Stella Martin (Barbara Stanwyck), una chica de familia humilde, se casa con Steve Dallas (John Boles), un hombre que, aunque venido a menos, proviene de una familia adinerada. Al poco tiempo, tienen una hija y todo parece ir bien, pero las grandes diferencias de educación harán mella en su matrimonio, los modales escandalosos y vulgares de Stella y su afición por la ropa llamativa empiezan a irritar a Stephen y Stella se siente desanimada por las incesantes exigencias de Stephen para que se convierta en lo que no es, por lo que deciden separarse. Stephen se reencuentra con su antigua novia, Helen Morrison (Barbara O'Neil) y Laurel (Anne Shirley) se convierte en el centro de la vida y amor de su madre, nada es demasiado bueno para ella, según Stella. Decidida a darle todas las ventajas, la lleva de viaje a un resort de lujo donde entabla amistad con jóvenes ricos. Tras un incidente vergonzoso, Stella se da cuenta de que su hija llegaría más lejos en la vida sin ella como madre. Su sacrificio posterior es devastador.
El guion se basa en la novela del mismo título de la novelista y poeta norteamericana Olive Higgins Prouty. Es su novela más conocida y ya había sido llevada al cine 12 años antes, en versión muda, por Henry King.
King Vidor dirige esta película de 1937 que tiene muchos de los clichés del melodrama más tradicional, con situaciones en ocasiones poco verosímiles, que conducen a un final tremendamente emotivo, incluso algo lacrimógeno.
De cualquier forma, esto da un poco lo mismo, por cuanto es la presencia de Barbara Stanwyck lo que verdaderamente dota de un aire diferente al film, en un papel en el que demuestra la capacidad de cambiar de registro conforme lo precise cada momento.
Stanwyck ofrece una gran interpretación, dotando a un personaje que fácilmente podría haber resultado patético, de energía, inteligencia y dignidad.
Me gustaría verla. Un beso
ResponderEliminarMuy curiosa.
EliminarLa película dio pie a un serial radiofónico que se mantuvo dieciocho años en antena.
ResponderEliminarCasi nada.
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