martes, 30 de junio de 2015

ROJO Y NEGRO

Junto a "La cartuja de Parma", es tenida por lo mejor de la producción del francés Marie-Henri Beyle, más conocido por su seudónimo Stendhal y una de las más famosas novelas de la literatura universal.
El protagonista, Julián Sorel, es hijo de un modesto aserrador, pero gracias a su inteligencia prodigiosa, espera abrirse camino en la vida y conseguir ascender en la pirámide social.
El alcalde de Verrières, la pequeña localidad del Franco Condado, en la que vive Julián, le tomará como preceptor de sus hijos y allí, Julián enamora a la señora de la casa, madame de Rênal, un amor apasionado, con altibajos y fingimientos por parte de Julián, pero que será su felicidad y su perdición al mismo tiempo, aún cuando ya creía que lo tenía olvidado.
Por medio del cura del pueblo, Julián consigue entrar becado en el seminario de Besançon y de allí, marchará a París, como secretario del señor de la Mole, con cuya hija, Matilde, acaba teniendo un romance que le llevará a lo más alto de su carrera y significará también el principio de su caída.
El autor se inspira en un hecho real, en 1826 un joven preceptor dispara contra su amante ya que ésta le había impedido casarse con una rica heredera, y lo convierte en una historia romántica, bastante alejada de los celos y la maldad de la original. Sitúa su obra en Francia, durante la época de la Restauración, con una magistral ambientación.
Stendhal se deshace de las convenciones románticas para mostrarse como un precursor del realismo que vendría, su prosa está carente de énfasis y de descripciones prolijas, gracias a ello, logra que la narración de esta voluminosa obra, se haga relativamente dinámica, acaparando el interés del lector por la sucesión continúa de nuevos giros y situaciones.
Es también un retrato de la sociedad francesa de la época, dominada por la hipocresía y la dificultad de las clases humildes para acceder a puestos más elevados en la escala social, algo que, en algunos sentidos, se nos antoja no tan lejano a la realidad que vivimos en la actualidad.
El título, para la mayoría de los estudiosos, refleja los colores del ropaje que vestían los segundones de las clases altas o aquellos de las más humildes que deseaban ascender en la pirámide, el rojo del ejército y el el negro del hábito eclesial, únicos caminos que les permitía dicho ascenso por caminos honorables.
Sin embargo, no falta quien opina que hace alusión a los colores de la ruleta, en los que el jugador se juega su suerte, en este caso su futuro, a cara o cruz, a uno de los dos colores.
Ese retrato social es el verdadero asunto de la novela, pues el amor es sólo un reclamo. Con una prosa sencilla y clara, es una de esas obras maestras que marcan toda una época.



lunes, 29 de junio de 2015

MIGUEL STROGOFF

El zar Alejandro II (Louis Arbessier), está tremendamente enojado porque ha quedado incomunicado con su hermano, el Gran Duque, debido a que los tártaros, que se han sublevado, han cortado las comunicaciones telegráficas y no puede avisarle del peligro que corre, ante la incorporación al bando sublevado del traidor Ivan Ogareff (Henri Nassiet).
La única solución que le ofrecen sus asesores es la de enviar un correo, una misión condenada al fracaso, ya que quien vaya, habrá de atravesar las líneas enemigas para llegar a Irkutsk, donde está acantonado el Gran Duque con las tropas a su mando.
La persona elegida para hacer llegar la misiva del zar, es el capitán Miguel Strogoff (Curd Jürgens), a quien el Jefe de la policía zarista, General Krisloff (Michel Etcheverry), hará pasar por un comerciante de telas y como tapadera, llevará a una joven que se hará pasar por su esposa, se trata de Nadia Fédor (Geneviève Page), hija de un disidente que está desterrado en esa zona, a quien se le promete la libertad de su padre a cambio de que acompañe al capitán Strogoff en tan arriesgada misión.
En el camino, habrán de superar innumerables obstáculos, hasta que la zíngara Sangarre (Sylva Koscina), amante de Ogareff, descubre la verdadera identidad del capitán y le delata.


El guión se basa en la novela del escritor francés Julio Verne "Miguel Strogoff. El correo del zar" y fue una coproducción franco-italo-yugoslava, cuyos exteriores se rodaron, precisamente en Yugoslavia.


Hay algunas cosas de la novela que, literalmente, desaparecen y otras están bastante alteradas, casi siempre, para mal, resultando decepcionante la manera en que cambia la narración, incluído el momento cumbre de la novela y de la película, cuando Miguel Strogoff es condenado a ser cegado y se le somete a tan cruel tortura, porque en el film se da a entender que quien salva al protagonista es una sirvienta de Ogareff, cuando en la novela, tiene una explicación mucho más poética, en lo que me parece una de las escenas más emotivas de la literatura de aventuras.


