Tenía ganas de volver a ver esta serie y la verdad es que la he repasado en un visto y no visto, aunque mi compañero de visionado se ha quedado descolgado en los dos últimos episodios, quizá los mejores. Así que le tocará verlos solito.
La serie "El Pícaro", escrita, dirigida y protagonizada por Fernando Fernán Gómez, fue todo un éxito en su momento (finales de 1974, principios del 75), los trece episodios de media hora, fueron programados en lo que hoy se llama "prime time" y el rodaje había contado con el presupuesto más alto hasta la fecha.
Se han hecho distintas lecturas, a posteriori y pasados los años, de esta serie y me refiero a lecturas pseudopolíticas, ya sabéis, ahora resulta que todo el mundo hacía crítica al Régimen (el de Franco quiero decir), pero encubierta, claro y eso se ve después (entonces nadie se enteraba). Yo de vez en cuando, me río (ja, a secas), otras, ni de eso me quedan ganas.
Estamos hablando de una serie basada en algunos de los clásicos de la picaresca (Cervantes, Quevedo, Mateo Alemán, Salas Barbadillo, Vicente Espinel...), Nos ha jodido (perdón por la expresión) que si se quiere se saca de allí crítica al Régimen, al fin y al cabo los autores hacían crítica al poder establecido en su tiempo y, por desgracia, hay cosas que no cambian. Hay una frase al final de la serie en la que Lucas Trapaza (el protagonista), dice algo así como que deja la picaresca porque el oficio se ha generalizado y tanta gente lo practica que ya no se puede vivir de él. Otro de los personajes dice algo parecido a "Pobre España (o pobre nación, no recuerdo bien), que hasta la nobleza ha entrado en picardías". Qué, ¿os suena de algo? Yo creo que se podría aplicar al momento actual, igual que a cualquier otro. En fin, cosas de la crítica.
Después de este "desbarre" mío, me circunscribo a la serie, que me ha parecido un tanto desigual, va ganando a lo largo de los capítulos, porque en algunas escenas (para mí más de la cuenta), sobre todo de las primeras entregas, hay veces que todo queda muy forzado al servicio de los "gags", tanto que pierden toda la gracia. Sin embargo, el lenguaje es una joya, un castellano antiguo lleno de modismos, giros, cultismos, en definitiva, muy cuidado. La ambientación, espléndida, con un vestuario muy conseguido, unos exteriores adecuados a la época, para lo que hubo que desplazarse a lugares, algunas veces distantes unos de otros: Sigüenza, Úbeda, Aranjuez, Chinchón, Pedraza, Madrid, Cáceres, Fuenterrabía... La música a cargo de Carmelo Bernaola, con eso queda todo dicho, toda una garantía y lo mismo diría para la fotografía, porque qué se puede decir de Cecilio Paniagua, toda una institución.
El reparto, es de lo más variopinto, no están las figuras que acaparaban el primer plano del momento, pero quien sepa un poco de la historia de las tablas españolas, reconocerá a un montón de actores y actrices que son de lo más granado de la escena nacional: Enma Cohen, Pilar Bardem, Juan Ribó (que tiene un destacado papel en varios capítulos como "Alonso", compañero de fatigas de Lucas Trapaza), Mary Santpere, Gloria Cámara, José Mª Pou, Lina Canalejas, Charo López, Manolo Codeso, Juan Diego, Mairata O'Wisiedo, Luis Escobar, Quique San Francisco, Luis Varela...
Resumiendo, un clásico dentro de la televisión española, una serie que pone al descubierto, las miserias de este país nuestro que, como decía antes, son extrapolables a otras épocas distintas a las del llamado "Siglo de Oro", con frases lapidarias, como aquella de "En esta nación, hasta los vagabundos están cansados"; o aquella en la que tras narrar los engaños de Pizarro o Cortés a Atahualpa y a Moctezuma, exclama Trapaza: "Vaya picardías", frase en la que hace su particular resumen de la Conquista de América; escenas como la de Luis Escobar, haciendo de noble venido a menos y explicando la historia familiar sobre unos tapices que ya no están en las paredes porque se los han embargado, todo un retrato esperpéntico de aquella nobleza que ha perdido hasta la dignidad.
Ya digo que a mí, me decepcionó un poco en los primeros capítulos, pero después va tomando aire y remonta, hasta convertirse en una auténtica joya muy recomendable y que, además, por tratar el tema que trata y por estar ambientada en una época tan lejana, no ha perdido un ápice de su vigencia y se ve ahora perfectamente, como si estuviera rodada anteayer.
Añadir, como curiosidad que, al parecer, estaba prevista la intervención de personas ajenas a la interpretación propiamente dicha (Buero Vallejo, Manolo Summers y algún otro), pero que, no sé por qué motivo, no llegó a llevarse a la práctica.
¡Hola!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Ya no se hacen series de TV como aquellas...
Besos.AlmaLeonor
Hola Trecce. Gracias por traernos a la memoria estos viejos clásicos. ¡Vaya picardías!
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que se nota de verdad es el nivel de los "hislibreños" en en el aprecio de la buena literatura y en lo que de ella se deriva.
ResponderEliminarGracias a ambos.
Algun dia acabare de verla...esos dos capitulos...¿quiza hoy?
ResponderEliminarA fe mía que así será.
ResponderEliminar