jueves, 30 de septiembre de 2010

VÉRTIGO

Casi que estoy por no decir nada. ¿Qué voy a decir que no se haya dicho ya sobre este film? Nada.
Esta es una de esas películas que ha sido desmenuzada en todo su metraje por voces de todo tipo. Si buceáis por ahí encontraréis desde desencantos de lo más desencantado, hasta alabanzas, incluso desmesuradas. Y entre ambos extremos, de todo.
Para quienes vayan buscando la magia del suspense, de la tensión, de los giros inesperados que te dejan boquiabierto, decirles que se lo tomen de dos veces, porque probablemente no encuentren lo que buscan.
Esta peli es, seguramente, si no la que más, una de las más personales de Hitchcock. Cuando queda casi un cuarto de film, ya nos ha desvelado todas las claves del misterio, de la sorpresa, de la historia que podríamos llamar puramente policiaca.
¿Y entonces que hace Hitchcock durante más de un cuarto de hora? ¿A qué se dedica durante todo ese tramo final de la cinta?
Pues a la "otra historia", a la que hace a esta película diferente. Se centra en la resolución de todos los miedos, las frustraciones y los sueños del protagonista. A la parte psicológica, a lo que quizá era lo que de veras le interesaba al director a la hora de llevar a la pantalla el proyecto.


Quiero mencionar dos cosas del film, para no meterme en demasiadas honduras sobre el mismo.
Una es la música, un trabajo sencillamente magistral de Bernard Hermann. Algunos pasajes han sido recreados, reproducidos y homenajeados en multitud de ocasiones. El cuidado que ha puesto en la partitura, llega a extremos de ofrecernos música de Mozart (relajada y divertida) cuando está con Barbara Bel Geddes y los fabulosos episodios de música de inspiración wagneriana (pasión, drama, tragedia...), cuando aparece con Kim Novak.
La otra es la fotografía de Robert Burks, en general, muy buena, pero concretamente, el magnífico trabajo de iluminación que hay detrás de la aparición de Kim Novak en el film, es sencillamente maravilloso.


La novela en la que está basada la peli ("De entre los muertos"), transcurre en Francia y Hitch traslada la acción a San Francisco y en ella (en la novela), el protagonista es explícitamente impotente, algo que Hitchcock nos revela a través de una parábola al inicio del film, cuando está en el apartamento de su antigua novia.
La película, no tuvo gran acogida en su momento y se ha ido convirtiendo en lo que es, con el paso de los años. Sin embargo, en España, podemos vanagloriarnos de que el Festival de San Sebastián le otorgó la Concha de Oro, como mejor película y también la de Plata a James Stewart como mejor actor.
Como curiosidad, decir que para el personaje de Madeleine, Hitchcock quería a Vera Miles, pero estaba embarazada y la segunda opción, Grace Kelly, tampoco era viable, acababa de convertirse en Princesa de Mónaco.
Yo creo que el aire de frialdad que le da Kim Novak al personaje, le vino que ni pintado.
Y no voy a añadir ni una coma porque, como en tantas ocasiones con Hitchcock, esto podría convertirse en el cuento sin fin.




