Ródion Raskolnikov, estudia en San Pestesburgo, pero ha tenido que dejar el curso por falta de medios económicos. Precisamente esta falta de dinero, le lleva a conocer a Elena Ivanovna, una anciana prestamista a la que lleva algunos objetos para empeñar y decide asesinarla para quedarse con su dinero.
Pero desde el mismo instante del asesinato , los escrúpulos de conciencia y la desazón interna, comienzan a hacer acto de presencia en la mente del joven estudiante, hasta el punto de que, sabiendo donde se encuentra, es incapaz de hacerse con todo el dinero de la anciana y de la parte que le roba, no llega a hacer uso, sino que la esconde bajo una roca.
Fedor Dostoiewski concibio la obra durante su cautiverio en Siberia, donde fue enviado acusado de conspiración, aunque la escribiría años más tarde, concretamente fue publicada en 1866 y es considerada como una de las obras cumbres de la literatura rusa de todos los tiempos. El autor hace gala de sus dotes de observación, algo que vemos en sus detalladas y minuciosas descripciones. Pero es también un estudio psicológico de los personajes que reflejan algunos de los sentimientos humanos y de la condición de la clase media rusa de mediados del XIX.
En esta época de su vida, Dostoiewski era ya un ferviente cristiano y la crítica ve, con acierto, en la novela, una tesis en la que resulta evidente el rechazo del autor a las actitudes nihilistas. Destacable la maestria del autor ruso para hacernos sentir la angustia del protagonista. Magnífico también el canto a la amistad y al amor, representados por Razumikin, el amigo que nunca abandona al asesino a pesar del caracter arisco y de las salidas de tono de éste y por Sonia, la hija de Marmeladov, que seguirá a Raskolnikov cuando éste, tras confesar su crimen va a Siberia condenado a ocho años de trabajos forzados.
Habrá que leerlo; interesante por lo que cuentas se ve que es.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Intersante es, otra cosa es que a uno le guste más o menos, ya sabes...
EliminarParece que te vas anticipando a mis deseos. Esta navidad se lo pedí prestado a mi padre, aunque todavía no le he hincado el diente. Tu entrada me sirve para decidirme de una vez. Gracias.
ResponderEliminarHay que tomarse su lectura con calma, amigo. En algunos pasajes cobra dinamismo, pero otros pueden resultar un tanto densos.
EliminarYo creo que Dostoiewski es la figura máxima de la literatura clásica rusa. Desnuda a los personajes como nadie y te hace sentir y vivir los ambientes que describe. Igual da que sea Crimen y Castigo y cualquiera de sus otras obras. Son muy buenos L. Tolstoi y Nicolai Gogol, pero a mucha distancia de Dostoiewski.
ResponderEliminarAsí pienso yo al menos.
No vamos a descubrir a Dostoiewski ahora, creo que nadie duda de que es uno de los autores cumbres de la literatura universal.
EliminarConfieso que pensé que iba a ser un tostonazo de aúpa y me sorprendió gratamente, pero han pasado muchísimos años desde entonces y no es de las que he releído y me da cierta pereza.
ResponderEliminarNo es lectura para cualquier paladar, me alegra que tú le sacases jugo.
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