Cuando "Das parfum. Die geschichte eines mörders" ("El perfume. Historia de un asesino") apareció a mediados de la década de 1980, la novela se convirtió inmediatamente en un éxito de ventas y, como consecuencia, convirtió a su autor, Patrick Süskind, en un escritor reconocido.
El protagonista Jean-Baptiste Grenouille es un superviviente, como se relata en el libro, una especie de garrapata, un ser insignificante que es capaz de envolverse en su caparazón para gastar lo mínimo de su energía y sobrevivir con una gota de sangre que consumió hace meses, esperando su oportunidad. Nos lo describe como un solitario con una infancia muy difícil, pero bendecido con un regalo especial: literalmente puede oler todo, hasta el más mínimo detalle. La supuesta bendición, es su maldición, que pagan numerosas figuras en el curso de la historia. De joven, Grenouille se convierte en aprendiz de perfumista. Parece el cumplimiento de su sueño de toda la vida y, en vista de su don especial, también su propósito en la vida. En el curso de sus experimentos olfativos, descubre que necesita esencias humanas para hacer el perfume perfecto. Así, la tragedia sigue su curso inexorable y el talentoso Grenouille se convierte en un asesino.
Grenouille es despiadado, decidido y está obsesionado con su idea. Un ser amoral, con nula capacidad de empatía. Lo que hace en su manía para conseguir el perfume perfecto es monstruoso y se puede ver como una especie de parábola aplicable a otros contextos, como el de las personas que impulsadas por su codicia por conseguir más y más dinero o por el afán de lucro o quienes ansían el poder, a quienes no importa explotar a cuantos están a su alrededor, con tal de lograr su objetivo. No siempre son asesinos, como el de la novela, pero muchas veces lo son de manera indirecta, pues no les importa arruinar la vida de sus semejantes, corriendo constantemente el riesgo de perder de vista lo que es importante en pos de su propia felicidad: El prójimo y sus legítimos intereses.
Grenouille, el protagonista de la novela es ciertamente un personaje detestable, que tiene problemas de identidad. Es incapaz de entenderse con la sociedad que le rodea. Y hoy, lamentablemente, hay muchos jóvenes con ese problema, no se si es porque hay muchas familias des-estructuradas, o por que no es idónea la educación que se les da. Saludos
ResponderEliminarEl autor consigue hacer entretenida la historia de un tipo denigrante.
Eliminar