domingo, 19 de septiembre de 2010

LA NOCHE QUEDÓ ATRÁS

¿Qué impulsa a una persona a dejar a su hijo, aún bebé, con unos familiares para ponerlo a salvo y a despedirse de su mujer sin saber si volverá a verla, cuando tenía la posibilidad de refugiarse con ambos en un país que les acogiera?
¿Qué hace que un hombre reciba de sus superiores y transmita a los hombres bajo sus órdenes, consignas como esta: "¡No concentren sus esfuerzos sobre Hitler; obedeced la consigna; tenemos que dar nuestros golpes más fuertes contra los 'socialfascitas', el partido socialdemócrata! Ellos y sus sindicatos tienen que ser destruídos si queremos ganar a la mayoría de los obreros para la dictadura del proletariado"?
¿Cómo es posible que, con el objetivo de que la gran huelga de transportes de Berlín del año 32 triunfe, vea como inevitables situaciones como esta: "Comunistas y nazis formaron hombro con hombro en las líneas seleccionadas, en los grupos de choque y en los comités de acción. El canciller Von Papen amenazó con la ley marcial y con recurrir a la Reichswehr. Los nacionalsocialistas y comunistas contestaron con la concentración de sus grupos armados en los alrededores y suburbios de Berlín"?
¿Cómo es posible todo esto y cosas aún peores, que repugnan a cualquier conciencia normal?
Todo se debe a una sóla razón: "La causa"
Esa era la consigna, todo por la causa, todo por conseguir la dictadura del proletariado, todo por el triunfo del socialismo internacional. Lo demás no tiene importancia, las personas pasan, la causa permanece y si hay que sacrificar ideas, incluso personas, se sacrifican. Y a quien se oponga se le acusa de traidor, de cobarde, de enemigo del proletariado.
Jan Valtin, seudónimo de Richard Krebs, era hijo de un empleado socialdemócrata de la marina mercante alemana, con 14 años se afilia a la Liga de los Jóvenes Espartaquistas y participa en las revueltas que acompañaron y siguieron a la derrota alemana en la I Guerra Mundial, se embarca poco después para América (nos relata sus andanzas por Panamá, Chile, Argentina y EE.UU.). Vuelve a la inestable Alemania de 1923, se afilia al Partido Comunista Alemán y participa en acciones de contrabando, huelgas y, finalmente, en la insurrección de Hamburgo. Como correo del Komintern viajará, a veces como polizón, por el Extremo Oriente, que conocía de la niñez, y por América, donde participa en un intento frustrado de asesinato, ordenado por la GPU (la antecesora de la temible KGB), que le llevará a San Quintín durante mil días, tiempo que le sirvió, entre otras cosas, para adquirir o, al menos, aumentar considerablemente, una sólida formación, gracias a que dedicó el tiempo de prisión al estudio y la lectura, cuando se lo permitían sus obligaciones penitenciarias. Y así una constante agitación a lo largo de aquellos años, hasta la plena irrupción en escena del partido nazi y la rivalidad con él, que no excluía la colaboración para destruir la democracia burguesa, como ya queda dicho en los primeros párrafos de esta entrada.
El tono más sombrío, lo alcanza el libro al narrar la feroz lucha clandestina después de la llegada de Hitler al poder, las maniobras de los jefes comunistas y finalmente la caída del autor en manos de la Gestapo. Se salva por poco de la condena a muerte, y por orden de la GPU consigue engañar a los nazis ofreciéndose como agente suyo, si bien la Gestapo retiene como rehenes a su mujer, Firelei, y a su hijo, Jan. Una creciente desconfianza, ligada a la negativa de sus jefes (sobremanera, Ernst Wollweber, que dirigirá años después los servicios secretos de Alemania Oriental) a rescatar a su esposa e hijo, le llevará a la ruptura definitiva, tras lograr escapar del secuestro por la GPU en Dinamarca y del envío a la URSS, donde le esperaba una muerte más que probable.
El libro narra, además de los acontecimientos políticos de estos años de entreguerras, la particular historia de amor del autor y su esposa a quien él llama Firelei. Ella no es comunista, pero abraza la causa del partido para no perderle. Llegó a ser fiel hasta tal punto, que le costó la vida, aunque por su caracter de buena persona y su inteligencia, sabía muy bien las arenas que pisaba. Hay un párrafo en el libro, que nos ilustra magníficamente de cual era la idea de esta mujer sobre los tejemanejes comunistas:
"Firelei se dio cuenta de todo.
-Somos tan leales como discos de un fonógrafo, me dijo en una ocasión hablando con franqueza.
-En eso radica nuestra fuerza, contesté. Para conquistar la tierra debe haber un partido mundial sin división de opiniones en sus filas.
-Una torre Eiffel de discos fonográficos, tocando La Internacional, dijo sonriendo Firelei
".
Un libro que se lee como una novela, en la que el protagonista, como un moderno Miguel Strogoff, en vez de correo del Zar, correo del Komintern, está dispuesto a darlo todo por cumplir su misión, no sólo su vida, sino la de los seres que ama.
Desde algunos sectores se ha criticado la poca verosimilitud de esta obra y de que lo que cuenta Krebs, le ocurriera en realidad.
Para mí, lo realmente importante es que aquellas cosas ocurrieron, hubo gente que lo pagó con su vida, o con vivir tullidos o mentalmente desequilibrados lo que les quedó de ella.
Tanto los contrasentidos, las traiciones, las purgas y las mentiras del estalinismo; como los horrores, las venganzas, los sadismos y las brutalidades del nazismo en general y de la Gestapo en particular, sucedieron, están ahí y bien documentados. El caso es que Richard Krebs publicó su obra en 1941 y nadie de los que entonces tenían poder y son nombrados en el libro, lo desmintió.
Una obra que, además de otras cosas, nos hace reflexionar sobre la podredumbre de las ideologías, cuando estas son sometidas al dominio de un partido que se convierte en un rodillo infernal. Al final es lo de siempre, los que llegan arriba se olvidan de qué es aquello por lo que luchaban y se acomodan en el poder, dándose la gran vida, mientras abajo, aún quedan románticos e idealistas que siguen luchando por aquellos principios y que pagarán el pato si las cosas vienen mal dadas.

