sábado, 1 de octubre de 2011

EL MUNDO VISTO A LOS OCHENTA AÑOS

Hay un libro muy curioso, debido a la pluma del Nóbel español Santiago Ramón y Cajal, titulado El mundo visto a los ochenta años y que lleva por subtítulo Impresiones de un arteriosclerótico, que creo que está descatalogado en la actualidad, si bien he podido descubrir alguna reedición relativamente reciente, pero incluído en el mismo volumen con algún otro título del autor.
D. Santiago siempre defendió que los investigadores debían conocer muchos campos, aunque dominaran o se centraran preferentemente en uno. Así frente a esa tendencia de la superespecialización tan en boga, él mantenía la idea de la curiosidad, de la que ya hemos hablado aquí en alguna ocasión, que lleva al investigador, al científico, a interesarse por campos diversos. Desde ese conocimiento, aunque no fuera de su especialidad, Ramón y Cajal nos desgrana en este libro impresiones y comentarios suyos que tienen que ver con otros aspectos de la vida distintos de la Histología.
El libro se publicó poco antes de su muerte en 1934 y su capítulo XII lo dedica a hablar de España de una manera que, para mí por desgracia, resulta muy actual.
Habla de la tendencia al separatismo por parte de las regiones periféricas, calificando de egoistas a catalanes y vascos que sólo desean desangrar al estado en su beneficio y expone la falacia de los secesionistas en párrafos como este:
¡Pobre Madrid, la supuesta aborrecida sede del imperialismo castellano! ¡Y pobre Castilla, la eterna abandonada por reyes y gobiernos! ¡Qué sarcasmo! Ella, despojada primeramente de sus libertades, bajo el odioso despotismo de Carlos V, ayudado por los vascos, sufre ahora la amargura de ver cómo las provincias más vivas, mimadas y privilegiadas por el Estado, le echan en cara su centralismo avasallador...
No comprende la ingratitud de los vascos, los niños mimados de Castilla que lograron sus privilegios fiscales de manos de Carlos V, por haberle ayudado a aplastar las libertades castellanas en Villalar, e insiste en elementos que hoy también son actuales, dice: ¿Cuánta ingratitud tendenciosa alberga el alma primitiva y sugestionable de los secuaces del vacuo y jactancioso Sabino Arana y del descomedido hermano que lo representa?, y a los catalanes les dice que qué culpa tiene Castilla, pues ...Ella fue víctima, como Cataluña, de los funestos déspotas austríacos y borbónicos. ¿Qué culpa tiene de que Felipe IV, el imbécil, atropellara los fueros del Principado y de que un rey francés intruso, Felipe V, arrebatara cuanto restaba de los antiguos privilegios? La opinión de Cajal sobre la monarquía y sus gobiernos es desfavorable, de hecho, únicamente rescata del pasado a Fernando II de Aragón.
Para Cajal hay unos "avispados caciques" que "sugestionan" a las masas y son capaces de inducirles a levantarse frente a la idea de unidad. Mientras que también supone que lo mejor del pueblo vasco, catalán y de otras regiones comparten tan nobles sentimientos, esto es, de amor a España.
Cuando se pone en el peor de los casos, es decir, la independencia de la regiones separatistas, Cajal dice: Si yo pudiera retroceder a mis veinticinco años, henchidos de patriotismo exasperado, contestaría sin vacilar: la reconquista manu militari, y cueste lo que cueste. Sin embargo, acto seguido, añade: Fuerza es convenir en que la fuerza, aplicada a las pugnas intestinas de un país, no resuelve nada. Enconaría las antipatías y cerraría el paso a soluciones de cordial convivencia, oponiéndose así al empleo de la violencia y al enfrentamiento.
Su conclusión y respuesta al "trance de balcanización inminente" sería pura y simplemente la separación de las regiones rebeldes; separación amistosa y hasta acompañada de algunas compensaciones fiscales.
Merece la pena reproducir lo que Don Santiago escribía el 25 de mayo de 1934, en el prólogo a la obra que comento, así podemos corroborar cuál era su apuesta:

No es que me asusten los cambios de régimen, por radicales que sean, pero me es imposible transigir consentimientos que desembocarán andando el tiempo, si Dios no hace un milagro, en la desintegración de la patria y en la repartición del territorio nacional. Semejante movimiento centrifugo, en momentos en que todas las naciones se recogen en sí mismas unificando vigorosamente sus regiones y creando poderes personales omnipotentes, me parece simplemente suicida. En este respecto, acaso me he mostrado excesivamente apasionado. Sírvame de excusa la viveza de mis convicciones españolistas, que no veo suficientemente compartidas ni por las sectas políticas más avanzadas ni por los afiliados más vehementes a los partidos históricos.



20 comentarios:

  1. Una mente verdaderamente privilegiada. No solamente descolló en su campo, sobre todo en la histología; si no que brillo con luz propia en otros muchos campos. Hasta describió perfectamente el proceso que seguirían los separatistas vascos y catalanes.

