martes, 17 de junio de 2025

CIBERIADA

 

Estructurada como una serie de relatos cortos, una especie de cuentos que navegan entre el humor y la ciencia ficción, cuyo nexo de unión son una pareja de "constructores" (Trurl y Clapaucio), el polaco Stanislaw Lem, publicó allá por el ya lejano 1965, este libro que es una especie de fábula robótica, que se aleja del camino tradicional para adentrarse en el fértil terreno de la poesía, la ironía, el humor y una fantasía que a menudo roza el surrealismo. 
Los dos protagonistas, alejados del estereotipo, son robots humanoides con un poder inventivo y una destreza en el diseño inagotables, capaces de crear cualquier cosa que ellos o sus poderosos clientes sueñen. Trurl es impaciente y se lanza rápidamente a la acción. Clapaucio es un escéptico que acepta las propuestas con entusiasmo moderado; esto le permite abordar los problemas emergentes con calma estoica, lo que a su vez le da la oportunidad de burlarse sanamente de los inevitables fracasos de su amigo. Ambos están empeñados en resolver los problemas del universo, pero el principal obstáculo radica en las aspiraciones desmesuradas de los gobernantes. Cada vez con mayor frecuencia, se encuentran como rehenes de sátrapas caprichosos e intolerantes. Sin embargo, a pesar del invariable fracaso final de sus acciones, ambos héroes –gracias a su extraordinaria agudeza mental, multiplicada por su conocimiento de la psicología de su déspota anfitrión– siempre logran escapar de las trampas que éstos les tienden. También son capaces de encargarse de hacer cumplir el pago de la remuneración convenida que el tirano de turno intenta escamotear. 
Todo ello con un denso e inquietante trasfondo filosófico que el tono festivo y desenfadado de los relatos, no hace sino realzar. Al igual que entre nosotros, viven ingenuos que creen que una idea es suficiente para salvar a la humanidad, en los estados robot, nada de esto funciona; sería algo similar —decía el propio Lem— a lo que ocurre en nuestra realidad, porque el mal, al igual que (afortunadamente) el bien, no puede ser erradicado del mundo. Por eso siempre nos contaremos cuentos.



8 comentarios:

  1. La ciencia-ficción desarrolla temas de "qué pasaría si..." o "qué pasará cuando..." desarrolla una filosofía alternativa y llega a elucubraciones que a mi, personalmente, me parecen apasionantes. Stanislaw Lem, en mi opinión, se sale de la escuela de Asimov y la inglesa y la desarrolla de una forma diferente y muy bonita.
    Un saludo.

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  2. Si hay que siempre sorprende en los libros de Lem es la forma con la que trata los temas que para cualquier otro autor serían un problema o una dificultad casi que con una sonrisa, como si no se tomara en serio la gravedad de eso que relata. En ese punto está su maestría, sin lugar a dudas.

    Saludos,
    J.

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    1. Sabe utilizar muy bien el humor, pero, como dices, su mensaje es bastante más serio.

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