miércoles, 5 de septiembre de 2012

OKLAHOMA!

La acción tiene lugar en la localidad de Claremore (Oklahoma), en los primeros años de la primera década del XX.
Narra la historia de Laurey Williams (Shirley Jones), hija de un ranchero, enamorada del vaquero Curly McLain (Gordon McRae), que está enamorado de ella, pero ambos son demasiado orgullosos para confesar sus sentimientos. Entre ellos se interpone el empleado del rancho del padre de Laurey, Jud Fry (Rod Steiger).
Por su lado, Annie Carnes (Gloria Grahame) ha de elegir entre el vaquero Will Parker (Gene Nelson) y el vendedor ambulante Ali Hakim (Eddie Albert).
La tía Eller Murphy (Charlotte Greenwood), soltera de mediana edad, inteligente y comprensiva, respetada por todos, trata que las cosas vayan por buen camino.
Dirigida por Fred Zinneman (Sólo ante el peligro o De aquí a la eternidad) adapta al cine un musical de gran éxito en Broadway y estuvo nominada a 4 Oscar, llevándose 2 (mejor banda sonora y mejor sonido).
La coreografía de los números musicales es de Agnes de Mille, sobrina del famoso director cinematográfico Cecil B. de Mille.
Sin duda, la Fox rodó este film con la pretensión de competir con los grandes musicales de la Metro y en EE.UU. el éxito fue arrollador.



De la larguísima peli (dos horas y media que me zampé), dos cosas llamaron mi atención por encima de otras, una la escena (también larga) del sueño de Laury, con unos decorados que resaltan el ambiente onírico y unos bailes y arreglos muy modernos. Otra, la fotografía, a pesar de que casi todas las escenas están rodadas en plató, cada vez que retratan paisajes, estos resultan maravillosos y hay una escena, al principio del film, con la cámara bajo el coche de caballos en la que estamos viendo un plano de las patas de los caballos, que parece van acompasadas al ritmo de la música que estamos escuchando, y que me pareció maravillosa y muy original.


La peli se rodó con un nuevo sistema llamado Tod-Ao, pensado para proyectar en pantalla curva de grandes dimensiones y que además realzaba el sonido estereofónico, sobrepasando al Cinemascope, sistema este, al que fue convertida en los laboratorios por la escasez de cines que pudieran ofrecerla en Tod-Ao, con la consiguiente pérdida de calidad en la imagen y en el sonido, y no digamos si la vemos en la pantalla de la tele, como fue mi caso.


La música de Richard Rodgers, sabe mezclar la modernidad con un toque country y contiene algunas canciones muy bonitas, como esta Oh! What a beautiful Morning, que se escucha en el vídeo.




8 comentarios:

  1. Bueno pues tampoco la he visto Trecce, pero sin verla me parece por lo que cuentas que peca un poco de larga.

    Saludos.

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    1. Algunas secuencias son demasiado largas y eso hace que la peli resulte, a tramos, bastante tediosa.

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  2. También tiene una banda sonora muy buena, al igual que Brigadoon. Como mis padres tenían todos los discos me son muy conocidas y me han hecho distrutar mucho.

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  3. Algunos temas musicales me han agradado siempre. La pelí no la tengo entre mis favoritas.

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    1. Sin duda el éxito en Norteamérica se debió a la cercanía con que sienten el ambiente que rodea el film. Para el resto, la cosa pasó que ni fú, ni fa.

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  4. Siempre queda verla por partes. Dos horas y media en cine puede ser mortal de necesidad.

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    1. De hecho, a la hora y media, el film incorpora un intermedio musical.

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