    Un abrazo

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  2. Con tu permiso este texto se lo mando a todos mis contactos (con cita de su procedencia evidentemente)

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  3. Hola Trecce.
    Un post muy interesante con un contenido que yo mismo no sabia.
    Ramón y Cajal la "generación del 80" o la generación de los sabios.
    Puro reflejo de unos pensamientos históricos que hoy en día es una actualidad del sistema hipócrita político.
    Esta eminencia que se dedico a estudiar el sistema nervioso y las neuronas, veía las pocas neuronas que tenían muchos a través de la historia, que hoy en día no es que se tenga mucho más que antes..
    No le falta razones a este Premio Novel para expresarse antes estas ideas.
    Saludos cordiales Trecce.

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  4. Hola Trece:El primer tema que tocas me parece importantísimo; las especializaciones de la ciencia que yo llamaría en estos momentos ;hiperespecializaciones.
    Realmente para mi esto no es bueno por muchas razones y extensas de escribir en un simple comentario.Pero la ciencia es una y las artes no deberían ser algo en la escala del conocimiento menor,sino al nivel de lo que llamamos ciencia.
    Y lo segundo,sobre nuestra España cañí...para hablar largo y tendido también.Para mi que jamás se fueron los reinos de Taifas,pero ciñéndome a lo que dice D.Santiago esas dos Españas y los nacionalismos nos han hecho y nos harán mucho daño en la historia.Ya pasó y sigue pasando.
    Los nacionalismos de cualquier tipo son la mayor catetada que existe.Uno puede querer la tierra donde nació,debe quererla y protegerla pero jamás desde el menosprecio al vecino y sí en colaboración con el vecino.Todo lo demás se basa en egoísmos,ignorancia y rancia política.Nadie tiene ningún Rh superior a nadie,ni cultura superior,ni lengua superior,ni nada parecido.Somos diversos,plurales y ese debería ser fuente de conocimiento recíproco y no otras vainas.
    Es curioso porque ese libro hace tiempo que lo leí y no me acordaba,le daré un repaso.Gracias Trece.Un saludo!

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  5. José Luis, por desgracia, el diagnóstico de don Santiago fue certero.

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  6. U.F.: No hace falta permiso, el blog es tuyo también.

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  7. E.P.: Sin duda le dolía la situación, al ver cómo paises como Francia, Inglaterra, Alemania, Italia..., se dedicaban a levantar el país en lugar de repartírselo.

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  8. Claudia, estoy de acuerdo contigo en el peligro de los superespecialistas que no saben apenas cosas de otras vertientes del conocimiento, es un tanto decepcionante ver a gente de gran prestigio en su campo que no sabe apreciar la belleza de un cuadro o no tiene curiosidad por los hechos históricos, por ejemplo.
    En lo de los nacionalismos, creo que estamos de acuerdo en lo que suponen de lastre para el desarrollo y la convivencia pacífica.

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  9. En esa época ya muchos científicos españoles tenían que irse al extranjero debido al poco interés de nuestras autoridades. Lo mismo que ocurre hoy.
    El libro lo leí hace bastantes años. y tiene unos capítulos de mucho interés social que deberíamos tener en cuenta.
    Desconozco si esa editorial, aun publica, pero todas sus ediciones son de muchísimo interés.

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  10. A ver si ahora funciona, porque en según qué blogs sigue sin haber manera...

    Un sabio muy completo Don Santiago, conozco a algún descendiente y lamentablemente no ha heredado su privilegiado cerebro.

    Saludos.

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  11. En eso hemos cambiado poco, Doramas, así nos va el pelo.

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  12. Una de las mentes más preclaras que ha parido este país y no sólo en la medicina si no en otros muchos órdenes.
    Como señala Valladares, atinó con el problema que suponían - y suponen, los separatistas vascos y catalanes

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  13. Atinó en muchas otras cosas, Natalia, conocida es la decepción que supuso su paso por el ejército, donde ejerció como capitán médico en la guerra de Cuba.

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  14. Si señor: Aquella generación del 14.. "aquellos nobles españoles, con su proyecto vital quimérico... quisieron ser lengua y manos" que decía Marichal.Yo recomiendo leer sobre estos asuntos a Rafael Altamira, M Pidal, sobre todos a Azaña (Un intelectual muy desconocido) Octavio Picón, Blay, Gómez Ocaña, .y sobre todos Umamuno, Galdós. No me refiero a sus obras literarias. Sus pensamientos políticos sobre el fracaso de reformas, la burguesía capitalista vasco-catala... Puede leerse a R y Cajal asi sacando los párrafos como ha hecho Trecce, pero aunque pensemos que la historia se repite, el contexto histórico y sus complejos entresijos no coinciden. El pensador más lúcido, políticamente hablando creo que fue Azaña, cuando habla que lo más urgente en España, en aquel entonces era la "inteligencia pura" la acción política como "un movimiento defensivo de la inteligencia".En eso si coincide con la actualidad, reclamamos lo mismo que decían aquellos intelectuales comprometidos.El tema tratado es para un debate muy complejo.

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  15. Unos españoles que vivieron una época durísima, con la desaparición de los restos del imperio colonial y con ellos el fin de la que, desde hacía muchos años atrás, era ya una quimera.

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  16. Me encanta este libro y a menudo me vienen a la cabeza muchas de sus reflexiones.

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    1. Un libro lleno de lecciones para la vida.

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    2. Son los curiosos como Santiago Ramón y Cajal; que pasan de su propia rama de estudio a la comprensión literaria, los que nos dejan los regalos más profundos y ricos para el pensamiento.

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    3. Son sabios en el sentido clásico de la palabra.

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