viernes, 17 de septiembre de 2010

FALSO CULPABLE

Estamos ante una excepción en la filmografía de Hitchcock, es como si se hubiera colado de rondón en el catálogo de películas del director británico.
Hay varias razones para considerarla una rara avis, entre otras, que después de haber filmado varias cintas en color volviera al blanco y negro, claro que a esto le sacó un buen partido, como ya comentaré. Otra de las razones para considerarla "rara", es que se basa en hechos reales, creo recordar que es la única vez, mis disculpas si me olvido de alguna. Además, en esta ocasión, el proverbial sentido del humor de Sir Alfred, brilla por su ausencia, la carga dramática de la que quiere dotar al film, no se presta precisamente a hacer chascarrillos.


Hay un par de aspectos, digamos técnicos, aunque por enésima vez hago constar que soy un lego en estos asuntos, que me han llamado la atención. Uno ya quedó apuntado, la vuelta al blanco y negro, sin duda, un acierto, si fue a propósito y si no, una agradable casualidad, porque desde luego, para mi gusto, el dramatismo de la peli queda magníficamente subrayado por este motivo. El trabajo de Robert Burks, el responsable de la fotografía, es magnífico, jugando durante todo el film con los constrastes luces/sombras y dotando a determinadas escenas de una deliberada poca iluminación que vienen a subrayar de manera acertadísima ese dramatismo del que ya estamos hablando casi más de la cuenta, pero es que está presente casi a lo largo de toda la cinta.


Otro de los aspectos es la banda sonora que remarca con acierto los pasajes de la historia que se nos cuenta.
Un principio desenfadado, incluso divertido, con música bailable a cargo de la orquesta en la que toca el protagonista, para continuar a lo largo del film con partituras sin estridencias, que subrayan de un modo que podríamos llamar "suave" los malos tragos por los que pasan el acusado y su familia.


La película, no es una intriga al estilo al que nos tiene acostumbrados Hitchcock, se parece más a una peli del llamado cine negro, incluso me atrevo a decir que me recuerda muchísimo a algunos de los films europeos de la época que encajan en la mencionada categoría de cine negro. Esa manera de rodar, tipo documental, subraya esa sensación, al igual que el ya mencionado blanco y negro.


En cuanto a los actores, siempre se destaca, al hablar de este film a Henry Fonda, hombre, no es para menos, es un actorazo, uno de mis preferidos, sin duda, de esos en los que la manida frase cinematográfica de que llena la pantalla con su presencia, se hace cierta al hablar de él. Curiosamente, he leído por ahí alguna crítica que le tacha (en este film en concreto, me refiero), de falta de expresividad. Yo creo que Hitch buscaba eso, creo, no lo sé, un tipo que pareciera permanentemente entre asustado y fuera de juego. Y esa es la imagen que da, no sabe lo que está pasando y por qué le ha tocado a él. Además adopta una actitud de Santo Job, como si dijera aquello de tú me lo diste, tu me lo has quitado, encima remarcada por la constante presencia del rosario en sus manos.
En cuanto a Vera Miles, a mí me ha encantado, sobre todo cuando la toca interpretar a la mujer caída en el abismo de la culpabilidad y la depresión, muy convincente y sin aspavientos.
Cumple en su papel de abogado defensor Anthony Quayle.


A este film de Hitchcok se le acusa en alguna crítica, de falta de verosimilitud, de falta de intriga, de que el prota se conforma con lo que se le viene encima y no se dedica a redoblar sus investigaciones para demostrar su inocencia, en fin, de una serie de cosas que quienes las dicen, parecen olvidar que la peli se basa en hechos reales y que quizá el "fallo" de Hitch, fue querer mantenerse fiel a esos hechos, pero él lo quiso así deliberadamente.


Una buena peli, en la que inevitablemente se nos viene a la cabeza el Josef K. kafkiano y en la que Hitchcock le da vueltas a uno de sus temas preferidos, haciendo, al tiempo, una severa crítica al respeto por la presunción de inocencia en la que presuntamente se basa el sistema judicial americano. Algo así como si nos dijera: Que Dios os libre de veros en una de estas, porque vais apañados.
La película es dura y triste, incluído el final, en el que hasta el culpable verdadero nos deja más acongojados de lo que estábamos por la forma en la que se le presenta, pero sobre todo porque dada la situación de la esposa de Emanuel Balestrero, totalmente desequilibrada e ingresada en un sanotorio, la impresión que sacamos es aquella de: "Me habés soltado, pero me habéis jodido la existencia"




sábado, 11 de septiembre de 2010

LAS ESPECIAS

Vamos a poner un poco de sabor a la entrada de hoy:

¿Cuantas especies de especias hay?
Hay cinco especies de especias.
Las dulces, entre las que se incluye la canela, la nuez moscada y la vainilla.
Las penetrantes, como el clavo y el anís estrellado...
Las fuertes, que abarcan al chile, mostaza y rábanos picantes....y
Las que son el resultado de la fusión de sabores: semilla de cilandro y semilla de hinojo...por nombrar algunas.
La canela sale de la corteza seca del árbol llamado ‘’cassia’’. Es necesario cortarla y enrollarla, pero esto es sólo para su envasado, que puede ser en ramas o molida.
Esta maravilla, imprescindible para muchos platos salados, pero más conocida para nosotros en los postres, vive de forma natural en Sri Lanka, Vietnam, Indonesia y América Central.
La nuez moscada se produce en Indonesia y Granada. Antiguamente era usada en la India para combatir el mal aliento, bajar la fiebre y quitar el dolor de cabeza.
La pimienta blanca y la negra tuvieron un valor de cambio. En varios países europeos, durante la Edad Media, sirvieron para pagar las rentas y las dotes matrimoniales.
Sobre la pimienta se habla en tablitas escritas en sánscrito hace tres mil años, época en que ya sabían que la blanca es más picante y fuerte que la negra.
Ambas semillas se cultivan en Brasil, la India, Indonesia y Malasia.
El anís, que en México y España se utiliza para la repostería y en casi todos los sitios para aliviar el malestar estomacal, se utiliza sin embargo en el Medio Oriente para sazonar sopas y guisos.
Con el comino hay que tener cuidado. Es fabuloso como ingrediente en diferentes platos, pero cuando se mastica es amargo. Solamente funciona combinado con otros sabores.
El comino aparece en el refranero para indicar algo de poco valor, pero en realidad hace referencia a su pequeño tamaño: "Nos importa un comino".

Por último, tratemos de aclarar algún equívoco relacionado con el lenguaje al hablar de especias, sí especias y no especies, ya que:

Especia. (Del lat. specĭes). f. Sustancia vegetal aromática que sirve de condimento; p. ej., el clavo, la pimienta, el azafrán, etc.

Mientras que

Especie. (Del lat. specĭes). f. Conjunto de cosas semejantes entre sí por tener uno o varios caracteres comunes.

Y otra equivocación que se produce, en ocasiones, al hablar de pagar algo en especie. Porque pagar en especie significa pagar “en frutos o géneros y no en dinero”.
Por tanto, la expresión es pagar en especie, o en especies. Lo que no es, necesariamente, pagar “en especias

”.

viernes, 10 de septiembre de 2010

EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO

Es un poco difícil para mí hablar objetivamente de esta película (me pasa con muchas otras), sin saber muy bien por qué razon, le tengo un cariño especial, quizá porque es de aquellas pelis típicas de tarde de sábado, o de vacaciones navideñas, cuando en España la mejor televisión que teníamos era la única que había. No recuerdo haberla visto de pequeño, pero quizá fuera así y haya quedado en mi subconsciente, porque si no, ya digo que no sé de dónde me viene esta especie de cariño casi sensiblero por ella.
Hombre, también puede ser porque la película se presta a ello y lo que visto ahora por primera vez, con la edad que tiene uno, te puede parecer acaramelado y hasta empalagoso, tal vez desde una mente más ingenua y más limpia, se presta a verla con ojos de deleite.


Desde luego, este film defraudará a los forofos de Tarantino, Peckimpack, e incluso a los de Eastwood, porque si Hitch se puede ahorrar un muerto, se lo ahorra, no encontraremos ni rastro de sangre, las peleas se quedan en simples empujones de patio de colegio, las pistolas parecen de juguete y la venganza queda para los tribunales. Y mira que esta película en manos de cualquiera de los mencionados tiene para sacarle jugo. El inglés era un tipo amable a la hora de llevar a la pantalla una historia y ese es su estilo, que no debemos olvidar hasta dónde lo llevó.


