miércoles, 1 de agosto de 2012

NARRATIVA COMPLETA DE EDGAR ALLAN POE

La visión que muchas veces tenemos de Edgar Allan Poe es la de un autor bohemio, autor de relatos góticos y de terror. Esto es en buena parte fruto de la visión que nos ha llegado a través de las traducciones de Baudelaire. Pero la realidad no se ajusta exactamente a este estereotipo.
Poe se consideraba un poeta y, según confiesa él mismo, no se dedicó a la poesía porque no le daba para vivir, aunque la opinión mayoritaria de la crítica es que la poesía del norteamericano no es nada del otro jueves, salvo su poema más emblemático, "El Cuervo", que a la postre sería su creación más conocida.
El libro que he estado leyendo, además de sus poemas contiene dos novelas, "Las aventuras de Arthur Gordon Pym" y "El diario de Julius Rodman". Pero son, sin duda, sus cuentos y relatos cortos lo mejor de la obra literaria de Poe. Además de los que responden a esa imagen que comentaba de autor de relatos de terror y góticos (“El barril de Amontillado”, “El pozo y el péndulo”, “La caída de la casa Usher”...), Poe nos revela su genial habilidad para plasmar en unas cuantas líneas la estulticia, la envidia o el cinismo de los seres humanos. Para entender esto, nada mejor que adentrarse en la lectura de algunos de sus cuentos menos conocidos: "Cómo escribir un artículo a la manera del Blackwood" o "X en un suelto" (divertidos y ácidos relatos sobre el oficio de articulista); "El hombre de negocios" (una diatriba sobre el espíritu emprendedor que tanto se daba en los Estados Unidos de mediados del siglo XIX), “Los anteojos” (desopilante cuento acerca de un enamorado que siente más interés que pasión) o “Mellonta tauta” (una sátira política disfrazada de fábula utópica); los relatos de ciencia ficción (o mejor los precedentes de lo que conocemos ahora como ciencia ficción) ("La singular aventura de un tal Hans Pfaall", "Un descenso en el Maelström", "El camelo del globo"...).
En Poe encontramos una capacidad finísima para la sátira y la crítica social (se ve en “El hombre de la multitud” o en “El timo”), o para la incisiva mirada sobre lo público o lo político (algo que se aprecia en “El sistema del doctor Tarr y del profesor Fether”); además, si grande es su maestría para el horror o el misterio, no lo es menos para el humor: “La vida literaria de Thingum Bob”, por ejemplo, lo pone de manifiesto. Y qué decir de sus relatos detectivescos ("El escarabajo de oro" o la trilogía de Dupin, formada por "La carta robada", "Los crímenes de la calle Morgue" y "El misterio de Marie Rogêt"), que influyeron directamente en autores posteriores como Arthur Conan Doyle, cuyo Sherlock Holmes está inspirado directamente en el Auguste Dupin de Poe.
Quienes no conozcan en profundidad la obra breve de Poe y se decidan por este libro o por alguno de los que recoge sus relatos breves, no quedarán decepcionados, pues el nivel de sus literatura está a la altura de los clásicos como ya lo es el autor de Boston.


2 comentarios:

  1. Bueno Trecce como dices su creación más conocida fue "El Cuervo" aunque escribió un sinfín de obras, y según algunos fue un gran maestro de relatos cortos. Como se ve que de la literatura lo tenía chungo para vivir se alistó también en el ejercito.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El hombre se alistó por 5 años y a los dos, ya era sargento mayor de artillería, el rango mayor entre los suboficiales y lo más a lo que podía aspirar habiendo entrado de soldado raso.
      Eso sí, al parecer, hizo todo lo posible (y al final lo consiguió) por acortar esos cinco años de permanencia en el ejército.

      Eliminar