sábado, 13 de febrero de 2016

VICTUS

Ambientada en la época de Guerra de Sucesión española, Victus narra la historia de Martí Zubiria, hijo de un comerciante barcelonés que le envía a estudiar a Francia, donde tras ser expulsado de un colegio religioso, ingresa en una suerte de academia donde será el único discípulo de mariscal Sébastien Vauban, ingeniero militar que innovó el arte de las fortificaciones y especialmente la poliorcética. Tras servir a las órdenes de Felipe V, Martí acabará en el bando austriacista y tendrá una destacada intervención en la defensa de Barcelona hasta su caída el 11 de septiembre de 1714.
La novela de Sánchez Piñol, ha supuesto todo un éxito editorial y una fuente de polémicas, en parte derivadas de que se presenta como una novela histórica y en algunas partes de la misma, no todos aprecian ese rigor que se presume a una novela que se se presenta con ese adjetivo.
Tal vez los mejores momentos del texto, son precisamente los que se alejan de los personajes históricos para echarse en manos de la ficción, pues algunos de los personajes que han salido del imaginario del autor, están bastante bien conseguidos. En otros momentos, se adentra en territorios en los que hay demasiadas heridas abiertas o mal cicatrizadas que se prestan a que quien lea el libro, dependiendo de sus propias convicciones, se encuentre molesto con algunas cosas que se dicen o se sugieren en el texto. No voy a ahondar en ello, porque no me considero preparado para entrar en polémicas de este tipo, tal vez pretender trasladar situaciones actuales a otros tiempos o ver el reflejo de unas en otras, sea una apuesta demasiado arriesgada y con ello ha de apechar el autor. ¿Qué quiero decir con esto? ¿A qué me refiero en concreto? Pondré un ejemplo, la Guerra de Sucesión fue además de un conflicto dinástico, una especie de guerra mundial de la época, en el que las potencias del momento intervinieron en mayor o menor medida y junto a ellas, también en distinta medida, sus aliados, históricos o coyunturales. Las regiones del levante español, optaron por el pretendiente austriaco y el resto (a grandes rasgos), por el francés, pretender decir que esto fue un conflicto entre Castilla y Cataluña, da pie a una de esas controversias en que deriva la novela. Que Felipe V y sus más cercanos abolieran las antiguas leyes del Reino Aragonés y más concretamente las del principado catalán y hacerlo pasar como un ejemplo de que la nueva corona traía la tiranía, también tiene sus riegos a la hora de interpretarlo, otros territorios de España (Vascongadas o Navarra) estuvieron al lado del Borbón y mantuvieron sus privilegios, luego otros pueden interpretar, sencillamente, que Cataluña apostó y perdió, sin que por ello se pueda deducir que había especial encono apriorístico contra esos territorios. También es cierto que reparte un poco para todos, porque tampoco salen muy bien parados personajes tan representativos como el propio Rafael Casanova y no digamos el Diputado Militar catalán Antoni Berenguer; eso por no hablar de lo que ha escocido en ciertos sectores vinculados al independentismo que el autor haya optado en esta ocasión, por escribir directamente en castellano. Pero como digo, tampoco voy a entrar en ese terreno más de lo que lo he hecho, porque no tengo ni ganas, ni conocimientos para sostener un debate serio y documentado al respecto.
Independientemente de eso, la novela es dinámica, quizá un poquito larga, pero está bien escrita y capta la atención del lector, sabiendo explotar los recursos de los que echa mano, con algunos personajes que resultan atractivos, cierto sentido del humor y mucha acción como corresponde a una novela que se desarrolla en momentos convulsos y, en su parte final, en plena batalla.
Como dice el propio autor, las lagunas de la Historia son una bendición para el novelista y Sánchez Piñol aprovecha esas lagunas para construir un relato ágil e imaginativo.





4 comentarios:

  1. Este no tardaré mucho en leerlo; aun no se si lo leeré en catalán o en castellano, pero respecto a ello, opino que es lógico que la primera edición saliera en castellano, ya que así llega a más gente. Desde un principio estaba claro,además, de que habrían más ediciones.

    Un saludo Trecce.

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    1. Dependiendo de ideologías, se le pueden criticar algunas cosas, incluso inexactitudes, pero en general, pienso que la novela está bastante bien.

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  2. Si se toma como novela está bastante bien, pero no hay que olvidar que no deja de ser eso, una novela con trasfondo histórico.... su veracidad no es tan baja como la de otros éxitos como el código da vinci, pero no es especialmente rigurosa.

    A mi lo que menos me gustó, fue el tono de imparcialidad que quiere darse dando tortas a personajes de "ambos bandos", no porqué de a unos más que a otros (que lo hace) sino porque en toda la novela aparece un trasfondo buscando agradar al "pueblo catalán" identificando al "pueblo catalán" de 1714 con el de ahora... como que es un "pueblo" que sufre el castigo por un lado de la dominación española y por otro el de tener unos dirigentes mediocres, como ahora.

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    1. Pretender trasladar cosas del pasado a situaciones actuales conlleva el peligro de falta de rigor que es lo que le ocurre a esta novela.

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