La historia, por momentos, es un tanto tontorrona, pero a Hitchcock, en más de una ocasión lo demuestra, le importaba un bledo hacer raras elipsis y encontrar soluciones un tanto ilógicas en determinados momentos para hacer avanzar sus relatos y llevar al espectador a donde él quiere. Lo que nadie puede negar es que, apesar de los pesares, aún sabiendo todos cómo va a concluír aquello, si la vemos por primera vez, será difícil que nos vayamos a media peli, sin saber cómo nos va a llevar el director el director al final de la misma. Y es que aquí sí que maneja el suspense con la maestría que le ha hecho famoso, aunque sea, a veces, y me repito, a base de giros en el guión, un tanto forzados.


Los exteriores de la película se rodaron en Londres y en Marrakech, sin embargo, el uso reiterado de las trasparencias en la primera parte, precisamente la que se desarrolla en el Marruecos francés, me da qué pensar, no he buscado mucho, pero creo que para allá debió ir el equipo de rodaje y los actores se quedaron en su casita esperando a rodar las escenas europeas (o quizá ni esas) y de estudio.


Cuando el embajador de no se sabe qué país, pero que da a entender que es soviético, o al menos del este europeo (los malos), recrimina al secuestrador del niño que lo haya llevado a la embajada y que previamente lo haya secuestrado, con una frase que dice algo así como: "¿Es que no sabe lo que los americanos están dispuestos a hacer cuando se secuestra a un niño?", que me ha quedado un tanto perplejo. Será una humorada de Hitch, que no acabo de entender, porque si lo dice en serio, me parece una de esas tonterías anglosajonas que el resto del planeta no entendemos. Claro, ellos no lo hubieran secuestrado y si lo hacen, no se lo llevan a la embajada, hubiera ido de cabeza a cualquier Guantánamo que tuvieran por ahí.


De todas maneras, quizá me quedé con la frase, porque cuando estábamos viendo la peli, mi hijo comentó al ver que los protas se iban a cenar y dejaban al niño en la habitación del hotel: - ¿Pero no se llevan al niño a cenar con ellos?
- No, hijo, ellos son así. Eso lo hacemos en España, que vamos a tomar vinos con el niño en el cochecito de bebé, para que vaya aprendiendo a entrar en los bares. En Norteamérica, si te ven con tu hijo menor de edad en un bar, te meten en la cárcel a la menor.
Después se lo secuestran, pero eso ya es harina de otro costal.


Estoy yendo por las ramas, creo.
¡Ah, sí, la película! Pues eso que una historia un tanto endeble, creo yo, pero de la que saca petroleo Sir Alfred.
Hay escenas muy típicas de él en lo que a crear suspense se refiere y eso nos va atrapando y a pesar de que durante todo el fil te persigue (a mí al menos) la sensación de que aquello deja mucho que desear, te ves envuelto en la magia del "qué pasará".


Hay un par de escenas que yo destaco. La primera es la que tiene lugar en el taller del taxidermista, donde nos hace caer en la trampa de que ha encontrado el hilo de ariadna de todo el misterio y resulta que acaba siendo un error. Este tío es un maestro de la intriga.
La segunda, ya sabéis, la escena del Royal Albert Hall, con la música de la Orquesta Filarmónica de Londres, que dura una eternidad y en la que estamos en vilo por ver si el asesino conseguirá o no su propósito y por cómo acabará todo aquello. La cantidad de planos es ingente, no sé cuántos habrá y desde luego el trabajo que les tuvo que dar el montaje de esta parte de la película es digno del mayor de los aplausos.


La película obtuvo un óscar a la mejor canción, por una que se hizo muy famosa y que ha pasado a la historia: Whatever Will Be, Will Be (Que Sera, Sera), de Jay Livingston y Ray Evans, interpretado por una encantadora Doris Day. A mí me gusta la primera vez que la canta, la segunda, subiendo la voz deliberadamente para que la oiga su hijo, queda un poco patética. De cualquier modo, cuando acaba la peli, la canción te persigue y a la menor, te sorprendes a ti mismo tarareándola.





jueves, 9 de septiembre de 2010

VALENTINA TERESHKOVA

"Posiblemente ustedes no pueden imaginar lo hermoso que es. Cualquiera que vea la Tierra desde el espacio exterior, no puede dejar de ser asaltado por una sensación de reverencia y amor por este planeta que es nuestro hogar". Esas palabras son de Valentina Vladimírovna Tereshkova, nacida el 6 de marzo de 1937, cosmonauta soviética y primera mujer de la historia en viajar al espacio, a bordo del Vostok 6 en 1963.
Nacida en Maslennikovo, un pequeño pueblo del óblast de Yaroslav, en la actual Rusia. Tras abandonar la escuela, trabajó en una fábrica de neumáticos y más tarde estudió ingeniería. También practicó paracaidismo. En 1962 fue seleccionada para su ingreso en el cuerpo femenino de cosmonautas. De entre más de cuatrocientas candidatas, cinco fueron seleccionadas: Tatiana Kuznetsova, Irina Soloviova, Zhanna Yérkina, Valentina Ponomariova y Tereshkova.
Los soviéticos quería estudiar la reacción del organismo femenino ante las sobrecargas, la ingravidez y el estado de soledad durante el vuelo... O sea se trataba de probar que la mujer puede volar al espacio igual que el hombre. Pero la decisión de lanzar al espacio a una mujer se tomó también porque había planes de realizar en un futuro vuelos a la Luna y planetas aún más lejanos, para lo que se formarían tripulaciones mixtas.
El 16 de junio de 1963, a la edad de 26 años y a bordo del Vostok 6, se convirtió en la primera mujer y el primer civil en viajar al espacio. Su nombre en clave durante la misión fue Chaika (gaviota). Su voz fue propalada a los pueblos de todo el mundo: "¡Soy yo, Gaviota!". "Veo el horizonte, una luz azul, una hermosa banda. La Tierra ¡Es tan hermosa!".
Aunque estaban previstos más vuelos en los que participaran mujeres, pasaron 19 años hasta que otra mujer, Svetlana Savítskaya, repitiera la experiencia. Ninguna de las otras cuatro cosmonautas del grupo de Tereshkova viajó al espacio.
Tras la misión espacial estudió en la Academia de la Fuerza Aérea de Zhukovski, y se graduó como ingeniera espacial en 1969. Ese mismo año, el grupo de cosmonautas femenino fue disuelto. En 1977 recibió el doctorado en ingeniería. Debido a su prominencia desempeñó diversos cargos políticos: de 1966 a 1974 fue miembro del Soviet Supremo, de 1974 a 1989 formó parte del Presidium del Soviet Supremo, y de 1969 a 1991 perteneció al Comité Central del Partido Comunista. En 1997 se retiró de la fuerza aérea y del cuerpo de cosmonautas.
En 2003, Valentina Tereshkova, general mayor , primera mujer cosmonauta del mundo, Héroe de la URSS y distinguida con las condecoraciones superiores de muchos Estados del mundo, fue nombrada "La mujer del siglo XX" por la organización británica "Asamblea Anual de mujeres sobresalientes".




miércoles, 8 de septiembre de 2010

ATRAPA A UN LADRÓN

Siempre he dicho que también los directores de cine, por grandes que sean, tienen sus gastos y deben hacer caja de vez en cuando.
Si alguna vez Hitchcock ha dado la impresión de estar haciendo una peli por motivos crematísticos, es esta y yo añado que es totalmente legítimo, ¡sólo faltaba!
Claro que se me ocurre otro. Los exteriores se rodaron en la Riviera francesa (Niza, Cannes,...), y tan legítimo me parece también, pasarse unas vacaciones pagadas en lugares tan llamativos y con tanta clase. Vamos que yo, desde luego, no lo dudaría ni un instante, la pena es que jamás se me va a presentar una ocasión de estas.
Además, como también me gusta recordar en alguna ocasión, la de Hollywood es una industria, basada en el cine, pero industria y entra dentro de esa lógica empresarial hacer un producto seguro para ganar una pasta, que para eso están las empresas. Y nada más seguro que director de prestigio; chica guapa y chico al que hay que sacarle los últimos réditos de galanura porque ya empieza a tener una edad; historia de amor entre ambos y paisajes de la zona de veraneo más exclusiva del planeta. Y ellos, por supuesto, yankees de pura cepa.


En sus conversaciones con Truffaut, Hitchcock decía de esta peli que la historia era ligera, o algo así. Y si ligera era la historia, el film resultante ligero ha quedado, quizá de las pelis más decepcionantes del genio, si no la que más.


Pero ya estamos a vueltas con lo de siempre, aún siendo un fiasco, lo es por venir de quién viene, porque te esperas otra cosa y te da la sensación de que Hitch te ha tomado el pelo. Pero dicho esto, técnicamente, ni un fallo, no sólo eso, sino que en algunos aspectos se nota la brillantez de un maestro y recuerdo ahora la fotografía, con unos paisajes que, la verdad, a un buen profesional se lo están poniendo en bandeja; algunos diálogos que contienen frases de cierto ingenio y esos planos picados, a los que tan aficionado era y que, yo opino, dado que la peli no le debía atraer mucho ya de entrada, se dedicó a irnos dejando a lo largo de la misma.


Los actores están acorde con el film, Cary Grant poco convincente en su papel, a veces como desganado, incluso "sobrado" en sentido negativo y Grace Kelly, haciendo de florero, muy bonita y muy guapa, exquisitamente vestida, pero cuando esperamos que arranque ese lado de mujer inteligente que se nos apunta y no sólo de rica y guapa, no acaba tomar la salida.
Hay un par de escenas que me llamaron la atención. La de la plataforma en el mar, donde se reunen Cary Grant y las dos chicas que se lo disputan, que me parece hasta divertida y otra, cuando están de picnik y Grace Kelly saca unas piezas de pollo de la cesta campestre y pregunta: ¿Muslo o pechuga? Tiene su gracia por lo burdo de la indirecta. En fin, sería una broma de Hitch.


Como la cosa no da para mucho, un par de chascarrilos.
Al parecer, durante este rodaje fue cuando Grace Kelly conoció a Raniero de Mónaco, con el que después se casaría.
Se dice que la carretera por donde conduce ella a velocidad de vértigo (con zapatos de tacón, ¡qué pericia!), en su Alpine azul, fue donde encontró la muerte en la vida real.




martes, 7 de septiembre de 2010

LOS ANIMALES Y LA PUBLICIDAD

En muchas ocasiones los publicistas han acudido a los animales para transmitirnos, a través de su imagen, los más diversos sentimientos que nos inclinen a la compra del producto al que amparan: Ternura, velocidad, dominio...
Otras veces, ha sido fruto de una casualidad o de un apelativo que tenía el propietario de la marca o esta misma, cuando no de unir el producto a la imagen de un animal con el que ya previamente se le identifica.
Todos recordamos el borreguito de Norit, el león de la Metro y tantos otros. Aquí van algunos más de los miles de ejemplos que circulan o han circulado por el mercado:

ANÍS DEL MONO.
El empresario catalán Vicente Bosch era el propietario de una destilería de anís además de poseer buques mercantes. En uno de sus barcos le trajeron de América un mono que pronto habitó la destilería, siendo esta conocida a finales del siglo XIX como la destilería del mono, y su anís como el anís del mono. Pasado el tiempo se decidió poner en la etiqueta la figura del mono con el rostro de Vicente Bosch.

BACARDÍ.
Facundo Bacardí y Masó destilaba ron artesanalmente a mediados del siglo XIX en su casa de La Habana y decidió comprar una destilería cuyo techo estaba siempre repleto de murciélagos. Facundo quiso distinguir su ron con un símbolo que se reconociera fácilmente pues en aquellos años mucha gente no sabía leer. Su mujer, Amplia, quiso que el murciélago se convirtiese en su símbolo por vivir este animal en la destilería.


CAMEL.
En 1912 la compañía norteamericana R.J. Reynolds introdujo en el mercado cigarrillos con una mezcla de sabor turco. El nombre con que bautizaron a este tabaco fue Camell y decidieron dibujar un camello en la cajetilla. Más tarde, esta compañía fue al circo de Barnum y Bailey en Winston-Salem para hacer unas fotografías a camellos y dromedarios. Y el elegido fue un dromedario para ilustrar sus cajetillas, pero decidieron no cambiar el nombre del tabaco.





FERRARI.
Todos asociamos a Ferrari la imagen del caballo rampante. Pues bien. Enzo Ferrari vence una carrera en la que el premio es el talisman del aviador Francesco Baracca fallecido durante la guerra. Este talismán es un caballo sobre fondo negro. Enzo Ferrari adopta el talismán como suyo y lo convierte en el emblema de su marca.



LACOSTE.
René Lacoste, conocido tenista francés se ganó el apodo de El Cocodrilo en 1927, cuando prometió comprar al capitán de su equipo en la Copa Davis una maleta de piel de cocodrilo si conseguía ganar a Estados Unidos. Un día, un amigo de Lacoste, Robert George, le cosió en el polo con el que jugaba un cocodrilo.
Este símbolo consiguió un importante impacto y este fue el motivo por el cual el tenista decidió asociarse en 1933 con André Giller, propietario de una compañía francesa de géneros de punto, para comenzar a fabricar camisetas con un cocodrilo bordado.

OSBORNE.
Osborne encargó en 1956 a su agencia publicitaria que diseñase un símbolo para su brandy Veterano para colocarlo en vallas publicitarias de las carreteras españolas. La familia Osborne muy relacionada con el mundo taurino fue la excusa que empleó Manuel Prieto, colaborador de la agencia y aficionado a pintar toros, para presentar la figura recortada de un toro bravo.
Las primeras vallas llevaban escrito Osborne-Sherry & Brandy, pero una ley de 1989 prohibíó la publicidad en carreteras y obligó a dejar sólo la silueta; aunque la polémica no terminó hasta que estos toros fueron indultados por el Gobierno en 1995 para que pudieran quedar en las carretaras como símbolo identificativo, no sólo de Osbrone, sino de todo un país.

PEUGEOT.
Los hermanos Peugeot, dueños en un principio de una fábrica de sierras, solicitaron en 1847 al orfebre Justin Blazer el diseño de un león que sirviera como representación de las cualidades de sus productos: resistencia, elasticidad, rapidez. En 1899 estos hermanos comenzaron la fabricación de bicicletas y siete años después automóviles pero manteniendo el mismo escudo de Blazer que se conserva en nuestros días.


SANTA LUCÍA.
En 1991 la aseguradora Santa Lucía convocó a varias agencias publicitarias para su nueva campaña de promoción. La agencia Solana consiguió realizar dicha campaña con sus spots protagonizados por osos que daban una imagen delicada y familiar de unos productos asociados con un suceso triste.






PORSCHE.
El caballo de Porsche, marca creada en 1939 por Ferdinand Porsche, representa el escudo de la ciudad de Stuttgart, localidad alemana edificada sobre unas cuadras y donde se fabricó el primer automóvil de la firma.








PLAYBOY.
Hugh Hefner, buscaba en 1953 un logotipo para su revista erótica Playboy. Su director artístico Arthur Paul diseñó en un tiempo récord el conocido conejito con pajarita, aunque también se planteó diseñar un alce. El conejo era de cuerpo entero en su primera versión pero el paso de los años fue dejándole con la cabeza únicamente.


lunes, 6 de septiembre de 2010

PERO... ¿QUIÉN MATÓ A HARRY?

Por regla general, ir a ver una peli de Hitchcock, es encontrarse con un film de suspense con sus leves toquecitos de humor tan propios, por otra parte, del director británico.
He aquí, por el contrario, una comedia con algunos elementos de suspense.
Aunque yo más bien diría que esta película, quiere ser una comedia, porque para mi gusto, no llega a lograrlo, al menos no del todo.
Los diálogos, por momentos son bastante buenos, bastante divertidos, por así decirlo, pero tanto derroche de ingenio, de sutilidad, de esperpento, de surrealismo, hace que el humor se vaya perdiendo, como si nos acabara resultando cansado o repetitivo, no sé explicarlo muy bien, pero desde luego, no me extraña que haya mucha gente que no sepa que esta peli es de Hitch, porque símplemente no saben que existe.



A mí me da un poco de pena, porque creo que pudo haber sido algo que no es, apunta maneras de ser una de esas pelis de humor ingenioso y diferente, pero se queda en el camino y no pasa de ser un experimento, bien es verdad que de cierto nivel, como no puede ser menos dado quién está detrás de la cámara.



Hay, no obstante, muchas cosas a destacar, como pasa siempre con los films de este señor, aunque no te hayan gustado. En este caso, debo decir que me encantó la banda sonora, a cargo de Bernard Herrmann, con pasajes auténticamente maravillos. Y la fotografía, que lleva la firma de Robert Burks, los paisajes otoñales están magníficamente retratados, de lo mejorcito de la peli.
Hay una escena, que me gustó mucho y que quizá contenga uno de los mejores momentos de suspense del maestro en una peli que no es precísamente conocida por este recurso. Se trata de aquella rodada en el salón de la casa de la viuda, en la que el ayudante de sheriff, metido a superdetective, les pilla en plena faena de asear al cadaver y lo esconden apresuradamente, durante toda la escena, Hitch nos hace creer, como un auténtico mago, que el cadaver está tras una puerta que, durante toda la peli, hemos estado viendo que se abre sola. En ella está apoyado John Forsythe y cuando el ayudante está a punto de irse, se separa de la puerta y ésta se abre, el corazón, nos da un vuelco, pero tranquilos, es sólo un truco...



La peli se rodó en Vermont y, al parecer, la noche siguiente a la llegada del equipo de rodaje, cayó una nevada impresionante que hizo que se pasaran los días inmediatos sin rodar un solo plano y con Hitchcock mirando al cielo para ver si aquello se despejaba.
Este film supuso el debut de una, hasta entonces, desconocida Shirley MacLaine.