viernes, 16 de enero de 2015

DIOS MÍO, ¿PERO QUÉ TE HEMOS HECHO?

Claude (Christian Clavier) y Marie (Chantal Lauby), son el matrimonio Verneuil, que junto a sus cuatro hijas, forman una familia de clase acomodada que vive en Chinon, en la región del Loira, donde él es notario.
Las tres hijas mayores se han ido casando sucesivamente con hijos de inmigrantes, uno de los maridos es de origen argelino, otro judío y un tercero chino, lo que ha supuesto un gran impacto para sus padres, educados en los más rancios principios tradicionales y católicos.
Todas las esperanzas están depositadas en la hija menor, Laure (Élodie Fontan), que trabaja en el gabinete legal de un prestigioso medio de comunicación.
Laure dará a sus padres la satisfacción de que su matrimonio se celebrará por la Iglesia, pero su novio es un hombre de color y, como dice uno de los diálogos del film, el último hachazo es el que hace caer el árbol y la situación provoca una serie de tensiones familiares que hacen peligrar el precario equilibrio entre sus variopintos miembros: Las hermanas mayores, pretenden hacer desistir a Laure de su propósito; la madre entra en un periodo depresivo; el padre del africano tampoco pone las cosas fáciles; los padres de las muchachas preparan su divorcio...


Hay gente que a estas alturas, aún continúa sorprendiéndose del éxito de ciertas películas que, básicamente, lo que consiguen es hacer reír a la gente que va a las salas de cine. Es cierto que, normalmente, para alcanzar ese éxito del que hablamos, tienen un guión trabajado y ciertos valores estéticos, interpretativos o de dirección, aunque no necesariamente, pero no son eso que damos en llamar obras de arte, sencillamente, su principal valor es una historia divertida que engancha con el público.
Estamos ante uno de esos casos y, digan lo que quieran algunos, incluso poniéndola a parir (con perdón), no es posible que millones de espectadores se gasten la pasta y cuando salgan del cine se la recomienden a otros y que estos tipos sean todos tontos y es que el film ha funcionado gracias al boca a boca, sin que hubiera un gran despliegue previo de propaganda promocional.


El guión es simple, a priori, cuatro hermanas que se casan con cuatro personajes estereotipos de diversas culturas, etnias y religiones y salta el conflicto, porque no es fácil aceptarlo, digamos lo que digamos, enseguida sale en nosotros eso que podríamos llamar racismo de baja intensidad, los típicos comentarios sobre chinos, negros, musulmanes, judios, inmigrantes, etc.
Esos estereotipos se caen por su peso cuando tratas a las personas individualmente y de cerca, de repente te das cuenta de que son gente como tú, con otras costumbres y a los que también les puede chocar tu propia cultura, pero con los que nos igualan muchas más cosas de las que nos separan, pues sus problemas del día a día, son exactamente los mismos que los nuestros (coflictos padres/hijos, rebeldía ante la injusticia, dificultades para llegar a fin de mes...).
La película tiene el acierto de presentar también ese racismo latente que hay entre la gente de otras culturas hacia los que no son como ellos, igualándonos a todos en ese aspecto.
Con todo ello el film construye una historia de humor bastante blanco y poco ofensivo, tratando de repartir para unos y otros, con algunos momentos en los que decae bastante, por lo obvio y excesivamente caricaturesco de las escenas, pero como quiera que sabe dosificar con acierto los mejores chistes, al final puede mantener el ritmo de la narración, a lo que contribuyen no poco las buenas interpretaciones de los personajes principales.
La película cobra desgraciadamente nueva actualidad después de los macabros sucesos ocurridos en Francia con motivo de los atentado a la revista "Charlie Hebdo", precisamente unos tipos con nulo sentido del humor han segado la vida de unas personas que utilizaron la pluma para expresarse.
El éxito de esta película no es seguramente ajeno al hecho de que es una repuesta optimista, con mucho humor, a este panorama inquietante de desconfianza frente a los inmigrantes.




4 comentarios:

  1. Sí tú la recomiendas, o al menos según tú critica es buena, ya es suficiente para verla. Mucha falta hace el humor, y quizás sirva para que alguien aprenda algo, sobre las diferentes culturas y razas, ya que todavía sigue habiendo mucho racismo y desconfianza.

    Saludos Trecce.

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    1. Si quieres ir al cine a pasar un rato entre risas, esta peli es la adecuada.

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  2. Quién lo iba a decir pero los franceses por fin han conseguido hacer pelis buenas, la presente no sé pero desde aquella de Tres solteros y un biberón se han venido arriba y la de Intocables es magnífica.

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    1. No llega a la altura de "Intocable", ni mucho menos, pero tiene bastante más que los últimos truños pretendidamente graciosos que nos llegan de Hollywood.

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