Unas actuaciones bastante acartonadas, con un Curd Jürgens que, para mi gusto, no da el papel, para nada y algunas de las escenas bélicas, en las que participó la caballería del ejército yugoslavo, absolutamente teatrales.
De todo, lo que más me atrajo fue la fotografía, que se beneficia de los bellos paisajes naturales y que tiene algunas escenas bien rodadas en el descenso del río; algunos de los pasajes musicales, y la magnífica escena de inicio, en la que la cámara acompaña a una columna de tártaros marchando a caballo de dos en fondo, mientras grupos de compatriotas está talando los postes del telégrafo.




sábado, 27 de junio de 2015

SANTA TERESA NUNCA FUE ENTERRADA

Se celebra este año, con la pompa que merece, el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, lo que me da pie a traer una anécdota histórica sobre la Santa, relacionada con su entierro, algo que, si nos atenemos al calendario, nunca se produjo.
Santa Teresa murió en 4 de octubre de 1582 y, a pesar de que fue enterrada al día siguiente, el día 5 de octubre de 1582, no existe en el calendario actual.
¿Misterio? Ninguno. Cuando el calendario gregoriano (el que rige actualmente) fue aplicado, se perdieron diez días por mor de los ajustes que hubo que hacer con respecto al antiguo calendario juliano. En cada país entró en vigor en fechas distintas, aquí en España, igual que en Portugal, Italia y Polonia, fue en octubre de 1582, de manera que al 4 de octubre, le siguió el 15 del mismo mes, por lo que los diez días que van entre ambos, desaparecieron, jamás han existido.
Quizá la Santa lo sabía y por ello escribió sus famosos versos a modo de premonición:

Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.




viernes, 26 de junio de 2015

AHORA O NUNCA

Eva (María Valverde) y Álex (Dani Rovira), se conocieron en Inglaterra en su época de estudiantes y, tras años de noviazgo, deciden casarse en el pequeño pueblo de la campiña inglesa en el que estaba el colegio al que iban.
Un problema con el vestido de novia de Eva, obliga a que Álex se quede en España, para recogerlo, mientras Eva y Caritina (Gracia Olayo), partirán hacia Gran Betaña para ultimar los preparativos de la fiesta y banquete nupcial.
Una huelga de controladores obliga al cierre del espacio aéreo español, por lo que ni el novio, ni los invitados a la boda, pueden tomar el vuelo en el que iban a viajar a Londres. Ante esta adversidad, Irene (Melody), la hermana de Álex, organiza un viaje en autobús para los invitados, mientras Álex, junto a su padre y el padre de Eva, viajarán en coche hasta Marsella y de allí en avión a Londres, algo que tampoco va a salir bien, pues el vuelo se desvía a Amsterdam por culpa de una nube de ceniza procedente de la erupción de un volcán que impide sobrevolar Inglaterra.
Entre tanto, Eva se va viendo obligada por las circunstancias adversas a ir retrasando la boda un día y otro, al tiempo que trata de resolver una desagradable situación en la que se ha visto involucrada y que pone en peligro, no sólo la celebración de la boda, sino su relación con Álex.


La catalana María Ripoll, lleva a la pantalla este guión de Jorge Lara Francisco Roncal, que trata de emular algunas conocidas cintas anglosajonas con la boda como fondo y un envoltorio de humor. Parte de la crítica ha visto un intento de aprovechar el tirón de Ocho apellidos vascos, quizá porque se trata de una comedia y porque en el reparto están Dani Rovira y Clara Lago, pero yo no creo que la cosa vaya más allá, en España siempre se han hecho comedias y no hay que buscar cosas que, a mi entender, no existen.


Con un reparto encabezado por el que se postula como nuevo galán cómico del cine español, tal vez lo mejor haya que buscarlo entre los secundarios, no todos, pero algunos me han causado una grata impresión.
La película es bastante desigual, con algún momento puntual en el que parece que a alguien se le encendieron las luces y tuvo un momento de inspiración y otros realmente penosos, incluyendo un final sin chispa, bastante decepcionante y no sólo previsible, sino que sirve de resolución al asunto de una infidelidad que no existió, tratado de forma pacata y trasnochada.
Las tramas paralelas, pues como el resto de la película, con altibajos, unas con golpes divertidos y otras bastante mal trabajadas para el juego que podría haber dado.


Lo mejor de la película, que el ritmo que lleva hace que no se haga larga, cuatro o cinco gags acertados y, como digo, la contribución de algunos de los secundarios (Jordi Sánchez, Anna Gras o Gracia Olayo, por ejemplo), que están bastante bien y que aportan cierto nivel humorístico al film.
Me recuerda un poco, no en las formas, por supuesto, a aquellas películas taquilleras de tiempos pasados, que les venían muy bien a los actores patrios para ganarse el pan, al que también tienen derecho, con un humor no demasiado conseguido, que te hacen pasar el rato y que olvidarás no mucho después de haberla visto.




jueves, 25 de junio de 2015

GUSTAVO III DE SUECIA Y EL CAFÉ

Aunque su consumo en Suecia había sido prohibido en un par de ocasiones, que se sepa, nunca se consiguió acabar con una bebida que había llegado de lejanos territorios: El café. De hecho, mucha prohibición, pero hoy en día el café es una bebida muy popular en el reino escandinavo, al punto de estar entre los diez países que más lo consumen.
Esto de si el café es bueno o malo, es algo que ha llegado a nuestros días, como sabemos, pero precisamente en Suecia hubo alguien profundamente convencido de lo pernicioso que era su consumo, ese alguien era nada menos que el rey Gustavo III, que decidió probar científicamente que aquella bebida tan consumida, era letal.
Para ello puso en marcha lo que en Suecia se ha llamado (yo creo que con cierta sorna), el primer ensayo clínico de la historia del país.
El rey se enteró de que dos hermanos gemelos habían sido condenados a muerte por diversos crímenes y les propuso conmutarles la última pena por la de cadena perpetua, a cambio de que se prestaran a un experimento: Llevar una dieta idéntica de por vida, con el único cambio de que uno tomaría tres tazas de café y el otro tres de té, cada día. Para seguir la evolución del experimento, se formó una comisión médica, que controlaba a los hermanos.
Pasó el tiempo, los médicos murieron y en 1792, Gustavo III murió asesinado, todo ello sin que pudieran enterarse del resultado final del experimento, porque ambos hermanos seguían en este mundo. El que tomaba té murió a la edad de 83, el del café, no se sabe exactamente, pero falleció después.




miércoles, 24 de junio de 2015

LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DÍAS

Phileas Fogg (David Niven), miembro del exclusivo Reform-Club, al que acude diariamente, hombre de costumbres metódicas hasta la exageración y del que nadie conoce absolutamente nada de su pasado, defiende ante sus colegas que es posible dar la vuelta al mundo en 80 días, incluyendo posibles imprevistos que ya ha calculado, por lo que no duda en aceptar la apuesta en contra que le hacen.
Inmediatamente se prepara para partir, vía Dover, acompañado de Picaporte (Cantinflas), el nuevo ayuda de cámara que ha contratado, un tipo peculiar que le ayudará en las diversas peripecias que le esperan en tan largo y complicado viaje.
El guión se basa en la novela del mismo nombre escrita por Julio Verne, sin duda, uno de los mejores relatos de aventuras jamás escrito, porque en él se concitan todos los ingredientes de una buena novela de este tipo. A la hora de trasladarla a la pantalla, el resultado es desigual, con buenos momentos y algunos pasajes y personajes que, por contra, quedan más desdibujados pero, en general, es un buen intento y para muchos es la adaptación más conseguida de cuantas se han hecho hasta la fecha.


La película pasará a la historia, entre otras razones, por la gran cantidad de actores, unos más conocidos que otros, que realizan pequeñas colaboraciones, de hecho, esta película fue la que dio origen al término cameo. Uno de los entretenimientos del film, es ir descubriendo a esos personajes que van apareciendo, alguno de ellos interpretando un pequeño homenaje a alguna película suya que ha sido famosa, cual es el caso de Marlene Dietrich ataviada como en El ángel azul, o Buster Keaton en un entrañable homenaje a su film "El maquinista de la general", pero son muchos otros los que aparecen, entre ellos, John Gielgud, Trevor Howard, Peter Lorre, John Carradine, Frank Sinatra, Fernandel o el torero español Luis Miguel Dominguín.
El film cuenta con una soberbia fotografía, con paisajes de los lugares por donde transcurre el film a los que hoy, con la saturación que tenemos de documentales de calidad, no damos importancia, pero que son de una factura técnica y estética maravillosa.


Con dos interpretaciones descollantes, las de los dos protagonistas, un David Niven que siempre manifestó que este era su personaje preferido de cuantos interpretó y Mario Moreno que demuestra que puede estar a la altura de cualquier estrella de Hollywood sin desmerecer lo más mínimo, sino todo lo contrario.
Le película pierde parte de la fuerza que tiene el relato original de Verne porque incluso lo ha perdido la novela misma debido a que todos sabemos de qué va y ese final maravilloso, esa vuelta de tuerca que supone el darse cuenta a última hora de que han ganado un día al ir viajando hacia oriente, no tiene la potencia que debió tener en el relato primigenio.
De cualquier manera estamos ante un buena película de aventuras, a pesar de los tópicos y de la presentación que hacen al principio, que me parece que está de sobra y todo ello, culminado por los títulos de crédito del gran Saul Bass y envuelto en la magnífica partitura de Victor Young.




martes, 23 de junio de 2015

JOSEF AJRAM

Josef Ajram Tarés es un reconcido triatleta barcelonés de padre sirio y madre catalana. Pero profesionalmente se dedica a los mercados financieros desde los 21 años, es lo que se conoce en la actualidad como broker coach, para los más clásicos, un corredor de bolsa, al parecer con cierto éxito. También es conocido por haber escrito varios libros sobre cómo superarse física y mentalmente.
Precisamente uno de estos libros, le llevó a Madrid para firmar ejemplares en la Feria del Libro y, con motivo de su estancia en la capital del España, se hizo una foto con la bandera que hay en la Plaza de Colón como fondo. Esta foto la publicó en su cuenta de twitter, con el siguiente pie: "Viva España".
Hacer eso y comenzar a recibir insultos, fue todo uno, hasta que el triatleta estalló y dijo lo que más de uno pensamos: "¿En qué mierda de país vivimos que pones una bandera de tu país y te insultan? Así NO". Cerró su expresión, mezcla de cabreo y sorpresa con el hashtag #CatalánYEspañol.





lunes, 22 de junio de 2015

GUERRA Y PAZ

En los albores del siglo XIX, una sombra se extiende sobre Europa, un sólo hombre, Napoleón Bonaparte (Herbert Lom) es el responsable de que el mapa del continente se vea recorrido por ella y únicamente Rusia y Gran Bretaña, parecen resistir con éxito la amenaza de la invasión.
A más de mil kilómetros de las batallas que se libran en territorio austriaco, Moscú, bajo el cálido sol del verano, es un lugar propicio para que los desfiles se sucedan, con uniformes multicolores, caballos, cañones y toda la parafernalia que entretiene al pueblo y la nobleza, mientras por sus calles pasan en formación quienes se preparan para partir al frente.
Pierre Bezukhov (Henry Fonda), es un pacifista convencido, que ve con tristeza aquella manifestación guerrera, mientras Natasha Rostova (Audrey Hepburn), se lamenta de no ser hombre para poder montar un bonito corcel y formar parte de las apretadas filas de los soldados en formación.
Uno de los que parten para el frente austriaco, es el príncipe Andrei Bolkonsky (Mel Ferrer), un oficial apuesto y de carácter serio, que deja a su esposa en la casa familiar de los Bolkonsky esperando la llegada de su primer hijo; también partirá Nicolai (Jeremy Brett), hermano de Natasha. Todo este ambiente, provoca entre la población en general y la nobleza en particular una mezcla de temor a que no regresen los seres queridos y de euforia, pues existe la opinión de que acabarán con Napoleón.


Basada en la novela del mismo título de Leon Tolstoi, es la adaptación más conocida, aunque en general, aficionados y crítica coinciden en que la versión dirigida por Sergei Bondarchuk diez años más tarde, está bastante más conseguida.


Con un elenco de actores de bastante tirón para la época, aunque no eran los que King Vidor hubiera elegido, pues en su mente estaba Peter Ustinov y, en su defecto, Paul Scofield para desempeñar el papel que se encargó a Fonda.
La fotografía nos ofrece momentos realmente brillantes y la música de Nino Rota es una maravilla, recuerdo especialmente la alegre y descriptiva composición que suena durante la cacería y lo bien que acompaña la melodía toda la parte de la retirada del ejército francés.
Los decorados, a pesar de lo artificiales que resultan, tienen un encanto especial, por ejemplo, la escena del duelo, en la que se ve que hasta el sol del amanecer es de pega, me ha resultado entrañable. Lo mismo ocurre con los efectos especiales, le arranca a uno cierta sonrisa ver claramente que los actores van en caballos mecánicos en la escena de la cacería (bueno, todos, excepto Jeremy Brett, al parecer excelente jinete); o las explosiones de los supuestos cañonazos, bastante mal conseguidas.


La película tiene innumerables detalles técnicos y artísticos, no en vano, más de tres horas de metraje, dan para mucho, pero lo cierto es que tiene escenas excelentes, quizá plásticamente la del baile sea de las mejores; en plan emotivo, la de los balcones, que a mí me recuerda, porque también está Audrey, aquella del film que la convirtió en un mito del cine en Desayuno con diamantes; quizá las más épicas son las de la Batalla de Borodino, con la espléndida carga de dragones y lanceros franceses; pero la serie de planos que queda para el recuerdo, es la que recoge la trágica retirada del ejército de Napoleón por las embarradas estepas.


El guión optó por dar protagonismo a la parte romántica de la novela de Tolstoi, la evolución del personaje de Natasha y sus relaciones con Pierre y con Andrei, el resto de lo que el autor ruso nos plantea en su novela, queda esbozado y apenas se profundiza en ello, de cualquier manera, estamos ante una película digna de ver, tal vez un tanto frustrante por cuanto de una gran superproducción con todo tipo de medios a su disposición, esperamos algo más que la película no nos acaba de dar.




sábado, 20 de junio de 2015

TIERRAS ROJAS

Una joven y su padre adoptivo que llegan al almacén del pueblo para cambiar su carga por los productos que les hacen falta; un hombre colgado de un árbol con el cuerpo cribado de flechas; una caravana de gente variopinta que atraviesa regiones inhóspitas para llegar a las Tierras Lejanas; un lugar que ha prosperado a costa de los buscadores de oro, con sus burdeles, casinos... ¿Les suena de algo?, ¿quizá a película del oeste?
Bien podría ser, al fin y al cabo, el autor de Tierras Rojas, Joe Abercrombie, dedica su libro a Clint Eastwood, aunque da por hecho que no lo va a leer.
Tierras Rojas, como otros libros del autor, se desarrolla en un mundo imaginario situado en la frontera de un tiempo antiguo y otro nuevo, no necesariamente uno mejor que otro, simplemente un mundo cambiante, en el que perviven algunos rastros de antigua magia que, tal vez nunca fue sino superstición interesada, manejada por los poderosos y los pícaros para sacar provecho.
Shy Sur es una chica que ha tenido una vida difícil, rodeada de las peores compañías y cometiendo todo tipo de acciones denigrantes. Vuelve a casa cuando fallece su madre para cuidar de sus dos hermanos, Pit y Ro, que han quedado a cargo de su padre adoptivo, Lamb, un hombretón que todo lo que tiene de corpulencia y fuerza, lo tiene de cobarde, aunque trabaja como una mula todo el día sin rechistar jamás y juega con los niños como si él mismo lo fuera.
Cuando regresan del pueblo de vender un carro de grano y comprar provisiones, se encuentran la granja quemada, al viejo Gully colgado y con el cuerpo acribillado de flechas y los niños desaparecidos, aparentemente raptados.
Aquí comienza el viaje en el que Shy descubrirá que Lamb (los nombres de las personas y lugares, de la novela, encierran algunas veces un doble sentido) no es lo que parece, como ocurre con algunos de los otros personajes que pueblan la novela y entre los cuales no dejan de asomar algunos que hemos visto en otras obras de autor, haciendo una especie de cameos. Vemos aparecer personajes, lugares y situaciones que, a quienes disfrutamos de la trilogía "La primera ley" (La voz de las espadasAntes de que los cuelguenEl último argumento de los reyes), enseguida nos traen recuerdos de viejos conocidos.
Maravillosos secundarios que en un momento dado cobran protagonismo, descripciones que nos hacen visualizar lo que Abercrombie tiene en su cabeza, y la imaginación de un autor que sabe buscar giros para que la historia fluya sin decaer. Aunque es cierto que la novela tiene dos protagonistas (Shy y Lamb) y en menor medida un tercero (Temple), que se ganan la simpatía del lector, los personajes recuerdan un poco a los de George R.R. Martín y su Canción de Hielo y Fuego, en el sentido de que los buenos no dejan de ser sanguinarios y violentos y los malos, en ciertas ocasiones, tienen sus remordimientos, aunque se les olviden tan rápido como llegan.
Muy bien traducida por Javier Martín Lalanda, estoy convencido de que no es una novela para cualquiera, es más, seguro que habrá a quien se la haga pesada, a mí me encantó, con ese final que a algunos ha decepcionado, porque esperaban una cosa más épica, pero que sirve al autor para ofrecernos una imagen, manida, es cierto, pero a la que no ha podido sustraerse y que nos devuelve al comienzo, al mundo del western y si no, lean el momento de la despedida de Lamb:

