariencias.