Supongo que a un director tan prolífico como Eastwood, no se le puede pedir que de cada película que nos entrega, salga una obra de arte.
Esta es una de esas películas que la crítica señala como obras menores, que no van a pasar a la historia del séptimo arte pero, al menos esta vez, la factura es más que correcta. Un thriller que sigue los patrones del género, sin esforzarse demasiado, pero que logra mantenernos entretenidos ante la pantalla durante dos horas.
Quizá le falte profundizar, o mejor, decir algo de las historias paralelas de cada uno de los personajes, porque nada se nos dice de la vida de cada cual, en cuyo caso y si lo hubieran trabajado un poquillo, podría haber salido una peli más que aceptable dentro del género.
Por lo demás, todo bastante correcto, los actores, la banda sonora y Clint, haciendo ese papel suyo de poli duro, pero esta vez como si quisiera demostrarnos que los años sí pasan, ya no empuña la magnum y además está fuera del cuerpo por culpa de un infarto.
Por lo demás, todo bastante correcto, los actores, la banda sonora y Clint, haciendo ese papel suyo de poli duro, pero esta vez como si quisiera demostrarnos que los años sí pasan, ya no empuña la magnum y además está fuera del cuerpo por culpa de un infarto.
Quizá otro pero que se le puede poner, es que resulta algo previsible en algunos momentos, tal vez también por falta de cuidado en el guión. Vamos que parece como si a ratos hubieran tenido algo más de prisa de lo que es habitual en acabar con el film, descuidando algunos pequeños detalles, que al final nos dejan con el regusto de que se podían haber lucido bastante más.
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