Entonces respiró profundamente y, poniendo su caballo al trote, se dirigió hacia el crepúsculo. Ro siguió en el porche, con la mano de Pit en una de las suyas y la de Shy sobre su hombro, mirándolo.



viernes, 19 de junio de 2015

AMANECE EN EDIMBURGO

Davy (Paul Brannigan) y Ally (Kevin Guthrie) dos amigos que han servido juntos en Afganistán con el ejército británico, regresan a Edimburgo para reintegrarse a la vida civil, algo que no les va a resultar fácil. Allí se encuentran con una realidad que, en ocasiones, les resulta más dura que la experiencia dramática que han vivido, en la que han perdido amigos y a otros les han quedado secuelas de por vida. De pronto se dan cuenta que haber arriesgado sus vidas, apenas les aporta ningún tipo de reconocimiento social y se encuentran con dificultades para encontrar trabajo.
Rab (Peter Mullan) y Jean (Jane Horrocks), los padres de Davy, están centrados en preparar los festejos de su veinticinco aniversario de boda, sin embargo, la aparición de una joven, fruto de una antigua relación ya olvidada, viene a alterar la vida de ambos. Rab descubre a su hija, de la que nada sabía y algo le llama a recuperar de algún modo el tiempo perdido, pero a la vez, no desea echar su matrimonio por la borda.
Por su parte, Ally y Davy, también tienen problemas en sus respectivas relaciones. De hecho, Ally, que desea casarse con Liz (Freya Mavor), se encuentra con que ésta, no está por la labor, ya que antes desea conocer mundo y aceptar el trabajo que le han ofrecido al otro lado del Atlántico. Ally, se plantea reincorporarse al ejército.


Tras una impactante escena inicial, la película gira hacia una trama bastante convencional de historias de amor paralelas.
Sin duda, la dificultad de hacer algo diferente en un género que algunos dan por saturado, llevó a los guionistas a buscar algo original con lo que atrapar al espectador y realmente la escena de arranque supone un choque que concita la atención del espectador hasta que se da cuenta de que las cosas no van a ir por ese camino.


El argumento tiene su miga, aunque el guión no acaba de profundizar en los temas que plantea: la independencia femenina, el cambio social, los problemas de la juventud, la relaciones de pareja..., quedándose en la parte amable del mensaje.
Muy buena labor de fotografía, con unos maravillosos travellings aéreos sobre Edimburgo, mostrándonos impresionantes perspectivas de la ciudad y unas actuaciones que cumplen para lo que es film.


A mayor gloria de The Proclaimers, como musical, tiene algunas escenas con coreografías atractivas, aunque no muy conseguidas, pero que contagian optimismo, a pesar de que uno de los principales lastres del film es que las historias que Charlie y Craig Reid querían contar con sus canciones, no siempre encuentran hueco en la trama del film y están metidas de manera forzada. El apoteósico final a los acordes de I’m gonna be (500 miles), supone otro de los momentos cumbres del film y logra contagiar al espectador de una alegría que se convierte en un subidón de optimismo que, a la postre, es el recuerdo que más perdura.




jueves, 18 de junio de 2015

LOS LADRONES SOMOS GENTE HONRADA

Castelar (José Luis Ozores), El Tío del Gabán (José Isbert) y El Pelirrojo (Antonio Garisa), son tres ladrones de poca monta, tres tomadores del dos, como se dice en el argot, que se dedican a pequeños hurtos en El Rastro madrileño. Su antiguo compinche, Daniel "El Melancólico" (Carlos Miguel Solá), que se había ausentado de la capital, ha regresado y les convoca para que le ayuden a dar un golpe en una joyería. Se trata de provocar confusión en el establecimiento para poder llevarse una joya que El Melancólico dejará caer en el caldero de serrín que tendrá preparado El Pelirrojo, que a su vez se hace pasar por empleado de la empresa que limpia los cristales del establecimiento.
El caso es que todo sale mal, porque los cacos se quedan encandilados cuando descubren que uno de los clientes de la joyería, un tal D. Felipe Arévalo (Rafael Bardem), ha venido a retirar una pulsera de tres millones de pesetas, con lo que deciden cambiar todos los planes, olvidarse de la joyería y tratar de robar la pulsera en el domicilio de los Arévalo.
Todo se complica, cuando Daniel conoce a Herminia (Encarnita Fuentes), la sobrina de D. Felipe, y se enamora de ella.


La película pierde un tanto el tono humorístico de la obra teatral de Enrique Jardiel Poncela en la que se basa el guión. Creo que se debe a que, respetando las líneas maestras de la obra de teatro, modifica los detalles que, en ocasiones, son muy importantes y al tratar de teñirlos de un tinte serio, desvirtúa de manera sensible la fuerza cómica de las situaciones. Tal vez sea eso lo que nos produce cierta sensación de atonía, pues se queda en un terreno de nadie, ni es una obra seria (en el sentido de no cómica), ni del todo humorística, todo ello a pesar del gran cartel de actores cómicos que intervienen y que hacen lo que pueden, tablas les sobran.
Bien fotografiada, con algunas tomas exteriores en la madrileña plaza del Eloy Gonzalo y en algunas otras zonas de la capital, que están bien planificadas.
Mi opinión es que, en líneas generales, la película falla, pues su finalidad esencial que es divertir a través del humor, se ve que no acaba de provocar la risa del espectador, salvo en lo poco que conserva tal cual lo escribió Jardiel.




miércoles, 17 de junio de 2015

LAS AVENTURAS DE QUENTIN DURWARD

Lord Crawford (Ernest Thesiger), es un anciano noble escocés que, por razones políticas, pretende contraer matrimonio con Isabelle, condesa de Marcroy (Kay Kendall), una noble francesa de gran belleza y dueña de una gran fortuna, otra de las causas, y no la menor, por la que Lord Crawford, está interesado en desposarla.
Para conocer y evaluar a la novia y, al tiempo, para hacer el panegírico del pretendiente, Lord Crawford envía al otro lado del mar a su sobrino Quentin Durward (Robert Taylor), para que se presente en el castillo de Charles, duque de Borgoña (Alec Clunes), donde se aloja la condesa y donde le espera el embajador de Escocia en Francia, Lord Malcolm (Moultrie Kelsall), que le ayudará en su misión.
El mismo día de su llegada a tierras borgoñonas, Lord Malcolm le anuncia que esa misma noche, conocerá a la condesa en una fiesta que va a dar el duque, sin embargo, antes de que comience el festejo, Isabelle huye del castillo para ponerse bajo la protección de Luis XI (Robert Morley), rey de Francia y enemigo declarado del duque de Borgoña.
Quentin sale en persecución de la princesa, logrando salvarla del ataque de una partida de renegados dirigidos por el conde William de la Marck (Duncan Lamont), a partir de entonces, se verá envuelto en la lucha por el poder que mantienen Luis XI y el duque de Borgoña, al tiempo que, tras conocer a Isabelle, debe luchar entre el deber hacia su tío y el amor que siente por la condesa de Marcroy.


Basada en la novela "Quentin Durward", de Walter Scott, la película hace un resumen muy escueto de lo que es la voluminosa novela que, en algunas ediciones, ocupa hasta tres tomos y algunas de cuyas adaptaciones, se han convertido en un clásico de la literatura juvenil.
Aunque en algunas partes se ralentiza un tanto, mantiene unas cuantas escenas que conservan el aire de novela de aventuras trasladada a la pantalla, con el dinamismo que le proporcionan persecuciones, duelos y ese punto de intriga que, quizá es lo menos logrado de la película.
Me ha gustado la fotografía, que se beneficia y sabe sacar partido de las tomas generales, tipo postal de los preciosos castillos que desfilan por la película: Bodiam Castle cercano a Robertsbridge (East Sussex - Escocia); Chateau de Chambord, cerca de Blois en el Valle del Loira; Château de Chenonceau, próximo a Amboise o el Château de Maintenon, al norte de Chartres. Además, supongo que aprovechando que estaban en el Valle del Loira, muchas de las tomas exteriores están rodadas allí, entre ellas una escena que me agradó especialmente, cuando Quentin persigue a Isabelle entre las espigas del campo como si fuera un mar vegetal.
Hay otra escena de este film que se ha hecho representativa del mismo, aunque parezca irreal por lo poco creíble y lo artificial que resulta, es la del duelo en el campanario, con Quentin y  De la Marck batiéndose mientras saltan de una cuerda a otra y bajo sus pies arden las llamas. Una escena similar, seguramente inspirada en esta, pero muy mejorada porque es menos artificiosa, la rodó tres años después Richard Fleischer en su magnífica Los Vikingos, pero la idea original, es de este film.


La novela de Walter Scott, nos habla del crepúsculo de la caballería andante, un mundo en el que las lanzas están en declive, la pólvora va sustituyendo a la espada y los enfrentamientos a larga distancia reemplazan a las justas y torneos.
Ese espíritu, no lo sabe captar del todo el film, sino es a través de las palabras del protagonista que señala que ha nacido demasiado tarde y que el mundo en el que vive, no es el suyo, pues él aún cree en otros valores que ya está superados por el de la intriga y la negociación política.
De cualquier modo, la película es muy entretenida, con un buen ritmo, a pesar de algún bache, pero resulta divertida, con buenos diálogos y la sensación de que estamos viendo un cine de cierta calidad en un momento de transición para este tipo de películas.




martes, 16 de junio de 2015

GRANDES PRINCIPIOS DE NOVELA (EL TÚNEL)

Ernesto Sábato, comienza su novela El túnel, por el final, dándonos la clave de la historia y presentándonos en bandeja cuál va a ser su resolución. Siempre se ha considerado uno de los recursos más arriesgados, pero a la vez, es una manera de concitar la atención del espectador si ese final al que nos va a llevar la narración está envuelto por el halo del misterio y la intriga, pues nos queda saber qué es lo que ha ocurrido para llegar hasta allí.
Este es tenido por algunos como uno de los comienzos más impactantes y conocidos:

Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona.



lunes, 15 de junio de 2015

AL ESTE DEL EDÉN

En su rancho de la población californiana de Salinas, vive Adam Trask (Raymond Massey), junto a sus dos hijos, Aron (Richard Davalos) y Cal (James Dean).
Aron, buen estudiante y muy formal, es el preferido del padre, que siente una especie de rechazo hacia Cal, lo que provoca en este actitudes de rebeldía, inconformismo y desobediencia, en un intento, no siempre consciente, de llamar la atención del padre sea como sea.
Cal ha descubierto que su madre, que Adam les había dicho que estaba muerta, vive en la cercana ciudad de Monterrey, donde regenta una casa de lenocinio con bastante éxito económico.
El padre de Aron y Cal, se embarca en un negocio con el que pretende enviar hortalizas en vagones refrigerados con hielo, para que lleguen en buen estado a la costa este, pero un alud detiene al tren, el hielo se derrite y la mercancía se pierde, echando por tierra el negocio. Desde ese momento, Cal buscará la manera de resarcir a su padre del quebranto económico, para lo que pide prestado dinero a su madre, con el fin de invertir en un negocio que le han propuesto.
Cal y Aron se llevan bien, pero la afinidad de Cal con Abra (Julie Harris), hará que la relación entre ambos hermanos se enturbie.


Basada en la magnífica novela del mismo título escrita por John Steinbeck, está ambientada en los días que precedieron a la entrada de EE.UU. en la I Guerra Mundial y los primeros meses de esta (1917-1918).
Steinbeck, amigo del realizador Elia Kazan, desde que le presentaron a Dean como el actor que iba a interpretar a Cal, estuvo convencido de que era la encarnación perfecta del personaje.
La actriz Jo Van Fleet, que interpreta a Kate, la madre de Cal, obtuvo el Oscar a la mejor actriz de reparto por su interpretación en el film.


El guión de Paul Osborn, trabaja de manera magistral unos personajes cuyos caracteres, aunque puedan parecer claros y simples, están llenos de matices. Es cierto que Cal parece un chico desvalido que busca el acercamiento al padre, pero también es verdad que parece que, en ocasiones, emprende caminos equivocados; el padre, parece el tipo que tiene clara preferencia por uno de los hermanos y desprecia al otro, pero vemos que no es tan sencillo, porque tampoco se trata del típico personaje intransigente y dominante, vamos que no es un malo al uso. La planificación en intervenciones breves, ayuda a la agilidad de la narración.


Un film que nos ofrece un montón de reflexiones, magníficamente interpretado, con una Julie Harris que traslada muy bien la tremenda tensión que late en su relación con Cal y un James Dean que se consagra con esta interpretación del chico introvertido e inmaduro, con esos gestos que transmiten tanto o más que las propias palabras.
Muchas secuencias para el recuerdo, que se han hecho míticas y envolviéndolo todo, una sugerente partitura de Leonard Rosenman, guinda perfecta para un exquisito bocado cinematográfico.




sábado, 13 de junio de 2015

LA REFORMA PERDIDA

Hace unos días, el Fondo Monetario Internacional, ese organismos dirigido últimamente por personas de dudosa catadura moral, ha hecho sus recomendaciones para nuestro país (antes llamado España), como aquel médico que recetaba lo mismo para un callo en un dedo del pie, que para un dolor abdominal. Entre ellas, a vueltas con la bajada de sueldos y con el copago sanitario y es triste oír hablar de pagar dos veces por un servicio público, en una nación que ha perdido la oportunidad histórica, en estos cuatro últimos años, de reformar las Administraciones Públicas en profundidad. Hablarle a un ciudadano español de pagar dos veces por utilizar la sanidad pública, cuando tiene que sostener con sus impuestos administraciones locales, provinciales, autonómicas y nacionales, además de empresas y fundaciones públicas, es de chiste de mal gusto.
Es cierto que ningún gobierno de la democracia le ha metido el diente a este problema peliagudo, pero es que el gobierno del Sr, Rajoy, ha dejado escapar la coyuntura más propicia, con una mayoría absoluta en el Parlamento y un sentir entre los ciudadanos de que había que meter la tijera a fondo para salir del mal paso, tras la nefasta gestión de la crisis del gobierno Zapatero.
Cada vez que oía hablar de valentía en las medidas que tomaba a D. Mariano, se me revolvía el estómago, porque valiente ha sido para jugar con el recorte de derechos del ciudadano, pero esa valentía le ha faltado para hacer una reforma que la nación necesitaba, esa sí hubiera sido valentía auténtica, pero claro, ello significaba, entre otras cosas, perder puestos de parlamentarios, consejeros y cientos (o miles) de asesores pagados con dinero público, de dudosa o nula utilidad; puestos copados por las maquinarias políticas que ven en esa parcela una fuente de prebendas inagotable.
Si no se ha hecho ahora, me temo que vamos a vivir con esta rémora para los restos.
Y ahora viene el Banco de España a hacer suyas las recomendaciones del F.M.I. en un acto que suena obsceno, solicitando bajadas de sueldos (para otros, claro) por unos tipos que han visto aumentados su salarios en cantidades cercanas o superiores al 5% (y estamos hablando de sueldos, cuyo 5% no es es equiparable al del común), cuando ya saben lo que ha pasado con los de aquellos que se los pagamos.




viernes, 12 de junio de 2015

ZALACAÍN EL AVENTURERO

Huérfano de padre, Martín Zalacaín, vive en el caserío familiar de Urbía, con su hermana y su madre, una mujer de carácter débil que contrasta con la viveza y arrojo de su hijo.
Un día llega a la aldea un circo, para una de cuyas representaciones, Martín consigue entradas, pero durante el espectáculo, se escapa un león y se produce una desbandada del público que arrolla a la madre de Martín, lo que al poco le producirá la muerte, quedando Martín al cuidado de su tío abuelo Tellagorri (Jesús Tordesillas), mientras su hermana entrará a servir en casa de los Ohando, que últimamente han estado socorriendo a la familia.
Ya de adultos, continúan las relaciones entre Martín (Virgilio Teixeira) y Catalina Ohando (Elena Espejo), hermana de Carlos Ohando (Carlos Muñoz), el antagonista de Zalacaín desde sus tiempos infantiles, un tipo malvado y envidioso, que será el culpable principal del trágico desenlace final.
Fiel a su carácter inquieto, Martín comenzará su vida independiente trabajando en las diligencias que atraviesan la frontera del franco-española, donde llegará a ser postillón y acabará metido en distintas aventuras propiciadas por la guerra que se libra entre carlistas y liberales.


Adaptación de la novela del mismo título escrita por Pío Baroja, que aparece en el film entrevistándose con el realizador, Juan de Orduña, y que hará de narrador de la historia que, por otra parte, está bastante alterada, convirtiéndola prácticamente en un melodrama romántico y quitando mucho peso a las aventuras que tienen que ver con el conflicto bélico y las actividades de contrabando de Martín.


Con música del maestro Quintero que incluye muchos aires populares e incluso una canción interpretada por María Dolores Pradera que hace el papel de Ignacia, la hermana de Zalacaín, el film cuenta con una buena ambientación y unas interpretaciones adecuadas, pero la pobreza de medios es evidente.
El guión adecua la novela a la pantalla de una manera muy sui generis. Lo que en el libro apenas es un capítulo, la llegada del circo y, con él, de Linda (Rosario León), se extiende casi un cuarto de película; se suaviza el origen de la muerte de la madre de Martín y también se da un tono más complaciente y menos combativo a la película en general.
Y no digamos nada de las tres ancianas contando la historia y repitiendo cansinamente lo de las tres rosas... por momentos hace que la narración sea pesada y aburrida.


Pienso que no tuvo suerte Baroja con la adaptación de sus novelas a la pantalla. Esta de ahora es otro intento fallido, en el que la épica y emoción de las aventuras de Zalacaín, quedan diluídas en una historia romántica que no es el centro de la novela original y que tampoco tiene demasiada fuerza.
Quienes hayan leído la novela, quizá la disfruten un poco más, a pesar de la decepción, porque irán rememorando pasajes de la misma; pero aquellos que no hayan leído el "Zalacaín" de Baroja, acabarán con una idea equivocada de lo que el vasco nos quiso transmitir, por culpa de la mediocre adaptación de una gran novela que, desde aquí, me permito recomendar que lean.





jueves, 11 de junio de 2015

THE WITCHER. LA CASA DE LAS VIDRIERAS

Geralt de Rivia, se halla en las lindes del Bosque Negro, en la región de Angren, allí se encuentra con un cazador que vive en soledad desde que su mujer murió y se convirtió en una lamia.
Cansado de estar solo, el cazador, llamado Jakob, se une a Geralt en su viaje y juntos entrarán en el Bosque Negro, donde se encuentran con una bruja sepulcral de la que escapan, para ir a parar a una extraña casa en la que habitan seres malditos que se hayan prisioneros en la mansión por una fuerza mágica que les impide escapar.
Geralt conocerá allí a una mujer llamada Vara, que parece jugar con él de manera que no sabe si es una aliada o una enemiga.
Durante su estancia en la casa, se entrevista con Marta, la difunta esposa de Jakob, cuyo espíritu vaga por el edificio, ella le contará su verdadera historia que difiere sustancialmente de la que le refirió el propio Jakob.
El libro es una fantasía de terror, basada en la obra de Andrzej Sapkowski y en la exitosa serie de videojuegos The Witcher, está escrita e ilustrada por Paul Tobin y Joe Querio. Viñetas de gran calidad y fuerza expresiva para una aventura que aquellos que no han leído la obra de Sapkowski, seguramente no podrán apreciar la figura de Geralt de Rivia, pues se presenta de forma aislada y quedarán lejos de apreciar en toda su grandeza el personaje de este mítico brujo creado por el autor polaco.